Chaparro quiere 'partir el bacalao' en el Betis

A día de hoy, la renovación de Paco Chaparro como entrenador del Real Betis se encuentra en el tejado. El técnico que sacó in extremis al Betis del descenso el pasado año y que la presente temporada ha vuelto a tirar de flotador cuando el equipo con Héctor Cúper volvía a encontrarse con el agua al cuello, no piensa arrojarse a los pies de la dirigencia bética en demanda de una renovación. Todo lo contrario. Sabedor de tener las espaldas cubiertas por una afición que le respalda y que, por fin, respira tranquila, el Chapa quiere poner delante de Lopera un pliego de condiciones antes de estampar su firma.

Chaparro, técnico ambicioso, está convencido de ‘hacer algo grande’ con el Betis, pero necesita una serie de condiciones mínimas. Una base. Como si dice por Andalucía, ‘partir el bacalao’. El entrenador quiere supervisar “absolutamente” todos los fichajes. Que no le den gato por liebre, como sucedió con otros entrenadores. Chaparro desea del orden de cinco o seis nuevos jugadores: tres defensas, dos medios y, a ser posible, un delantero. En su círculo más íntimo, el veterano técnico asegura que, si llegan los jugadores que él conoce y pedirá, el Betis no sólo no pasará apuros en la próxima Liga, sino que será un equipo que causará más de un dolor de cabeza a los adversarios.

Para ello, Chaparro exigirá influir en las altas y en las bajas. El técnico sabe que en el vestuario sobran algunas estrellas. No quiere a Odonkor, internacional alemán, y tampoco haría un funeral si se marcha Rafael Sobis, fijo con Brasil que entrena Dunga. Quiere que no haya problemas contractuales con Edú y se muestra más que satisfecho con el rendimiento ofrecido por Mark González y el argentino Pavone. De éste alaba su enorme esfuerzo por mejorar los conceptos técnicos. El ex jugador de Estudiantes de La Plata, que no se destaca precisamente por su virtuosismo, en las últimas semanas ha realizado sesiones vespertinas y en solitario para mejorar su técnica de control, pase y desplazamiento. La mejora ha sido notable y el esfuerzo ha conmovido a Chaparro, que al referirse a Pavone ha dicho: “Es de los nuestros”.

No será fácil el acuerdo con las jerarquías del Betis. El martes mismo, el presidente del club, Pepe León, ponía un jarro de agua fría al asunto al decir que, “con un (técnico) rumano, el Betis lo habría cesado tras perder contra el Depor, el Recreativo o el Levante, pero el entrenador era de la casa y no pasó nada”. Un entendimiento con Lopera se hace harto complicado, pues al máximo accionista le gusta decir la última palabra en todo lo que concierne a ‘su’ equipo. Él y sólo él, nadie más, por muy Chaparro que se ponga. Habemus culebrón.