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Armstrong, entre lágrimas: "Dije a mi hijo Luke que dejara de defenderme"
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SU IDEA ES SEGUIR COMPITIENDO AUNQUE RECHAZA VOLVER AL TOUR

Armstrong, entre lágrimas: "Dije a mi hijo Luke que dejara de defenderme"

La CBS y Oprah Winfrey guardaron la carga emocional para el segundo día de confesión-entrevista de Lance Armstrong, al que, por fin, se le vio algo

Foto: Armstrong, entre lágrimas: "Dije a mi hijo Luke que dejara de defenderme"
Armstrong, entre lágrimas: "Dije a mi hijo Luke que dejara de defenderme"

La CBS y Oprah Winfrey guardaron la carga emocional para el segundo día de confesión-entrevista de Lance Armstrong, al que, por fin, se le vio algo 'tocado'. Este capítulo, el de la emoción, el "frío y arrogante norteamericano", como él mismo se ha definido, lo dejó para su hijo Luke, de 13 años de edad. Cuando habló de su hijo mayor tuvo que parar ante la emoción que sentía y, por primera y única vez en las dos horas de entrevista, las lágrimas se asomaron a sus ojos. "Simplemente le dije que dejara de defenderme, que no lo hiciera más. Veía que en la escuela, en twitter y en otras redes sociales me defendía y no podía dejar que lo siguiera haciendo". 

La segunda parte de la entrevista que en España se pudo ver a través de Discovery Max, curiosamente uno de las empresas que participaron en la carrera deportiva del ciclista, quedó reducida a cuarenta minutos y estuvo centrada en el aspecto humano y en el negocio puro y duro. "Claro que me siento humillado y avergonzado. En un par de días todo desapareció. Primero fue Nike, después Trek, Giro... ha sido el momento más humillante. La historia ya no la tenía controlada, se me marchaba de las manos". Pero la llamada que más le tocó fue la recibida por parte de los dirigentes de 'Livestrong', la fundación que él mismo había creado. "Era como mi sexto hijo y lo más duro llegó cuando me sugirieron que me fuera. Me dijeron que necesitaban que me desvinculara por completo. He perdido todos mis ingresos futuros. En uno o dos días desaparecieron todos. En un día se fueron 75 millones de dólares".

"Quiero volver a competir"

La arrogancia siguió apareciendo en algunos momentos de la entrevista. "Esto es el inicio del proceso. Me creía un tipo invencible. Cundo me veo lo sigo pensando y tengo que reconocer que ese tipo todavía sigue por aquí. Entiendo que la gente se sienta traicionada, comprendo el enfado de la gente que tuvo fe en mí. Sé que hago esto porque en el fondo quiero volver a competir y sí es cierto que quiero volver a competir. No quiero volver al Tour de Francia, pero hay un montón de cosas que puedo hacer. Me gustaría correr el maratón de Chicago cuando tuviera 50 años, pero ahora no puedo hacer nada. Me merezco el castigo pero no merezco la pena de muerte".

Nada más ser desposeído de los siete Tours de Francia, desafió a todo el mundo colgando una foto en twitter en el salón de su casa con los siete maillots amarillos. "Pensaba que era una buena idea, un desafío más", afirma tranquilamente y volviendo al Lance Armstrong de la primera parte de la entrevista. "Por ejemplo, para mí fue duro quedar tercero cuando regresé. Siempre esperaba y espero ganar y no me deseaba quedar tercero en el Tour de mi regreso".

"Estoy pagando un precio muy alto ahí fuera"

"Claro que tengo remordimientos de lo que hice y pienso que me merezco el castigo. Estoy pagando un precio muy alto ahí fuera. A cualquiera que le castigan porque le han pillado le afecta. Ahora estoy en medio de un proceso y todavía tengo mucho por hacer. Mi mujer y mis hijos merecen un padre que les diga la verdad de todo lo que hace", afirma cuando Oprah le pregunta por la respuesta social que está encontrando y por si se siente señalado. "Kristin me dio su bendición para volver, pero le prometí que nunca volvería a cruzar la línea, le di mi palabra y la voy a cumplir", afirma un Armstrong convencido de poder volver a competir.

Tal y como decíamos al principio, el momento más duro llegó cuando se tuvo que enfrentar a su hijo Luke. "Nunca me dijo, ¿papá es cierto?. En un primer momento no le dije nada, pero llegó el instante en que me dije que tenía que hacer algo porque me estaba defendiendo. Le dije, mira Luke hay muchas preguntas sobre tu padre, siempre negué todo y por eso confías en él. Quiero que sepas la verdad y por eso quiero que no vuelvas a defenderme. Le veía con otros críos, en twitter. Las niñas, las gemelas, no dijeron mucho, lo aceptaron. Luke me dijo que me quería, que era su padre y que eso no iba a cambiar".

La que peor lleva todo lo que está sucediendo es la madre del exciclista, según confesó. "Mi madre está hecha polvo. Nunca me lo ha dicho, pero se la nota. Me llamó mi padrastro y me dijo que lo estaba llevando fatal. Cuando la vi me di cuenta que le había dado fuerte. Hasta que la tuve delante no me di cuenta de que esto le había pasado factura".

El norteamericano cree que el deporte ha cambiado. "Ahora es más complicado todo. Pienso que sí es posible encontrar deporte limpio. Ha habido un gran cambio con el pasaporte biológico". Por otra parte y en lo que a él respecta, cree que todo esto que ha pasado le ha ayudado "a ser mejor persona, más inteligente. Ni puedo ni debo volver a perder el rumbo. Lo tuve todo en la mano y se ha escapado. El reto es volver y superar lo peor de todo: traicionar a tantas personas. Quiero volver a ascender, pero no sé si podré. Espero, egoístamente, que con esta charla se levante la sanción de por vida. Mi objetivo es lograr el bienestar de mis hijos. Tengo que recuperarlo para cuando ellos crezcan ".

La CBS y Oprah Winfrey guardaron la carga emocional para el segundo día de confesión-entrevista de Lance Armstrong, al que, por fin, se le vio algo 'tocado'. Este capítulo, el de la emoción, el "frío y arrogante norteamericano", como él mismo se ha definido, lo dejó para su hijo Luke, de 13 años de edad. Cuando habló de su hijo mayor tuvo que parar ante la emoción que sentía y, por primera y única vez en las dos horas de entrevista, las lágrimas se asomaron a sus ojos. "Simplemente le dije que dejara de defenderme, que no lo hiciera más. Veía que en la escuela, en twitter y en otras redes sociales me defendía y no podía dejar que lo siguiera haciendo".