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La familia de gánsteres que cambió la televisión para siempre
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15 años de la primera temporada de 'los soprano'

La familia de gánsteres que cambió la televisión para siempre

La serie creada por David Chase y emitida por HBO cumple 15 años de su primera emisión. Su influencia en toda la televisión posterior es indudable

Foto: Imagen promocional de 'Los Soprano'
Imagen promocional de 'Los Soprano'

El mejor cine se hace en televisión. La gente se ha cansado de escuchar esta frase los últimos años gracias a productos como Mad Men, Breaking Bad o The Good Wife. Series cuidadas hasta el último detalle que nada tienen que envidiar a las películas que llegan a las salas. Al revés, ellas son las que dan envidia a medio Hollywood.

El espectador se ha acostumbrado a la calidad de la ficción americana, pero no siempre fue así. Hace 15 años el contexto televisivo era muy diferente, y escuchar que un producto hecho por un canal de pago era mejor que las superproducciones escocía mucho en la industria.

La cadena era HBO, el primer canal por cable de la historia de la televisión americana, que vivió su auge a finales de los años 90 gracias a sus productos de ficción propia. El 10 de enero de 1999 veía la luz el capítulo piloto de una de sus apuestas más ambiciosas: Los Soprano. Una serie sobre el líder de una banda mafiosa que, sin pretenderlo, cambió la televisión para siempre.

El estándar de calidad de cualquier producto empezó a mirarse con otros ojos por culpa de la obra creada por David Chase. Con James Gandolfini a la cabeza, la serie se convirtió en un fenómeno de culto, a pesar del pequeño porcentaje de población americana que podía disfrutar de las aventuras de Tony Soprano. Su emisión en el resto de países convirtió a la serie en el espejo en el que todos querían mirarse.

HBO subió al pedestal de la producción televisiva de calidad y, desde entonces, mira desde arriba lo que ocurre en el resto de cadenas.

En España fue Canal+ la que se encargó de traer esta familia de gánsteres a los espectadores. Su director, Miguel Salvat, ha hablado con El Confidencial y recuerda cómo este homenaje al cine supuso la creación de un icono cultural americano. Para Salvat no hay duda: “Los Soprano es el producto audiovisual más importante del siglo XXI”.

La trascendencia de la serie creada por Chase reside, en palabras del director de la cadena de pago, en que supuso “la confirmación de la apuesta de HBO por la producción propia original”.

Después de Tony Soprano

Desde finales de los 90, la ficción televisiva comenzó su evolución. Sexo en Nueva York o Los Soprano marcaron un punto de inflexión en las series. Cada una en su género rompió las normas establecidas: “Los Soprano consiguió que se creara una brecha muy grande entre los canales de pago y los que emitían en abierto, ya que la legislación para cada uno de ellos es diferente respecto al uso en sus programas del sexo, la violencia o el lenguaje. Eso HBO lo utilizó muy bien y el resto de canales como Canal+, que apostamos por una estrategia como la suya, nos hemos aprovechado de ello”, apunta Miguel Salvat.

David Chase, creador de 'Los Soprano' (Paramount Vantage)Para el director de Canal+ es importante destacar que el canal de cable americano no nace con la serie de David Chase, igual que el creador de Los Soprano no nace con HBO. Recuerda para ello unas palabras que escuchó del actual presidente de la cadena, Richard Plepler, que aseguraba que el programa más importante de su historia no era la serie de James Gandolfini, sino El show de Larry Sanders. Un programa parodia de los late nights americanos que estuvo en antena desde 1992 a 1998. “Gracias a él se confirma que existía otra forma diferente de contar historias. Mandó un mensaje a los creativos de que otra televisión era posible. Ese lugar era HBO”.

Una opinión que comparte Rodrigo Fresán cuando escribe en el libro Los Soprano forever (Editorial Errata Naturae) que "no pasa semana sin que algún intelectual de renombre diga eso de que si Cervantes/Shakespeare/Austen/Dickens/Dumas/Proust viviera, hoy estaría escribiendo guiones para la HBO o algo por el estilo".

No sólo fueron los grandes nombres que la cadena consiguió tener en nómina, sino también la libertad que les dejó en la creación de los guiones lo que consolidó la apuesta de HBO, como recuerda Juan Zavala, director de comunicación de TNT. "La clave es que HBO dio libertad a creadores como David Chase o David Simon en una industria en la que tradicionalmente eran los ejecutivos quienes tomaban las decisiones. Por otra parte, en un momento en el que el cine se hacía más comercial y se iba orientando a un público adolescente, HBO supo ganarse a un público adulto que, en cierto modo, empezaba a quedarse huérfano de una ficción que le pudiera interesar".

Sin Larry Sanders y sin Los Soprano no hubiéramos conocido después a Walter White o a Don Draper. El resto de canales han crecido a la sombra de HBO, y ahora incluso se atreven a mirarle a la cara.

Influencia cultural

En su inicio, Los Soprano fue considerada por muchos como un homenaje al cine de gánsteres. Las citas y referencias a El Padrino eran constantes y el propio David Chase llegó a decir que Uno de los nuestros era como el Corán para él. De hecho, hasta 27 actores de la película actuaron durante las seis temporadas de la serie.

Se trata de una actualización de la visión que triunfó con los filmes de Coppola y Scorsese. El negocio es una de las partes importantes de la serie, pero también lo es la familia real, como opina Miguel Salvat: “Lo cotidiano es muy importante en la serie. Es la mafia en tiempo de psicoanálisis y prozac”.

Una actualización del mejor cine negro en blanco y negro, según escribió Fernando R. Lafuente en Los Soprano forever: “Sigue esa estela pero en color, en un color sombrío, expresionista y marrullero; desencantado, ajado y roto”. Por primera vez, las series se alejaban de las fórmulas estereotipadas del pasado y apostaban por algo diferente. "Ya no tenían que tener un ritmo endiablado ni ser necesariamente espectaculares, sino que se podían centrar largo y tendido en desarrollar los personajes, que, a medida que iban sumando temporadas, evolucionaban asumiendo vida propia" explica Zavala.

Imagen promocional de Los SopranoTal fue la repercusión posterior de esta ficción televisiva que la première de su última temporada tuvo lugar en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa), algo sorprendente para una serie. Quedaba demostrado que la televisión ya no era la caja tonta, sino que podía tener tanta calidad como el cine. Su influencia en la cultura americana fue creciendo temporada tras temporada y su último episodio se despidió con casi 12 millones de espectadores. Cifras apabullantes para un programa de una cadena de pago que logró 21 Premios Emmy y cinco Globos de Oro.

Su influencia posterior no se limita a las series de televisión. Ese mismo año llegaba a las pantallas de cine Una terapia peligrosa, la historia de un capo de la mafia (Robert De Niro) que se sentaba en el diván para curar sus traumas. ¿Casualidad? Desde entonces la mayor parte de los filmes sobre la mafia inciden en la vertiente cotidiana y familiar de los gánsteres.

También en la novela se ha notado, como apunta el director de Canal+ al recordar Malavita (Editorial Lengua de Trapo), de Tonino Benacquista. “Cuando la leí, sólo podía ver a James Gandolfini, y esas referencias nadie se las puede quitar de la cabeza”. Gandolfini encarnó a la perfección la figura del antihéroe que fue su personaje, o como lo define Juan Zavala, el antihéroe del antihéroe "es un mafioso que no pestañeaba a la hora de matar a alguien, pero que sufría por lo mismo que puede sufrir un ciudadano normal: crisis de ansiedad, estrés, sus relaciones de pareja... Gracias a él, el género perdió glamour, pero ganó en cercanía".

El público aprendió a querer al matón de Tony Soprano y descubrió en 1999 que la televisión podía ser inteligente y rompedora. Gracias a David Chase, los espectadores demandan calidad a los productos que consumen, y los productores lo tienen en cuenta. Especialmente en canales como HBO o AMC, que han creado un estándar de calidad que hace 15 años parecía inimaginable.

El mejor cine se hace en televisión. La gente se ha cansado de escuchar esta frase los últimos años gracias a productos como Mad Men, Breaking Bad o The Good Wife. Series cuidadas hasta el último detalle que nada tienen que envidiar a las películas que llegan a las salas. Al revés, ellas son las que dan envidia a medio Hollywood.

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