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Ignacio Estaregui: “Los superhéroes deberían encargarse de estos mangantes”
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'justi&cía', un filme contra la corrupción

Ignacio Estaregui: “Los superhéroes deberían encargarse de estos mangantes”

El director de 'Justi&Cía', analiza las claves de su filme, una historia de dos antihéroes cañís que se toman la justicia por su mano contra la corrupción

Foto: Alex Angulo y Hovik Keuchkerian en un fotograma de 'Justi&Cia'
Alex Angulo y Hovik Keuchkerian en un fotograma de 'Justi&Cia'

El sueño del español medio durante los últimos seis años: vengarse. Vengarse de banqueros, de políticos, de corruptos que se han reído en la cara de todos los ciudadanos engrosando sus arcas mientras la gente perdía sus casas, sus trabajos y sus ahorros.

Un sueño morboso que el cine ha materializado en dos ocasiones en los últimos meses. Primero fue Isaki Lacuesta el que presentó en el Festival de Cine de San Sebastián Murieron por encima de sus posibilidades, una comedia muy negra en la que se asesinabaa los culpables de la crisis económica.

Sin llegar al asesinato se presenta ahora Justi&Cia, la ópera prima de Ignacio Estaregui, que cuenta la historia de Justino y Ramón, o como se hacen llamar sus alter egos: Justi y Cia. Dos superhéroes cañís que impartirán justicia a todos aquellos que decidieron violar la ley para lucrarse.

La frase promocional del filme ya es toda una declaración de intenciones: “Tú lo has pensado, ellos lo han hecho”. Y a pesar de que estos superhéroes se conviertan en fugitivos de la justicia el espectador no puede más que simpatizar con ellos e incluso envidiarles, una de las intenciones de su director, tal como confiesa a El Confidencial.

“He querido fantasear y dar al espectador ese antihéroe con el que empatizar y pasar un rato agradable viendo cómo seda un correctivo a estos ladrones”, cuenta Ignacio Estaregui.

Sin dar nombres la película está plagada de guiños a la actualidad política, como ese político al que hacen tragar el confeti en el que se había gastado el dinero público, e incluso se anticipan a la realidad. Otro de los corruptos se gasta un pastizal en puros, como si poseyera una tarjeta black de Caja Madrid.

“Lo que se cuenta es ficción, así que cuando me dicen que si el filme hace apología de la violencia yo digo: ¡Qué mal tenemos que estar para que lo que ocurre en el filme se vea factible, qué triste!”, critica el realizador que confiesa que por desgracia en el tema de la corrupción la realidad ha superado a la ficción.

Una director en paro

Tan importante como la historia que cuenta Justi&Cia es la que hay detrás de su creación. Un proyecto en el que la vida de su director y la de sus personajes se dan la mano y establecen un diálogo sobre la situación del país y de la industria audiovisual española.

Con 35 años, Ignacio Estaregui se queda sin trabajo. Él y sus compañeros en la productora son despedidos. Una situación que cambió su forma de ver la crisis: “Comprendes que tu futuro depende de ti y tomas conciencia de lo que pasa a tu alrededor. No es que antes no la tuviera, pero seamos sinceros, yo tenía mi sueldo, me compraba mis películas a final de mes… Y estando en el paro te das cuenta de que esto funciona mal, en parte porque nos están robando”, recuerda el director sobre su experiencia.

En aquel momento Estaregui toma una decisión arriesgada: capitaliza el dinero de la subvención por desempleo, acude a un concurso de televisión donde gana 10.000 euros y pide ayuda a amigos y familiares para crear una película que hable, precisamente, de la crisis.

“Este proyecto nace de la ansiedad de querer contar algo y hacerlo lo antes posible, y de sobrevivir. Si lo hubiera pensado no hubiera hecho muchas de las cosas que he hecho”, se sincera el realizador.

El resultado es un filme autofinanciado (en el que ahora ha entrado la televisión autonómica de Aragón), y del que mandó el guion a sus dos actores principales con una oferta económica por debajo de su caché, pero ambos se enamoraron de la historia,yEstaregui de ellos: “Hovik si tiene suerte va a llegar donde quiera, y Alex era una buenísima persona, su personaje reúne sus dos facetas: ser buena gente y ser buen actor, es el regalo más bonito que se puede hacer al público”.

A pesar de que consiguió su sueño de realizar el filme, Ignacia Estaregui tiene claro que no repetiría esta forma kamikaze de sacar adelante un proyecto: “Esto es el fruto de la necesidad de hacer algo, de tener una carta de presentación”.

El sueño del español medio durante los últimos seis años: vengarse. Vengarse de banqueros, de políticos, de corruptos que se han reído en la cara de todos los ciudadanos engrosando sus arcas mientras la gente perdía sus casas, sus trabajos y sus ahorros.

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