Briatore, del mundo de la empresa a la Fórmula Uno

El italiano Flavio Briatore, que ha abandonado la escudería Renault F1 después de haber sido su director deportivo desde el regreso de ésta a la competición en 2002, llegó a la Fórmula 1 en 1989 como administrador de la escudería Benetton, procedente del mundo de la empresa, y en su carrera ha conseguido siete títulos mundiales.

Dos títulos mundiales con el alemán Michael Schumacher (1994 y 1995) y otros dos con Fernando Alonso (2005 y 2006), y tres de constructores, uno con Benetton en 1995 y dos con Renault (2005 y 2006), han sido sus logros en los veinte años que ha estado en la Fórmula 1.

Nacido en Verzuolo, Piamonte (Italia), el 12 de abril de 1950, este hijo de maestros cursó los estudios de aparejador, profesión que nunca ejerció y trabajó como instructor de tenis y de esquí, y con poco más de 20 años se convirtió en el hombre de confianza de Attilio Dutto, propietario de la fábrica de pinturas Paramatti.

A la muerte de este último en atentado en 1979, se trasladó a Milán para trabajar como agente de bolsa. Allí empezó a asesorar al conde Achille Caproni, con inversiones en casinos y hoteles en Italia, Yugoslavia y Kenia, para luego convertirse en el gestor de su imperio, que alcanzaba la recién adquirida Paramatti y el holding Compañía General Industrial (CGI).

Por unos asuntos de dudosa legalidad de esos años en Milán, relacionados con millonarias partidas de póquer, fue condenado a tres años de prisión y en Bérgamo a año y medio de prisión, pero no llegó a ingresar en la cárcel al beneficiarse de una amnistía.

En 1989 dio el salto a la Fórmula 1 como administrador delegado de 'Benetton Formula Limited'

Fijó su residencia en Saint Thomas, en las Islas Vírgenes, donde abrió una franquicia de marca de ropa Benetton, a cuyo propietario conocía y con el que trabajó desde su paso por Milán. El éxito conseguido le llevó a la dirección de las operaciones americanas de Benetton, llegando a establecer hasta 800 tiendas más de esta marca en Estados Unidos.

En paralelo expandió sus negocios con la adquisición de parte de la exclusiva discoteca neoyorquina 'Regines'. Lo fructífero de su imperio le permitió adquirir varias viviendas en Nueva York, París, Atenas y una mansión en Kenia, así como un yate y un avión privado.

En 1989 optó por dar el salto a la Fórmula 1 como administrador delegado de 'Benetton Formula Limited', la empresa que gestionaba la escudería Benetton. Briatore consiguió en septiembre de 1991 el fichaje del joven piloto Michael Schumacher, quien le dio a la escudería los títulos mundiales de pilotos en los años 1994 y 1995, el primero con motores Ford y el segundo con Renault, así como el de constructores en 1995.

En esos años intermedió en las ventas de la escudería Ligier a Alain Prost (1996), de la marca de zapatos Kickers o de la farmacéutica Pierrel. También, a finales de los noventa, abrió la discoteca 'Billionaire' en Cerdeña.

Briatore salió de la dirección del equipo Benetton a finales de septiembre de 1997, mediada la temporada, puesto en el que le sustituyó el británico David Richards (presidente de Prodrive), y se asoció con Bernie Ecclestone, director ejecutivo de la Administración de la Fórmula 1 (FOM), para dirigir la nueva empresa de motores Supertec Sport Mécachrome, que gestionaba y fabricaba los motores no oficiales de Renault, que desde 1998 abasteció a las escuderías Williams, BAR y Benetton.

Se encargó de la contratación de Fernando Alonso a finales de 2000

En el año 2000 regresó al mundo de las escuderías de la mano de Renault, que había decidido su vuelta a la Fórmula 1 al adquirir en marzo el equipo Benetton, aunque durante dos años mantuvo el patrocinio de la marca de ropa.

Desde su puesto de director general de la escudería Renault Sport (Reino Unido), se encargó de la contratación a finales de 2000 del joven piloto español Fernando Alonso, por cinco años, aunque lo cedieron un año a Minardi para rescatarlo al siguiente como probador.

Su misión fue la de reorganizar la nueva escudería Renault para ponerla en disposición de ser una de las punteras en el plazo de dos años.

Además, se encargó en distintos momentos de la representación de pilotos, entre ellos Alonso, el italiano Jarno Trulli, el australiano Mark Weber o el francés Franck Montagny.

Vivió su etapa dorada con el doblete de Alonso

En 2003, año en el que Alonso ganó el GP de Hungría y se convirtió en el piloto más joven en hacerlo, Briatore se hizo con el control absoluto de la escudería Renault al sumar a su puesto de máximo responsable de la escudería en su factoría británica de Enstone el de 'managing director' de Renault F1 Francia (Viry-Chatillon).

Como director de la escudería Renault vivió su etapa dorada en 2005 y 2006, años en los que hizo doblete al conquistar el título de pilotos, con Fernando Alonso, y el de escuderías. En 2008 recuperó como piloto a Alonso, tras el fugaz paso de éste por McLaren-Mercedes, aunque ni el R28 ni, el R29 han permitido regresar a la escudería a la senda del triunfo.

El miércoles Renault anunció la salida de Briatore de la dirección de la escudería, que está inmersa en una investigación por parte de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) tras la acusación de su ex piloto Nelsinho Piquet de haber estrellado su monoplaza en el GP de Singapur (2008) para favorecer a su compañero Alonso.

Contrajo matrimonio en junio de 2008 con la modelo y presentadora italiana Elisabetta Gregoracci. Antes había sido objeto de la prensa del corazón por sus relaciones con la cantante Iva Zanicchi o las modelos Naomi Campbell y Heidi Klum, con la que tuvo una hija (Leni), en 2004.