Esperando un milagro en el K2: sin noticias de Ali Sadpara, Juan Pablo Mohr y John Snorri

La angustia regresa al K2. El alpinista búlgaro Atanas Skatov, de 42 años, falleció este viernes 5 de febrero en torno a las 10:30 AM, hora local, tras sufrir una caída desde 7.000 metros. Su cuerpo fue recuperado por un helicóptero del Ejército paquistaní cinco horas después, a una altitud de 5.500 metros.

Dawa Sherpa, el líder de la expedición de Seven Summit Treck (a la que pertenecía Skatov junto con el malogrado Sergi Mingote), describía lo sucedido: "Nuestro amigo Atanas se cayó de la cuerda cerca del Campo 3 japonés (este campo de altura se sitúa unos trescientos metros por debajo del C3). Estaba escalando con su sherpa y se adelantó unos metros para que este pudiera verlo bien. Mientras cambiaba su seguridad de una cuerda a la otra, parece que se produjeron algunos errores y cayó; habíamos arreglado la montaña con nuevas cuerdas y ninguna estaba dañada. Sona, Pechhumbe y yo fuimos al lugar y recuperamos el cuerpo. El Ejército fue extremadamente rápido y eficiente". Es importante esta aclaración de Dawa, ya que algún medio especializado difundió la información (sin citar fuentes) de que el accidente se produjo porque las cuerdas estaban rotas.

Atanas Skatov, un experimentado alpinista búlgaro, perseguía el objetivo de ser el primer vegano que lograse subir los catorce 'ochomiles'. Había escalado ya diez. Descanse en paz.

Falta de señal GPS

A las pocas horas comenzaron a circular informaciones que alertaban de la pérdida de todo contacto con Ali Sadpara (Pakistán), Juan Pablo Mohr (Chile) y John Snorri (Islandia). La última posición del localizador GPS de Juan Pablo le sitúa a 7.276 metros y marca las 11:09 AM (hora local) del pasado 4 de febrero.

Por su parte, la última señal del GPS de Snorri está clavada en los 7.823 metros a las 3:15 AM del 5 de febrero. Parece coherente, ya que Snorri y Ali salieron del Campo III, a 7.300 metros de altitud, a la 1 AM del 5 de febrero. John, Ali y su hijo Sajid comenzaron su empuje final hacia la cumbre. Juan Pablo se unió al equipo. Por lo tanto, el GPS de Snorri indica movimiento (no así el de Mohr).

En cualquier caso, estos datos han de ser tomados con prudencia, ya que los dispositivos pueden haberse quedado sin batería. Esta falta de señal es el motivo principal de la inquietud que se vive en el Campo Base: "Ya han pasado más de 30 horas [50 al cierre de esta crónica] y nosotros no hemos recibido noticias de John Snorri, Ali Sadpara, y Juan Pablo Mohr; ninguno de los rastreadores GPS parece estar funcionando", informan a este periódico desde el campo.

Al respecto, Dawa Sherpa ha informado que "ayer [5 de febrero] al mediodía, Sajid, el hijo de Ali, reportó desde el Campo 3 que habían llegado juntos hasta el Cuello de Botella alrededor de las 10 AM. Todos estaban bien y en buena forma y se dirigían hacia la cumbre. Sin embargo, debido al problema con su regulador de oxígeno, Sajid tuvo que regresar al C3 desde el Cuello de Botella".

¿Qué es el Cuello de Botella?

Se trata del tramo más peligroso de la ruta por el Espolón de los Abruzos hacia la cumbre del K2. Es un estrecho canal que se encuentra a 8.200 metros y tiene una inclinación entre 50 y 60 grados. El escalador debe superar una distancia de 100 metros expuesto a desprendimientos de seracs. De hecho, caminan bajo un techo de hielo.

Según la información de Dawa, Sajid esperó a Ali, John y Juan Pablo durante más de 20 horas en la creencia de que llegarían a la cima y bajarían de nuevo al C3. Desde el Campo base le convencieron para que descendiera, ya que había permanecido demasiado tiempo a mucha altura, estaría agotado y no podría ayudarlos si regresaban. Dawa dio la orden a dos sherpas (Temba Bhote y Phurbu Kusang) del equipo de Seven Summit para que aguantaran en el C1 hasta la llegada de Sajid. Que prepararan agua caliente y comida y que le ayudasen en el camino de vuelta. Sajid habría llegado ya al C1 acompañado por los sherpas de Seven Summit.

A las 16:00 horas de ayer 6 de febrero, un helicóptero del Ejército realizó un vuelo de búsqueda aproximándose a los 7.000 metros de altura. No detectaron nada. El tiempo está empeorando y el viento impide nuevos vuelos.