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Mosley decide hoy si se convierte en 'inmortal'
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EL PRESIDENTE DE LA FIA CRECE ANTE LAS CRÍTICAS

Mosley decide hoy si se convierte en 'inmortal'

El presidente de la FIA, Max Mosley, de 69 años, continúa en pie de guerra. Una lucha personal y por su dignidad, que poco o nada

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Mosley decide hoy si se convierte en 'inmortal'

El presidente de la FIA, Max Mosley, de 69 años, continúa en pie de guerra. Una lucha personal y por su dignidad, que poco o nada tiene que ver con el mundo del automovilismo. Su orgullo está tocado y ayer dio marcha atrás a sus intenciones de no presentarse a la reelección de octubre. Se ve con fuerza y su ‘ego’ está por encima de cualquier deporte o competición. A pesar de que el primer ‘disparo’ en la batalla de la F1 irá hacia él, sabe que cuenta con los apoyos suficientes como para seguir al mando de la FIA hasta 2013 -como poco-, una organización que no ha impedido una desestabilización inédita en el ‘Gran Circo’. Hoy se reúne en París con los miembros del Consejo Mundial para discutir todo ello.

Se hace fuerte ante la adversidad. Críticas, críticas y críticas hacia un hombre que se escuda en su sillón y en los presidentes de federaciones nacionales que le dan el beneplácito en las urnas desde 1991. Italia y España son de las pocas voces que se han mostrado preocupados por la política llevada a cabo desde la presidencia de la FIA. Italia tiene a Ferrari y España a Fernando Alonso y a una escudería –Campos META- que navega actualmente en la incertidumbre de si correrá en la auténtica Fórmula 1 o en una donde no estén los grandes equipos.

En mayo de 2008 Mosley declaró que no se presentaría a la reelección del presente octubre. "Sin embargo", advirtió, "a la vista del ataque al mandato que me habéis confiado, debo pensar si mi primera decisión de no optar a la reelección era la correcta". El británico se tomó ayer la molestia de redactar una carta y hacerla pública. En ningún momento hace referencia a que sea por el bien de la competición, sólo por el de su integridad y el organismo que dirige, "es un ataque contra el derecho de la FIA a regular el Mundial de Fórmula 1 y, lo que es peor, una crítica injustificada y un desafío directo a la estructura y al objetivo de la FIA”. Desafío, ataque… palabras que afectan a un círculo cerrado mientras los millones de aficionados continúan mirando –más que nunca- como meros espectadores el debate por saber quién tiene razón.

En los últimos 15 meses su fama ha subido como la espuma. En marzo de 2008 los no tan seguidores de la Fórmula 1 conocieron el nombre del presidente de la FIA gracias a las fotografías publicadas por News of The World de su orgía sadomasoquista de índole nazi. Con la cabeza bien alta y a pesar de que nadie le apoyó, se mantuvo en el cargo. Este año está siendo el principal protagonista de la pelea y división de la Fórmula 1. La grieta es tan grande con los equipos que hasta la FOTA ha filtrado a la prensa su calendario de cara al año próximo (ver noticia).

Y mientras, su amigo Bernie Ecclestone cruza los dedos porque no continúe en el cargo, si su competición continúa resquebrajándose. Muchas libras en juego para perderlas sólo porque un 'tipo duro' no retroceda y haga un pacto con las escuderías. El magnate de la F1 no ha actuado en público para mediar en el conflicto. Primero se mostró del lado de la FIA (brazo ejecutor de Ecclestone) y ahora en una posición más neutral viendo que ‘su juguete’ se la ha ido de las manos. Y

El presidente de la FIA, Max Mosley, de 69 años, continúa en pie de guerra. Una lucha personal y por su dignidad, que poco o nada tiene que ver con el mundo del automovilismo. Su orgullo está tocado y ayer dio marcha atrás a sus intenciones de no presentarse a la reelección de octubre. Se ve con fuerza y su ‘ego’ está por encima de cualquier deporte o competición. A pesar de que el primer ‘disparo’ en la batalla de la F1 irá hacia él, sabe que cuenta con los apoyos suficientes como para seguir al mando de la FIA hasta 2013 -como poco-, una organización que no ha impedido una desestabilización inédita en el ‘Gran Circo’. Hoy se reúne en París con los miembros del Consejo Mundial para discutir todo ello.

Bernie Ecclestone Fórmula 1