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Cómo acabar con el capitalismo en cinco pasos (cómicos)
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Cómo acabar con el capitalismo en cinco pasos (cómicos)

Los activistas Yes Men, expertos en suplantar la identidad de ejecutivos de multinacionales y altos cargos de organismos internacionales, estrenan su tercer filme

Foto: Mike Bonanno y Andy Bichlbaum en un fotograma del filme
Mike Bonanno y Andy Bichlbaum en un fotograma del filme

Yes Men es sinónimo mundial de ridiculización del capitalismo globalizado. Hablamos de los activistas Mike Bonanno y Andy Bichlbaum, agrupados bajo el nombre de guerra de Yes Men, que se hicieronpopulares hace una década (y al calor del movimiento antiglobalización) por su espectacular capacidad para el camuflaje y la performance política. O cómo hacerse pasar por directivos de multinacionales y altos cargos de organismos multilaterales para sembrar el terror (cómico) en telediarios y cumbres internacionales.

Tras The Yes Men (2003) y The Yes Men Fix the World (2009), documentales que recopilabansus mejoresgamberradas, Bonanno y Bichlbaum vuelven a la carga con un nuevo filme, The Yes Men Are Revolting, que se estrena en el Festival Documenta Madrid, que se celebra del 30 de abril al 15 de mayo.

He aquí las cinco acciones más célebres de Yes Men. O cinco pasos para acabar con el capitalismo mundial con un arma secreta: matarlo de risa.

Tunear a una Barbie

En el principio… fueron las Barbies. La primera suplantación de identidad de los Yes Men no fue con una persona real, sino con una muñeca. Corría el año 1993 y los Yes Men, bautizados para la ocasión como Barbie Liberation Organization, intercambiaron las cajas de voz de 300 Barbies por las de 300 G.I. Joe. Y procedieron a colocar los falsos muñecos en las jugueterías. Pronto había en los hogares norteamericanos decenas de Barbies enloquecidas diciendo: “Los hombres muertos no pueden mentir”. Y decenas de fornidos guerreros G.I. Joe espetando: “¿Te gustaría ir de compras”. Todo un intercambio de roles sexuales que provoco, suponemos, tanto el despiporre infantil como el estupor paterno. La juerga, vaya.

Dinamitar una compañía química (y un telediario)

He aquí uno de los episodios más bochornosos de la historia de la BBC. 2004, unmiembro de los Yes Men (Andy Bilchbaum) consigue hacerse pasar por un ejecutivo de la multinacional química Dow y ser entrevistado en uno de los informativos de la cadena pública británica. Poca broma: Era el veinte aniversario de un evento terrible -una subsidiaria de Dow había sidoacusada de matar en una explosión a unas 4.000 mil personas en la ciudad india de Bhopal- y el falso ejecutivo de Dow (que se presentó bajo el absurdo nombre de Jude Finisterra) procedió a asegurar en directo que su empresa se declaraba culpable por primera vez y procedía a pagar 12.000 millones de dólares a las víctimas. Para cuando se aclaró el embrollo, ya era tarde: Dow perdió una millonada en bolsa y a alguien le cayó una buena bronca en la BBC.

Tumbar a la OMC

Por increíble que parezca, los Yes Men participaron en varias conferencias internacionales sectoriales para, en sus propias palabras, “representar a la Organización Mundial de Comercio más honestamente de lo que ellos son capaces”. O sea, diciendo burrada tras burrada sin que nadie se extrañara especialmente. Así están las cosas.

Burlarse de una petrolera

En 2007, los Yes Men reaparecieron convertidos en representantes de la multinacional ExxonMobil en una conferencia petrolífera enCanadá. Y no optaron precisamente por la sutileza: ante una audiencia expectante formada por 300 ejecutivos de compañías petrolíferas, los performers anunciaron una gran catástrofe humanitaria causada por la extracción indiscriminada de petróleo, pero aportaron soluciones drásticas: transformar los muertos en oro negro, en un proyecto tecnológico bautizado como Vivoleum. La cosa acabó con los Yes Men siendo desalojados por las fuerzas de seguridad. El mundo no está aún preparado para el Vivoleum…

Volverse punk con la edad

La gracia del nuevo filme de Yes Men, donde recopilan sus últimas intervenciones, es que los activistas ya tienen una edad. Así que la película reflexiona sobre el momento en que todo militante empieza a plantearse si debería optar por una vida más sosegada.

No obstante, mientras meditan su retirada de los ruedos, los Yes Men vuelven a hacer de las suyas: suplantan en rueda de prensa a un alto cargo del Gobierno de los EEUU para anunciar un cambio drástico en las políticas sobre cambio climático. La cabra siempre tiraráal monte.

Yes Men es sinónimo mundial de ridiculización del capitalismo globalizado. Hablamos de los activistas Mike Bonanno y Andy Bichlbaum, agrupados bajo el nombre de guerra de Yes Men, que se hicieronpopulares hace una década (y al calor del movimiento antiglobalización) por su espectacular capacidad para el camuflaje y la performance política. O cómo hacerse pasar por directivos de multinacionales y altos cargos de organismos multilaterales para sembrar el terror (cómico) en telediarios y cumbres internacionales.

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