Sebastian Vettel, el niño mimado de Red Bull, se sale con la suya

Sebastian Vettel era el tercero en las apuestas, pero el primero en su escudería. En la clasificación general aparecía por detrás de Fernando Alonso y de su compañero de equipo, Mark Webber, con más puntos que él, pero todos sabían que el Mundial se iba a decidir en Abu Dabi. A la pole le siguió la victoria y la mala carrera de Alonso, y gracias a esa combinación de factores se convirtió en el piloto más joven en conquistar el título de campeón del mundo de Fórmula 1. Una recompensa para el trabajo de todo un año de Red Bull, que si no disponía del mejor piloto, porque eso es discutible, sí de los coches más rápidos. La escudería austríaca apostó por él y obtuvo sus frutos.  De Vettel, el 'protegido' ya hablan como el heredero del gran Michael Schumacher. 

Puede que sea el fuerte carácter competitivo alemán lo que le ha llevado a mantener una dura pugna dentro y fuera de la pista con su compañero y rival, Mark Webber. Vettel ha demostrado el talento de otros jóvenes que llegaron hace poco al 'gran circo' como el propio Alonso o Hamilton, y que con un buen coche puede hacer grandes cosas y ser un duro rival para los próximos años. Con 23 años y 135 días, el germano se encontró con un premio casi inesperado en Abu Dhabi, donde arrebató la gloria a Fernando Alonso, confirmando en el momento decisivo que el 'RB6' era el mejor coche de la parrilla.

Además, la escudería austríaca vio como, al igual que le sucediese a McLaren hace dos años con Lewis Hamilton, su 'niño', por el que ha apostado desde sus prometedores inicios, le daba el éxito a un equipo joven, con tan sólo seis años de existencia y que ha firmado un merecido doblete.

Una cadena de récords

Como es habitual, el de Heppenheim empezó pronto a competir en los 'karts' y empezó a ofrecer su capacidad al volante conquistando 18 de las 20 carreras del Fórmula BMW Alemana de 2004 y en 2005 fue el mejor 'rookie' de la Fórmula 3 Euroseries, que se adjudicó Lewis Hamilton. Los ojos de los mejores equipos de la parrilla de la Fórmula 1 se fijaron rápidamente en él y Vettel debutó en una sesión de libres, en Turquía en 2006, con apenas 19 años y a los mandos de un BMW-Sauber, con quien debutó en Indianápolis un año después en lugar del lesionado Robert Kubica.

El alemán dejó claro que no le gusta dejar pasar oportunidades y también fue el más joven en lograr puntuar en el Mundial, al finalizar octavo en esa carrera, y ese mismo año corrió otras siete pruebas con Toro Rosso, el equipo 'B' de Red Bull y con el que compitió todo el 2008, logrando la victoria en el Gran Premio de Italia, una vez más convirtiéndose en el más joven en hacerlo con 21 años y 73 días.

Tras este aprendizaje dio el salto a Red Bull, en principio una escudería con menos renombre, pero cuya progresión ha ido a la par de Vettel, ganador ya de cuatro carreras y brillante subcampeón del mundo, lo que le convirtió en la amenaza que este domingo en Yas Marina se convirtió en realidad tras diez 'poles' y cinco triunfos, los mismos que Alonso.

De este modo, el alemán, amante del humor inglés y de la música de los Beatles, se perfila como el heredero del 'Kaiser', algo que ya anunció la prensa de su país, que en sus inicios le calificó como 'Baby Schumi'.