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El abuelo y el último 'Arconada' de la Liga protagonizan su particular adiós
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RICARDO DEJA EL FÚTBOL Y PALOP ABANDONA EL SEVILLA Y PODRÍA SEGUIR EL MISMO CAMINO

El abuelo y el último 'Arconada' de la Liga protagonizan su particular adiós

Hasta aquí ha llegado su viaje. A sus 41 y 39 años, respectivamente, Ricardo López y Andrés Palop echan la persiana a dos carreras sencillamente fabulosas

Hasta aquí ha llegado su viaje. A sus 41 y 39 años, respectivamente, Ricardo López y Andrés Palop echan la persiana a dos carreras sencillamente fabulosas que hoy pondrán su punto y final en el estadio Santiago Bernabéu, caso del primero, y en el Ramón Sánchez Pizjuán, el segundo (que aún espera alguna oferta para poder continuar). Nada es eterno y, a pesar de que ambos han vivido una segunda y hasta una tercera juventud, los dos consideran que ha llegado la ocasión de dar el paso a un lado y dejar atrás la profesión que les ha mantenido en el candelero durante casi dos décadas. En el recuerdo quedan cientos de partidos en la élite del fútbol nacional y europeo, pero el cuento de hadas se acabó. Ahora llega el momento de alejarse de los flashes y de la popularidad que conlleva el intenso y loco mundo del balompié.

Todo apunta a que Ricardo se despedirá como titular… ¡en el Bernabéu! Todo un atlético como él (militó seis temporadas en la entidad colchonera) va a tener la oportunidad de poner el broche final ante el Real Madrid. Osasuna no se juega nada en esta última jornada y todo hace indicar que José Luis Mendilíbar concederá al veterano portero el honor de decir adiós desde el césped y bajo los palos en un partido oficial. Dieciséis años después de su debut, en un Zaragoza-Atlético de Madrid, Ricardo se enfundará por última vez los guantes, al menos de manera profesional. Un futbolista que se ha ganado el afecto y el cariño de compañeros y técnicos en todos los clubes en los que ha militado. Atlético, Valladolid, Manchester United, Racing de Santander y Osasuna han disfrutado de sus paradas y de su enorme trabajo. En su zurrón, el doblete de la 95-96 con Radomir Antic, una Premier League (2002-2003) con Sir Alex Fergusson y la presencia en un Mundial, el de Corea y Japón 2002, como tercer portero de José Antonio Camacho.

Si su gran rendimiento en la capital castellana le valió para colarse en la lista definitiva para el Mundial, ha sido en Pamplona donde Ricardo ha encontrado mayor estabilidad y, sin duda, el punto idóneo de madurez. Casi 200 encuentros defendiendo la portería rojilla lo dicen todo. El 30 de junio de 2012 parecía el punto y final en la carrera de Ricardo, pero tan sólo se convirtió en un punto y seguido. Rescatado del Mutilvera, equipo de la Tercera División en el que jugaba como delantero a comienzos de la actual campaña, Ricardo regresaba en el pasado mercado de invierno a la disciplina de Osasuna para suplir al lesionado Asier Riesgo y hacer competencia al indiscutible Andrés Fernández. El 'abuelo' volvía a plantar batalla, hasta hoy. A lo largo de los 90 minutos del encuentro ante el Madrid, muchos serán los recuerdos que pasen por la mente del madrileño, que ya se prepara para dar el salto a los banquillos y, como ya anunció esta semana con cierta sorna, apunta que "voy a ser un gran entrenador. En tres o cuatro años se me van a rifar los grandes de Europa. Ya no se va a hablar de Heynckes ni Ancelotti, se va a hablar de mí".

Situación similar es la que vive su 'colega' en Sevilla. Andrés Palop dejará el fútbol (insistimos, siempre que no reciba una oferta, que por ahora no la hay), tras el duelo que hoy mide en Nervión a Sevilla y Valencia. Teniendo en cuenta que los hispalenses aún se juegan la opción de disputar competición europea la temporada que viene y que Beto es el cancerbero inamovible para Emery, el valenciano no parece que vaya a correr la misma suerte que su compañero en eso de despedirse desde el césped. Con la competitividad por bandera, Palop cerraría un ciclo de otras dieciséis temporadas en la máxima categoría del fútbol español.

Su magnífica trayectoria en Villarreal le valió para dar el salto al Valencia, pero allí se encontró con un hueso duro de roer, Santiago Cañizares. Harto de 'chupar' banquillo le llegó una oportunidad que sería la de su vida, el fichaje por el Sevilla. Su llegada al club andaluz significó el inicio de una idílica relación. En Nervión, Palop no sólo iba a ser el guardameta titular con todos los entrenadores, sino que iba a conquistar títulos y convertirse en el héroe de la mejor etapa del Sevilla Fútbol Club en toda su historia, como bien le gustaba repetir una y otra vez a su presidente, José María del Nido. Dos Copas de la UEFA y una Supercopa fueron las grandes muescas en el revólver del portero.

Pero lo mejor estaba por llegar. A los títulos y su tremendo rendimiento en el Sevilla hay que añadir su inclusión en la lista de Luis Aragonés para la Eurocopa de Austria y Viena (2008), ésa que ha hecho cambiar la historia del fútbol español. Palop no disputó ni un solo minuto, vivió a la sombra de Casillas y Reina, pero fue parte integrante del grupo que nos volvió a hacer campeones continentales y protagonizó una de las grandes imágenes en la celebración de este título. Tantas veces comparado con Luis Miguel Arconada, su ídolo, el cancerbero del Sevilla lució la camiseta que el exportero de la Real Sociedad portó durante tantos años en la Selección, un gesto que el propio guipuzcoano agradeció poco después. "Aluciné. Fue una alegría que con esa camiseta pudiera recoger una copa que no pude conseguir yo hace tantos años", reconoció Arconada.

Se despiden dos grandes, dos profesionales que han sabido exprimir sus carreras al máximo, que han sabido competir al máximo nivel donde a muchos se les agota la batería. Eso sí, como bien apuntaba Ricardo esta semana en la rueda de prensa de su adiós, y es válido para los dos, "no es que yo deje el fútbol, es el fútbol el que me deja a mí".

Hasta aquí ha llegado su viaje. A sus 41 y 39 años, respectivamente, Ricardo López y Andrés Palop echan la persiana a dos carreras sencillamente fabulosas que hoy pondrán su punto y final en el estadio Santiago Bernabéu, caso del primero, y en el Ramón Sánchez Pizjuán, el segundo (que aún espera alguna oferta para poder continuar). Nada es eterno y, a pesar de que ambos han vivido una segunda y hasta una tercera juventud, los dos consideran que ha llegado la ocasión de dar el paso a un lado y dejar atrás la profesión que les ha mantenido en el candelero durante casi dos décadas. En el recuerdo quedan cientos de partidos en la élite del fútbol nacional y europeo, pero el cuento de hadas se acabó. Ahora llega el momento de alejarse de los flashes y de la popularidad que conlleva el intenso y loco mundo del balompié.