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Blatter se perpetúa en el tinglado mundial del fútbol, ahora más turbio que nunca
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HOY COMINEZA ENTRE POLÉMICAS EL 61º CONGRESO DE LA FIFA, DONDE EL SUIZO SERÁ REELEGIDO

Blatter se perpetúa en el tinglado mundial del fútbol, ahora más turbio que nunca

Los miembros de las organizaciones que dirigen el fútbol recuerdan siempre que pueden que éstas son de carácter privado, que son autogestionadas e independientes, y que

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Blatter se perpetúa en el tinglado mundial del fútbol, ahora más turbio que nunca

Los miembros de las organizaciones que dirigen el fútbol recuerdan siempre que pueden que éstas son de carácter privado, que son autogestionadas e independientes, y que en ellas no cabe la injerencia de ningún gobierno ni tribunal. El deporte rey es poderoso tanto a nivel económico como social y, lo más importante, su expansión es de nivel planetario. Todos estos ingredientes explican la naturaleza de la federación internacional de fútbol, la archiconocida FIFA, y le confieren a este organismo mundial un halo de autoridad, rodeada siempre de muchas luces pero también de demasiadas sombras. Por cierto, al frente de él seguirá estando cuatro años más el suizo Joseph Blatter.

A sus 75 años, el presidente del máximo organismo del fútbol, dirigirá el 61º Congreso de la FIFA, que se celebra en su sede de Zúrich (Suiza). Entre este martes y mañana, miércoles, se elegirá al presidente para los próximos cuatro años. Blatter, sin oposición tras la polémica retirada de su único contrincante, el presidente de la confederación asiática, Mohamed Bin Hammam, será reelegido el primero de junio, día que comenzará su cuarto mandato al frente del tinglado mundial del fútbol. El ambiente no será de celebración, ni mucho menos, y es que las sospechas alrededor del correcto y limpio funcionamiento de la FIFA están aumentando tras los últimos escándalos.

El qatarí Bin Hammam fue inhabilitado por el Comité Etico de FIFA el pasado fin de semana después de que hubiese sido denunciado por, supuestamente, comprar votos a su favor para la elección que tendría lugar este miércoles. La trama le costó el mismo castigo a otros miembros del Comité Ejecutivo, el órgano de gobierno de FIFA que elige, entre otros temas, los organizadores de los Mundiales y hasta donde se alarga otra sospecha por un amaño similar en la elección de Qatar para que albergase la Copa del Mundo de 2022.

"No estamos en un bazar, sino en la casa de la FIFA"

Sin embargo, en una numerosa y esperada rueda de prensa este lunes, Blatter alegó que no había motivos para investigarles y sancionarles por corrupción. "Los Mundiales de 2018 y 2022 no están manchados", aseguró el suizo ante unos periodistas que mostraron más curiosidad de la que Blatter estaba dispuesto a soportar. Ante este revoltoso auditorio el suizo regañó a la prensa como si de sus hijos se tratara: "No estamos en un bazar, sino en la casa de la FIFA", lo que venía a evidenciar que la presente coyuntura está haciendo mella en su estado de nervios, a la vez que demostró la veneración que tiene por este organismo, del que es miembro desde 1975, y donde también el Cuarto Poder se queda esteril.

Preocupado por la imagen que FIFA estaba dando al mundo, afirmó que había pedido "unidad" y "solidaridad" en el Comité Ejecutivo que acababa de celebrase. Los privilegiados miembros que lo forman, entre ellos, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, llevan tiempo alborotados y divididos, cruzándose constantes acusaciones de corrupción y sobornos. El último fue la del vicepresidente Jerome Valcke en un mail de hace días que uno de los inhabilitados dio a conocer este lunes: "(Bin Hammam) pensó que es posible comprar la FIFA como ellos compraron el Mundial", escribió Valcke, quien rápidamente negó que quisiera decir lo que claramente dicen estas palabras.

El objetivo ahora es reforzar el Comité Ético

El presidente aseveró que "no hay crisis" ni 'caso Qatar', y recordó que él no elige a los miembros de esta instancia, que éstos son representantes de las confederaciones de fútbol. "Yo hago con ellos lo mejor que puedo", dijo, tras reconocer que tampoco tiene ninguna autoridad para suspenderlos de sus funciones y que "el Congreso (de la FIFA) tiene que ser consciente de esto".

Sobre su próximo mandato aseguró que una de sus prioridades será reforzar el Comité Ético, aquél que regula y vigila el comportamiento de los miembros de la FIFA. Más allá de sus diferencias, todos estos hombres de traje, cuyos despachos están muy lejos del césped de los estadios, respaldan la opinión de Blatter sobre su independencia y organización: "Si los gobiernos quieren intervenir en FIFA, algo está mal. Nosotros podemos arreglar nuestros problemas desde dentro".

Los miembros de las organizaciones que dirigen el fútbol recuerdan siempre que pueden que éstas son de carácter privado, que son autogestionadas e independientes, y que en ellas no cabe la injerencia de ningún gobierno ni tribunal. El deporte rey es poderoso tanto a nivel económico como social y, lo más importante, su expansión es de nivel planetario. Todos estos ingredientes explican la naturaleza de la federación internacional de fútbol, la archiconocida FIFA, y le confieren a este organismo mundial un halo de autoridad, rodeada siempre de muchas luces pero también de demasiadas sombras. Por cierto, al frente de él seguirá estando cuatro años más el suizo Joseph Blatter.