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Mundial de 1930 - Uruguay - Copa Mundial Sudáfrica 2010 - ElConfidencial.com
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Mundial de 1930 - Uruguay - Copa Mundial Sudáfrica 2010 - ElConfidencial.com

Corría el año 1924. Por aquel entonces, se disputaban los Juegos Olímpicos de París, y la final del torneo de fútbol, disputada entre Uruguay y Suiza

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Mundial de 1930 - Uruguay - Copa Mundial Sudáfrica 2010 - ElConfidencial.com

Corría el año 1924. Por aquel entonces, se disputaban los Juegos Olímpicos de París, y la final del torneo de fútbol, disputada entre Uruguay y Suiza -vencieron los sudamericanos por 3 a 0- fue una verdadera revolución en el mundo del fútbol: más de 50.000 personas acudieron a ver la final de un campeonato que levantó una fenomenal espectación entre los aficionados al balompié. Sin embargo, en los Juegos de Amsterdam de 1928 no sucedió lo mismo, pues muchas naciones decidieron no asistir. Era el momento de crear un torneo internacional de fútbol.

Así, Jules Rimet, presidente de la FIFA, puso en marcha la maquinaria para desarrollar un campeonato que uniera a las mejores selecciones del mundo. El 18 de mayo de 1929 se celebró el congreso de Barcelona, en el que se decidió la celebración de este torneo, con sede en Uruguay tras su victoria en los Juegos Olímpicos de 1924. Sin embargo, la elección de Uruguay como pais organizador no fue bien acogida por todo el mundo.

Este Mundial no tuvo fase clasificatoria, así que las trece selecciones que jugaron el Mundial fueron invitadas por la FIFA. Sin embargo, tan sólo cuatro selecciones europeas viajaron al país sudamericano: Bélgica, Francia, Rumanía y Yugoslavia. La crisis económica, el largo desplazamiento y el hecho de que los principales clubes europeos perdieran a sus mejores jugadores durante un tiempo, hicieron que muchos países no quisieran viajar a Uruguay.

El nivel futbolístico fue muy elevado. El éxito del Mundial fue desmedido, una verdadera fiesta deportiva, siendo la consumación del sueño de muchos jugadores y aficionados al mundo del fútbol. Sin embargo, a pesar de la gran rivalidad que encontró la anfitriona en su camino por llegar a la final, Uruguay pasó todas las rondas con solvencia, hasta llegar a disputarse el torneo frente a Argentina. Con casi 100.000 espectadores en la final, disputada en el estadio Centenario, el partido se convirtió en la primera "encerrona" del mundo del fútbol.

La afición uruguaya, que ocupó de manera mayoritaria el estadio, extremó su comportamiento hasta rozar la peligrosidad para los jugadores visitantes. Argentina, que llegó ganando 1 a 2 al descanso, cambió radicalmente de cara en la segunda mitad. Fernando Paternoster, defensa titular con la albiceleste en la final, definía así su sentir al descanso del encuentro ante Uruguay: "Mejor que perdamos. Si no, aquí morimos todos", comentó a sus compañeros de selección en el descanso.

Luis Monti, una de las estrellas del combinado argentino, fue el que peor lo pasó en este partido:  "Monti estaba tan asustado que cuando se caía un rival al suelo se acercaba a él y lo levantaba", recordaba su compañero Francisco Varallo. "Si había algún problema con algún rival, la pólvora se iba a prender. Cuando volvimos a jugar el segundo tiempo, había más de trescientos militares con bayonetas. Desde luego, a nosotros no nos iban a defender", reconoció el propio Monti.

Pasó lo que tenía que pasar. En la segunda mitad, Uruguay le dio la vuelta al marcador y se llevó la victoria por 4 a 2, convirtiéndose en el primer campeón del mundo de la historia. Uruguay levantó la primera Copa del Mundo, un trofeo denominado "Victoire aux Ailes d"Or" -"La Victoria de Alas de Oro"-, una estatua de 30 centímetros de altura que se encargó de recoger el capitán del combinado uruguayo, José Nazassi. Uruguay entraba en la historia como la primera selección capaz de ganar un Mundial.

Corría el año 1924. Por aquel entonces, se disputaban los Juegos Olímpicos de París, y la final del torneo de fútbol, disputada entre Uruguay y Suiza -vencieron los sudamericanos por 3 a 0- fue una verdadera revolución en el mundo del fútbol: más de 50.000 personas acudieron a ver la final de un campeonato que levantó una fenomenal espectación entre los aficionados al balompié. Sin embargo, en los Juegos de Amsterdam de 1928 no sucedió lo mismo, pues muchas naciones decidieron no asistir. Era el momento de crear un torneo internacional de fútbol.