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España busca la tercera estrella en su quinta final consecutiva de un Mundial
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LOS DE JOSÉ VENANCIO VUELVEN A CRUZARSE CON LOS REYES DE ESTE DEPORTE, BRASIL

España busca la tercera estrella en su quinta final consecutiva de un Mundial

No hubo sorpresas. La final esperada por todos tendrá lugar este domingo, a partir de las 13 horas, en el Indoor Stadium Huamark de Bangkok. Brasil

Foto: España busca la tercera estrella en su quinta final consecutiva de un Mundial
España busca la tercera estrella en su quinta final consecutiva de un Mundial

No hubo sorpresas. La final esperada por todos tendrá lugar este domingo, a partir de las 13 horas, en el Indoor Stadium Huamark de Bangkok. Brasil y España dirimirán sus fuerzas, una vez más, para determinar quién es actualmente el gran dominador del fútbol sala. Cuatro mundiales en las vitrinas cariocas y dos en las españolas, de los seis disputados desde 1989, hablan bien a las claras del potencial de ambos países en este deporte. En el caso de los brasileños habría que añadir su capacidad para exportar jugadores y conformar incluso las plantillas del resto de selecciones participantes en este Mundial. Italia, rival en semifinales de España, cuenta con ocho en sus filas, Rusia tiene hasta cinco, Ucrania, cuatro, e incluso la propia Roja dispone de dos, Fernandao y Alemao.

Al margen de la ‘brasileñización’ del campeonato, barramos para casa. La Selección dirigida por José Venancio López acaba de conseguir un hecho inédito en este deporte, alcanzar la quinta final consecutiva en un Mundial, hito que debemos reconocer y valorar a quienes trabajan por el bien de este deporte en nuestro país. Si, además, añadimos el dato de que España ha jugado doce de las últimas trece finales de grandes campeonatos, el lienzo nos queda absolutamente perfecto.

La Roja tan sólo ha estado fuera del podio en la primera edición, diputada en 1989 en Países Bajos, que terminó adjudicándose nuestro enconado rival. Después, dos títulos, dos subcampeonatos y un tercer puesto componen un palmarés inmaculado que ahora se quiere cerrar en Tailandia con la conquista de la tercera estrella que los jugadores españoles esperan lucir en el pecho a partir de este domingo. Para ello, la empresa no resulta nada sencilla, ya que el equipo brasileiro se ha plantado en esta gran final tras un paseo militar que sólo Argentina se atrevió a discutir en la ronda de cuartos.

Tres de las seis finales del Mundial de fútbol sala se han decidido en un duelo entre sudamericanos y españoles, con dos triunfos para Brasil y uno para nosotros, así que ya nos toca. Buscamos repetir los títulos de 2000 en Guatemala, precisamente ante la ‘verdeamarela’, y de 2004 en China.

De menos a más

Algunos dudaron de la Selección cuando en el primer encuentro tropezamos, al empatar a uno con Irán. En ese preciso instante, el técnico español salió al paso para tranquilizar a los escépticos. “Este equipo siempre va de menos a más”. Dicho y hecho. La trayectoria del equipo nacional ha sido ascendente, hasta el punto de cuajar su mejor actuación en el partido de semifinales ante los transalpinos, a los que derrotaron por un contundente 1-4.

¿Cómo dudar de este equipo? Parece casi una herejía cuando hacemos referencia a uno de los deportes que más alegrías ha dado a este país. Alcemos o no el trofeo de campeones del mundo, lo que está claro es que el fútbol sala español está escribiendo gran parte de la historia de un deporte que se remonta hasta 1930, pero que no ha tenido repercusión internacional hasta finales de los años 80. El domingo puede escribirse una nueva página de oro más…

No hubo sorpresas. La final esperada por todos tendrá lugar este domingo, a partir de las 13 horas, en el Indoor Stadium Huamark de Bangkok. Brasil y España dirimirán sus fuerzas, una vez más, para determinar quién es actualmente el gran dominador del fútbol sala. Cuatro mundiales en las vitrinas cariocas y dos en las españolas, de los seis disputados desde 1989, hablan bien a las claras del potencial de ambos países en este deporte. En el caso de los brasileños habría que añadir su capacidad para exportar jugadores y conformar incluso las plantillas del resto de selecciones participantes en este Mundial. Italia, rival en semifinales de España, cuenta con ocho en sus filas, Rusia tiene hasta cinco, Ucrania, cuatro, e incluso la propia Roja dispone de dos, Fernandao y Alemao.