Cómo afecta la crisis a la Fórmula 1

La palabra de moda, 'crisis', engloba a todo tipo de negocios, desde una tienda de barrio hasta uno de los espectáculos más caros de organizar en todo el mundo. La Fórmula 1 vive su particular crisis y los que viven en ella comienzan a buscarse las habichuelas por otro lado o proclaman hacer reajustes. Para la escudería japonesa Super Aguri no había nada que hacer y tuvo que retirarse de la competición. La mayoría de pilotos probadores se busca un ‘segundo trabajo’, los nuestros, Pedro Martínez de la Rosa -de McLaren Mercedes- y Marc Gené -de Ferrari- no viven sólo de las escasas pruebas que realizan con sus equipos. Mientras que desde arriba, piden recortar gastos a las escuderías de forma inmediata, como declaró a principios de julio el polémico Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).

En una carta enviada a todos los directores de equipo, Mosley considera "inaceptable" que las marcas empleen hasta mil personas para controlar un equipo de dos coches, y también que la Fórmula Uno siga con el combustible corriente frente a los problemas de energía que hay en todo el mundo. Quiere reducir a la mitad los costes de los equipos constructores de monoplazas -como Ferrari o Renault- y también el de los equipos clientes -los casos de Toro Rosso y el desaparecido Super Aguri-, que participan en la competición para ser viables económicamente, aunque sin que ello repercuta en el espectáculo deportivo. También este cambio de la normativa se centra en seguir con el trabajo iniciado con el sistema KERS -sistema de recuperación de energía kinética- y extraer la mayor cantidad de energía del menor combustible posible. Así, en ese sentido Mosley desea ver un descenso del 50 por ciento en el consumo de combustible en 2015 sin que se vean reducidas las prestaciones de los monoplazas.

Los pilotos son los más afectados dentro de los astronómicos sueldos del ‘Gran Circo’. Salvo Fernando Alonso, el sueldo de los pilotos de la parrilla se percibe en dólares y no en euros (por tradición). Desde hace dos años, la moneda norteamericana pierde a gran velocidad terreno con respecto a la europea (ayer un euro se cobraba a 1.59 dólares) y, mientras, las escuderías tan contentas. Marc Gené indicó hace unas semanas al diario Marca que “ahora sólo hacemos simulador y alguna prueba aerodinámica, por eso buscamos otras ocupaciones como yo con Peugeot en las 24 horas de Le Mans y ¡encima pagan en euros!”. A Pedro de la Rosa le ha venido muy bien la inversión del Banco Santander en la Fórmula 1 porque ha protagonizado algún anuncio. Además, en todos los grandes premios le podemos escuchar en su ‘otro’ curro, comentarista para Tele 5. En este apartado, Lewis Hamilton (3 millones de dólares anuales) está como loco por sus contratos con Reebok y Pepsi. Para ello ha tenido que decir a su padre que sólo sea su manager deportivo, no comercial, y pedir permiso a Ron Dennis. Desde la escudería se le ha dado el OK para tener contenta a su estrella y no tener que subir su ficha.