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Barack Obama y el gobierno de EEUU pretenden denunciar a Lance Armstrong
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LOS NORTEAMERICANOS NO CREEN SU DECLARACIÓN DE CULPABILIDAD

Barack Obama y el gobierno de EEUU pretenden denunciar a Lance Armstrong

Lance Armstrong se sentó al lado de la afamada Oprah Winfrey en busca de un perdón que no ha encontrado. Se puso en manos de la

Foto: Barack Obama y el gobierno de EEUU pretenden denunciar a Lance Armstrong
Barack Obama y el gobierno de EEUU pretenden denunciar a Lance Armstrong

Lance Armstrong se sentó al lado de la afamada Oprah Winfrey en busca de un perdón que no ha encontrado. Se puso en manos de la maquinaria de la CBS a cambio de varios miles de dólares para llegar al corazón, pero su frialdad, sólo rota cuando habló de su hijo, arrogancia y ese don que tiene por el cual intenta ser perfecto hasta en su confesión de culpabilidad, le han condenado definitivamente. Estados Unidos le ha dado la espalda de manera definitiva, tanto es así, que el gobierno que hoy estrena Barack Obama está pensando sumarse a la acusación particular lanzada en su día por Floyd Landis y denunciar al que fuera vencedor de siete Tours bajo los efectos del EPO, transfusiones de sangre y cortisona. El que fuera su compañero le reclama 5 millones de dólares pero ahora habrá que ver qué pide el gobierno norteamericano y un grupo de ciudadanos que exigen al excorredor que reponga los daños causados.

Armstrong contó con la inestimable ayuda de una Oprah Winfrey, que se quedó en el personaje, en cómo conquistó la ronda gala y otros éxitos, pero que nunca buscó el fondo de la cuestión. No profundizó en cuestiones que pueden ayudar a dar un cierto sentido al ciclismo. Pactado o no, la entrevista, vista en España a través de Discovery Max, se quedó a medio camino, algo que no ha pasado inadvertido a la crítica norteamericana, que no ha tenido problema alguno en señalar a la presentadora y enmarcarla dentro del pacto del exciclista para conseguir el perdón y "volver a competir. Necesito ganar, soy un ganador", comentaba Armstrong entre sonrisas, completando su ejercicio de hipocresía con la siguiente declaración. "No, no, en el Tour no pienso". Y tan tranquilo. 'Por momentos la entrevista parecía más una sesión de terapia que el de un verdadero ejercicio de la profesión periodística', afirma New York Times. Incluso la acusan directamente de ser una cómplice más del exciclista

El mundo del deporte esperaba más, no una simple muestra de arrepentimiento por la sanción de por vida recibida. El texano no despejó incógnitas, y tanto él como la periodista pasaron por alto temas tan importantes como quién estaba detrás de la organización de la trama, a dónde iban y de dónde venían las bolsas de las transfusiones, quién suministraba las sustancias, su posible relación con otras tramas de dopaje... y otros muchos asuntos pasados por alto, algo que ha irritado sobremanera al gobierno, según reflejan los periódicos norteamericanos. No hay que olvidar que durante muchos años, Armstrong corrió bajo los colores del US Postal, servicio oficial del gobierno. Tanto es así, que el 70% de los ciudadanos estadounidenses no creen la confesión de arrepentimiento de Armstrong, tal cual refleja una encuesta realizada por USA Today.

Desde la propia Agencia Mundial Antidopaje (AMA) afirman que sus palabras no han cambiado el rumbo de los acontecimientos. "¿Por qué no habló así cuando fue interrogado?", comenta David Howman, director general del citado organismo, que tampoco parece muy partidario de empezar a contar con Armstrong en su trabajo diario, algo que no ocurre con David Millar, que primero acudió a la AMA y después a los medios de comunicación para confesar sus prácticas prohibidas. "Solo busca recomponer una imagen rota en mil pedazos".  El pasado viernes estuvo en Madrid invitado por Ana Muñoz, directora de la Agencia Estatal, y en la que invitó a hablar del pasado. "Indurain y otros deben hablar de lo sucedido".

A partir de ahora, las demandas, en muchos casos de propios denunciados en su día por Armstrong, van a empezar a aparecer en la vida del texano. Al margen de la petición de 5 millones de dólares de Landis y a la que igual se suma el gobierno, la compañía de seguros SCA Promotions la cual pagó 12 millones de dólares por sus éxitos deportivos. La Federación francesa exige la devolución de los 3,5 millones de dólares pagados al norteamericano. Además, The Sunday Times espera recuperar los 900.000 dólares pagados. Según Forbes, Armstrong perderá unos 170 millones de dólares, a lo que hay añadir el riesgo de cárcel si la fiscalía norteamericana considera que mintió en anteriores comparecencias en los juzgados.

Lance Armstrong se sentó al lado de la afamada Oprah Winfrey en busca de un perdón que no ha encontrado. Se puso en manos de la maquinaria de la CBS a cambio de varios miles de dólares para llegar al corazón, pero su frialdad, sólo rota cuando habló de su hijo, arrogancia y ese don que tiene por el cual intenta ser perfecto hasta en su confesión de culpabilidad, le han condenado definitivamente. Estados Unidos le ha dado la espalda de manera definitiva, tanto es así, que el gobierno que hoy estrena Barack Obama está pensando sumarse a la acusación particular lanzada en su día por Floyd Landis y denunciar al que fuera vencedor de siete Tours bajo los efectos del EPO, transfusiones de sangre y cortisona. El que fuera su compañero le reclama 5 millones de dólares pero ahora habrá que ver qué pide el gobierno norteamericano y un grupo de ciudadanos que exigen al excorredor que reponga los daños causados.

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