El campo español se rebela frente a los Goya: "No nos han dejado traer el tractor"

• Premios Goya 2024, en directo: ganadores y actuaciones
• Nominados a los Premios Goya 2024: lista completa
• De '20.000 especies de abejas' a 'La sociedad de la nieve': dónde ver las películas nominadas de los Premios Goya 2024

"Venimos del pueblo de aquí al lado, de Olmedo. Esta mañana hemos intentado salir y la policía nos ha preguntado si íbamos a Valladolid. No nos ha dejado sacar el tractor, el dispositivo policial es desproporcionado". Así de tajante se muestra José Narciso, un agricultor que se ha desplazado desde el municipio castellano de Olmedo, a unos 45 kilómetros de la capital. Mientras en el interior de la Feria de Muestras de Valladolid desfilaban las estrellas de los Goya por la alfombra roja, una bandera de España de treinta metros de longitud era desplegada por los más de trescientos agricultores, ganaderos y demás trabajadores y empresarios de los municipios de la comarca de Valladolid e, incluso, de otras provincias de Castilla y León.

Ataviados mayoritariamente con chalecos amarillos, han llenado el ambiente de los Goya de silbatos, cacerolas y petardos bajo la atenta mirada de los cuerpos de policía, que según cifras de la subdelegación del gobierno, han movilizado a más de 13.000 agentes durante todo el fin de semana en la ciudad pucelana. La mayoría de las quejas eran relativas a la enorme burocracia y a las barreras administrativas que se imponen a los productos como el cereal y el grano, pero también las frutas y verduras. "La ley de cadena alimentaria ha hecho disparar los costes de producción, lo que nos aboca a pérdidas porque nuestro producto no puede competir con el que viene de países extranjeros como Egipto o Ucrania, a los que no exigen tantos controles fitosanitarios y burocráticos", comenta José Narciso.

Juan Ramón Alonso, presidente de ASAJA Valladolid, admite que es una situación muy perjudicial para los miles de agricultores del campo español. La cosa viene de atrás. "Las políticas que imponen desde Bruselas van en contra del mundo rural, en contra de sus costumbres y forma de vida", señala en una de las tardes más frías de este invierno en Valladolid. "Hay muchos intereses en nuestra contra, quieren reducir nuestra actividad y no han hecho caso a nuestras demandas. Vamos a peor".

"Ser agricultor o ganadero ha dejado de ser rentable, nos estamos jugando el futuro del sector"

Las protestas, que desde el martes han recorrido toda la geografía española, y antes Europa, han tomado como centro Valladolid este sábado debido a que toda la atención de los medios de comunicación está puesta en los Goya. "Hoy no era el día para colapsar Valladolid", afirma Javier, un joven ingeniero agrónomo del municipio de Pollos que se lamentaba de la falta de futuro para las nuevas generaciones de la comarca. "Se ha generado una imagen muy mala del mundo rural, hay muchos prejuicios. No queremos enturbiar la celebración de los Goya, tan solo pedimos revertir unas medidas que son injustas para los que habitan el mundo rural. El 37% de la población de este país mantiene al resto, y solo buscamos dignidad y que escuchen nuestras demandas".

TE PUEDE INTERESAR

La agenda verde choca con las 'manifas' de tractores: la cuadratura del círculo de la UE

María Zornoza. Bruselas

"Queremos producir en las mismas condiciones que el resto de países", señala Alonso. "Nos estamos jugando el futuro del sector, pero después de estas protestas hay germen para el cambio. Ser agricultor o ganadero ha dejado de ser rentable. ¿Cómo van a querer nuestros jóvenes tomar el relevo si tienen que enfrentarse a un montón de barreras burocráticas impuestas por Bruselas?", se pregunta. A pesar de que el representante de ASAJA, al igual que el resto de entrevistados, deja claro que el problema en mayor medida viene de las medidas impuestas por la Unión Europea, "los gobiernos nacionales de los países comunitarios tienen un margen muy amplio para cambiar la situación. Todos los males emanan de la Agenda 2030 que han aprobado todos los partidos políticos de todos los países, excepto Vox".

El porqué de las protestas

Se escuchan voces que provienen de todos lados. La inmensa mayoría, de tierras castellanoleonesas como Tordesillas, Ciguñuela, Capillas o los alrededores de Valladolid, pero también de otras comunidades colindantes como Aragón. Si hubo un común denominador a casi todos los testimonios consultados, ese fue el cereal. "Desde que la Unión Europea eliminó los aranceles a Ucrania estamos con el agua al cuello", se lamenta Eduardo, que acompaña a José Narciso en los inicios de la protesta.

"Tengo amigos que sí quieren quedarse en Castilla y dedicarse al campo, pero viendo en casa cómo está el cereal, no parece fácil"

Desde que el país en guerra entró a la lista de candidatos oficiales a formar parte de la Unión Europea se le concedieron algunos beneficios. Entre los principales, la exención arancelaria para importar sus productos a los países miembros. "Mientras los costes para producir en España subían y subían, otros países hacían llegar sus productos sin someterlos a las mismas condiciones de salubridad e higiene a las que nosotros estamos obligados. Y hemos tragado todo eso y más", resuelve Eduardo.

Junto a ellos se encuentra otra trabajadora del campo, Mónica. Esta última añade una nueva vertiente del problema: "Con el sistema electoral que tenemos, el voto que más pesa siempre es el de las grandes ciudades que no entienden el campo. ¿Cómo vamos a esperar que nuestros políticos legislen en favor de algo que desconocen?", se pregunta, de manera irónica.

Fernando, Matilde y Jesús acaban de llegar a la protesta. Son familia y vienen de Ciguñuela, un diminuto pueblo castellanoleonés que apenas llega a los 400 habitantes. El último de ellos, el primogénito de la familia, tiene 17 años. A diferencia de sus padres, no quiere dedicarse al campo, y ha optado por estudiar un grado para ser auxiliar de enfermería. Pero los problemas que se reivindican le son de sobra conocidos, y siempre añade comentarios consistentes y argumentados a las opiniones que profieren los suyos. "Tengo amigos que sí quieren quedarse en Castilla y dedicarse al campo, pero viendo en casa cómo está el cereal, no parece fácil", comenta, a la par que su madre asiente con la cabeza.

Son productores de cereal, y una vez más este recurso vuelve a copar la conversación. Se quejan de la falta de aranceles a países extranjeros, las limitadas barreras de salubridad para adquirir productos foráneos y las elevadas exigencias que, por el contrario, se le imponen al campo español. Si pudieran elegir eliminar uno de los dos grandes problemas de los que se quejan los agricultores patrios, la sequía o "los políticos" —se refieren a las consecuencias de la burocracia o la política agraria común—, se muestran seguros en que elegirían lo segundo. "Al menos es algo que está en nuestras manos cambiar", comenta Matilde, con un resoplido.

La gala de los Goya este año se recordará, en parte, por las protestas, y los manifestantes confían en que esa visibilidad que otorga el cine español sirva para algo. A pocos metros de la Feria de Muestras, en el Paseo Zorrilla, un hombre en una camioneta reparte patatas frente a una cola de gente bajo dicha pancarta: "Hoy no me puedo manifestar en mi tractor. La agricultura y ganadería de este país no tiene voz, pero tiene manos para trabajar. Y en pandemia no falló ni un solo día para que no faltase nada en vuestras mesas".