El último trago del 'Burrito' Ortega

La gran apuesta de Diego Simeone para 2008 en su nueva andadura en River Plate se llama Ariel Ortega. En Mar del Plata, la misma ciudad en donde el 'Burrito' sufrió la crisis más severa en su lucha contra el alcohol, el 'Cholo' enfoca sus energías en recuperar al mejor jujeño con el afán de que sea determinante en la búsqueda de los objetivos de esta temporada: la conquista del Clausura 08 y de la tan resistida Copa Libertadores.

Hace un año y 13 días, el 'Burrito' tocaba fondo en plena pretemporada con el primer equipo de Daniel Passarella. Justo cuando el 2007 parecía que había comenzado bien para Ortega, y apenas 24 horas después de ser la figura y el autor de un gol en el estreno del verano contra Racing de Avellaneda, el ídolo de los aficionados Millonarios se zambullía en su peor pesadilla. El domingo 14 de enero del 2007, en plena jornada libre para los jugadores de la plantilla, Ortega protagonizaba una dura discusión familiar que sería el detonante de una nueva recaída. Del Hotel Costa Galana salió enojado, con prisa, aunque sobrio. Muy distinto al estado en el que varios testigos lo vieron regresar a altas horas de la noche. Se temió por su vida. "Así no podés seguir, tenés que volverte a Buenos Aires", le dijo entre lágrimas, casi como un ruego, el entrenador Daniel Passarella. Y Ariel se fue. "Estoy mal, hoy el fútbol está en un segundo plano", confió entonces.

Acompañado por el doctor Luis Seveso, Ortega se marchó en coche a Buenos Aires, en donde comenzó un tratamiento ambulatorio contra su adicción. Una vez más, la carrera profesional de Ortega había llegado a su final. Sin embargo, dueño de un físico privilegiado y de un talento sólo apto para iluminados, logró rehabilitarse -previa internación en Chile- y terminó el año jugando y siendo uno de los futbolistas de más alto nivel del equipo. Hoy está en armonía, disfruta de su familia y es feliz chutando un balón. "La lucha es día a día", dice, repite, afirma el Burrito.

Simeone, consciente de todos estos vaivenes del jujeño, quiere gozarlo en su mejor versión, como cuando eran compañeros en la selección albiceleste. Para motivarle, el entrenador no sólo le ha dado la titularidad sino que lo ha elegido capitán del equipo, lo que representa dos lecturas: una, que le ha dado una gran responsabilidad y quiere ver si Ortega dará la talla y estará a la altura del profesionalismo que exige el brazalete. Y la otra, que confía en su talento y en la ascendencia que tiene sobre el resto de los jugadores del colectivo para sacar a River de una de las crisis futbolísticas más profundas de su historia. Con Ortega en forma, Simeone sabe que tiene gran parte del problema resuelto...

El Cholo quiere que todos los futbolistas se encolumnen detrás de Ariel. Y Ortega volvió a sentirse útil en un campo de fútbol. El 'Burrito', a los 33 años, sabe que esta puede ser su última gran oportunidad. Simeone no será condescendiente con él si tuviera una recaída o si no se comprometiera con el equipo. Y Ortega no quiere dejar pasar esta oportunidad. Quiere volver a ser el que fue y disfrutar de sus últimos años de futbolista al máximo.