Es noticia
La película de Armstrong: ¿un Príncipe de Asturias entre rejas?
  1. Deportes
EL DESCALABRO ECONÓMICO NO SERÍA LO PEOR PARA EL NORTEAMERICANO

La película de Armstrong: ¿un Príncipe de Asturias entre rejas?

“El dos veces ganador del Tour de Francia representa desde el mundo del deporte la lucha del hombre para superar enfermedades en muchos casos tenidas como

Foto: La película de Armstrong: ¿un Príncipe de Asturias entre rejas?
La película de Armstrong: ¿un Príncipe de Asturias entre rejas?

“El dos veces ganador del Tour de Francia representa desde el mundo del deporte la lucha del hombre para superar enfermedades en muchos casos tenidas como terminales (…) Es un ejemplo universal de cómo una persona puede enfrentarse con éxito a una enfermedad tan temible”.

Las bondades que desprendía Lance Armstrong en 2000 fueron suficientes como para que el jurado, entre los que estaba Miguel Indurain, otorgase el Premio Príncipe de Asturias al ciclista texano. Doce años más tarde, ese halo de lucha contra el cáncer se ha ido tiñendo de un lamentable color que oscila entre EPO y testosterona. Las consecuencias de la confesión de este exhéroe, convertido por derecho propio en villano a nivel mundial, van desde las demandas para la devolución de premios hasta la intervención del Gobierno norteamericano por mentir en una declaración, pasando por un film made in Hollywood… Eso sí, podrá conservar el diploma que no fue a recoger a Oviedo del Premio Príncipe de Asturias.

La exatleta Marion Jones fue condenada en 2007 a seis meses de prisión por mentir ante la ley y por blanqueo de dinero. La trayectoria deportiva de la ganadora de tres oros y dos bronces en Sidney 2000 tiene cierto paralelismo a la de Armstrong, quien conquistó un palmarés envidiable, desmintió en repetidas ocasiones que se dopara y, al final, admitió sus trampas. "Me merezco ser castigado", confesó Armstrong ante Oprah Winfrey.

Una demanda postal, para empezar

En el caso del exciclista de 41 años, en 2005 declaró bajo juramento en Estados Unidos que jamás se había dopado y el perjurio, en aquel país, es un delito penal. El 'engaño' al servicio público norteamericano no finaliza ahí ya que entre 1998 y 2004 trabajó bajo el patrocinio del US Postal, el servicio de correos de su nación. Su excompañero Floyd Landis tiene una demanda puesta contra Lance por estafa a dicho organismo público (US Postal aportó unos 22,5 millones de euros).

El de Landis no es el único pleito que mantiene Armstrong ya que el periódico británico Sunday Times exige los 1,2 millones de euros que pagó en total por un juicio que perdió frente al ciclista, al que había acusado de dopaje a través del periodista David Walsh. El rotativo no sólo exige la devolución de los 740.000 euros que tuvo que abonar al texano, sino las costas del litigio.

Más grave son los más de 10 millones de euros que reclama la aseguradora deportiva SCA al deportista, además de acusarle de perjurio por haber mentido a sus abogados. La compañía se comprometió a pagar 4 millones de euros al ciclista por lograr su séptimo Tour pero dicha compensación económica se le retiró al salir a la luz el libro 'LA Confidentiel' del Sunday Times. Lance fue indemnizado posteriormente con 6 millones ante la justicia. Ahora, SCA quiere 10 millones, en total, por daños y perjuicios.

Ahora, la USADA vuelve a tener razón

En términos económicos, la USADA no ha hablado respecto a este tema pero también podría solicitar los gastos judiciales que requirió invertir cuando acusó de dopaje sistemático a Armstrong y éste demandó a la agencia estatal por difamar su imagen…

Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da, sí se quita. Fuera de su país también quieren aprovechar las palabras de Armstrong para recuperar dinero 'invertido' en el norteamericano. El Gobierno del Estado de Australia del Sur tiene previsto reclamar el "reembolso por daños de los millones de dólares pagados por competir en el Tour Down Under durante tres años".

De Oceanía Europa, más concretamente donde se forjó su mentirosa leyenda. La organización del Tour de Francia ha aclarado que desea de vuelta "todos los premios en metálico que consiguió el deportista" durante 14 años. En total, la Federación Francesa de Ciclismo ha solicitado 2,95 millones de euros por sus siete victorias en la ronda gala. La duda estará si -tanto el Tour de Francia como el Tour Down Under-, en el caso de percibir la minuta solicitada, devolverían también parte del dinero a otras empresas inversoras en dichos eventos. (En Francia aseguran que esos casi 3 millones de euros irían destinados a la cantera ciclista de gala).

'Sus' empresas, manchadas con su imagen

Sin llegar a ningún tribunal, han sido muchas las empresas que han podido sentirse estafados por la falsa imagen que ha desprendido durante gran parte de su vida deportiva Lance Armstrong. Desde los equipos por los que ha pasado a patrocinadores personales como Nike, Trek, Honey Stinger, Oakley… firmas que han roto unilateralmente su compromiso con Lance, al igual que la fundación a la que dio nombre, Livestrong, y que había recaudado unos 60 millones de euros sólo en la venta de las famosas pulseras amarillas.

Ante Oprah Winfrey, Armstrong afirmó que dejaría de ingresar unos 75 millones de dólares (56 millones de euros) y la revista Forbes va mucho más allá, y estima que serán unos 126 millones de euros.

Todo por volver a competir en algo

"Espero, egoístamente, que con esta charla se levante la sanción de por vida", señaló Armstrong hacia el final de la mediática entrevista. Quizás su ansia de competición pueda ser liberada en forma de maratón o triatlón pero podría pagar un precio muy alto por todo ello. La cobardía que demostró durante su vida deportiva al camuflarse con sustancias dopantes la ha dejado atrás para enfrentarse a una realidad que le ha convertido en enemigo público número uno.

Su historia, como no podía ser de otro modo, despertó el interés de Hollywood y el estudio Paramount y la productora del cineasta J.J. Abrams ('Lost', 'Star Trek'), Bad Robot, preparará una película basada en el libro de Juliet Macur, que saldrá a la venta en junio.

Armstrong ha sido desposeído de siete Tours y 20 victorias de etapas, una medalla de bronce (podría ir a parar al cuello de Abraham Olano) y nueve trofeos de vueltas clásicas, entre otros. Tiene más extítulos que galardones aunque lo que sí puede seguir exhibiendo con orgullo es su Campeonato del Mundo de 1993, la Clásica de San Sebastián de 1995, la Flecha Valona de 1996 y, pese no acudir a recogerlo, el Príncipe de Asturias de 2000. Al fin y al cabo, el jurado pareció valorar más su victoria contra el cáncer que cualquiera de las obtenidas sobre una bicicleta. En este caso es justo vencedor.

“El dos veces ganador del Tour de Francia representa desde el mundo del deporte la lucha del hombre para superar enfermedades en muchos casos tenidas como terminales (…) Es un ejemplo universal de cómo una persona puede enfrentarse con éxito a una enfermedad tan temible”.