El zasca en directo del presentador de los Oscar al saber que Donald Trump estaba viendo la gala: "¿No se pasó tu hora en la cárcel?"

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Donald Trump irrumpió en la gala de los Premios Oscar por unas palabras que no pasaron desapercibidas para Jimmy Kimmel, el cómico que fue conductor de la ceremonia por cuarta vez consecutiva. Conocido por presentar el talkshow de la cadena ABC, paró la ceremonia en pleno directo para contestar al expresidente de Estados Unidos.

Las críticas vertidas por parte del magnate neoyorkino fueron bastante duras. "¿Ha habido alguna vez un peor presentador que Jimmy Kimmel en los Oscar?", se preguntaba Trump desde su red social Truth. Tras atacar el papel del presentador, su censura no terminó ahí. "Una persona inferior a la media que se esfuerza demasiado por ser algo que no es y que nunca podrá ser", dijo en relación con el monólogo de apertura de los Oscar.

La Academia de Hollywood también sufrió las palabras del expresidente. El candidato republicano aseguró que los premios deberían ser entregados a gente que de verdad lo merezca. "Es un programa políticamente correcto, realmente malo esta noche, y durante años: inconexo, aburrido y muy injusto", espetó, sin ningún remordimiento en decir lo que pensaba, aunque sus comentarios pudieran herir la sensibilidad de los académicos y responsables del evento cultural más importante del cine.

La respuesta de Jimmy Kimmel

El presentador Jimmy Kimmel se salió del guion y quiso devolver el golpe a Trump antes de que se anunciara el galardón más esperado, el de mejor película, una victoria que fue directa para Oppenheimer, gran vencedora de la noche con siete estatuillas doradas.

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R. Badillo

Lo hizo para contestar a Trump en directo, no sin antes agradecer que hubiera dedicado su tiempo para ver la gala. "¿No le ha llegado la hora de irse a la cama... o la cárcel?", expresó en tono irónico. De esta forma tan peculiar cerró su intervención en los Premios Oscar, una que se vio alabada por una sonora ovación por parte de las estrellas asistentes en el Dolby Theatre de Los Ángeles, en Estados Unidos.