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David O. Russell, el niño mimado de Hollywood
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'la gran estafa americana' favorita para el oscar

David O. Russell, el niño mimado de Hollywood

El director consigue su tercera nominación consecutiva por 'La gran estafa americana' y se confirma como el favorito para los Oscar

Foto: David O. Russell director de La gran estafa americana (Reuters)
David O. Russell director de La gran estafa americana (Reuters)

Hollywood siempre anda en busca de nuevos talentos a los que encumbrar. La pauta se repite cada pocos años. Un director destaca con una de sus películas y rápidamente es nominado al Oscar. Si su segunda película está a la altura la Academia no dudará en repetir la fórmula volviendo a hacer que opte a todos los premios. Una peculiar forma de marcar su territorio y mostrar al mundo las nuevas joyas del cine anglosajón.

Un ejemplo es Stephen Daldry. Su primera película, Billy Elliot, hizo que fuera nominado como Mejor Director en 2001. Todo el mundo se deshizo en elogios con la historia del niño bailarín y Hollywood lo vio claro. Su siguiente filme, Las horas, estuvo entre los finalistas a la Mejor Película y Dirección, al igual que lo estuvo El lector en 2009. Una obra que dividió a la crítica pero que sin embargo los Oscar no dudaron en señalarla como uno de los títulos del año.

La prueba definitiva del amor que la Academia siente por sus descubrimientos es que su último título: Tan fuerte, tan cerca, también logró ser candidato al premio a la Mejor Película a pesar de ser masacrado por público y medios.

Desde entonces la búsqueda por un nuevo niño mimado no ha parado, y este año ha quedado claro que lo han encontrado en David O. Russell. No importa sus sabidas broncas en los rodajes con Lily Tomlin y George Clooney, o su falta de educación al ver como Jennifer Lawrence perdía el BAFTA frente a Emmanuelle Riva, la Academia le ama.

Lo dejó claro en 2011 cuando The fighter consiguió 7 nominaciones, incluida la de Mejor director (por encima de Christopher Nolan), y se confirmó el año pasado con El lado bueno de las cosas, una comedia romántica hecha para gustar al gran público y que consiguió 8 candidaturas. Por si alguien lo dudaba O. Russell también se coló en el quinteto de directores, el mismo en el que no estaban Ben Affleck o Kathryn Bigelow.

Así llegamos hasta esta esta edición. Un año en el que la carrera hacia el Oscar parecía monopolizada por 12 años de esclavitud hasta que David O. Russell apareció en escena. Lo tenía todo para triunfar: drama sobre la esclavitud, director negro y con aura de autor, un actor de moda, Brad Pitt produciendo… y sin embargo las nominaciones han dejado claro que la victoria se vende muy cara. Una película como la de Steve McQueen debería haber obtenido, al menos, 12 candidaturas. Finalmente se ha quedado con nueve. Peor aún, su gran competidora, La gran estafa americana (el filme de O. Russell) la supera y se lleva diez.

En estos premios no todo es cuestión de números. Hay películas que gracias a su gran factura acumulan un número ingente de candidaturas y eso no las hace más favoritas. Lo que aquí importa es que mientras 12 años de esclavitud ha funcionado peor de lo esperado, La gran estafa americana ha conseguido menciones que nadie esperaba.

Christian Bale se ha colado entre los finalistas a Mejor Actor dejando fuera a nombres como Tom Hanks y Robert Redford, mientras que Amy Adams logra su quinta nominación por encima de Emma Thompson. En definitiva, todo el reparto de la película opta al Oscar, igual que ocurrió el año pasado con todos los intérpretes de El lado bueno de las cosas.

La gran estafa americana ha cogido la delantera en esta carrera, y puede que para O. Russell a la tercera vaya la vencida.

Scorsese vence a la polémica

Pocos confiaban en que Martin Scorsese volviera a triunfar esta edición. El lobo de Wall Street ha sido acusada de misógina y de encumbrar a su protagonista, un estafador sin escrúpulos. Sin embargo la polémica no ha vencido y el habitual puritanismo de la organización se ha quedado en casa. Así lo demuestran sus cinco candidaturas en todas las categorías de peso: Película, Director, Guión Adaptado, Actor Principal y Actor Secundario.

El filme rompe la maldición de Leonardo Dicaprio, que desde Diamantes de sangre (2007) no conseguía una nominación, y da al cómico Jonah Hill su segunda candidatura tras la lograda por Moneyball.

Preestreno de 'el lobo de wall street' en parísOtra muestra de que la Academia ha dado un paso adelante destacando títulos diferentes es la importante presencia de Her, de Spike Jonze y la ausencia de Al encuentro de Mr. Banks. Un melodrama que tenía todo para gustar en los Oscar y que casi se va de vacío.

Quienes vuelven a estar presentes son los Hermanos Weinstein, productores con fama de mafiosos que este año parecían condenados al ostracismo y que finalmente colocan Philomena como candidata a la Mejor Película, Guion Adaptado, Actriz Principal y Banda Sonora. Una campaña por el Oscar sin ellos sería impensable, como lo es imaginar unos premios sin John Williams, que logra su nominación número 49.

Otra que sigue acumulando es Meryl Streep, que haga lo que haga está destinada a optar al premio. Con su candidatura por Agosto suma ya 18.

Nadie quiere a Oprah

Pobre Oprah Winfrey. De todopoderosa presentadora a olvidada en los Oscar sólo hay un paso. Si alguien le cuenta en julio que iba a ser una de las grandes ausentes de esta edición no se lo hubiera creído. Un papel dramático, en una película llena de estrellas, cargada de buenas intenciones y que lava la mala conciencia de América por su trato a los negros. Y al final, nada. Nada para Oprah y nada tampoco para ese sentimentaloide folletín que se marcó Lee Daniels con El mayordomo.

Obama otorga la 'medalla de la libertad' a bill clintonUno de los fracasos (merecidos) de esta temporada de premios. Poco han podido hacer los Weinstein con este título al que se le veían demasiado las costuras y las intenciones académicas.

Hollywood siempre anda en busca de nuevos talentos a los que encumbrar. La pauta se repite cada pocos años. Un director destaca con una de sus películas y rápidamente es nominado al Oscar. Si su segunda película está a la altura la Academia no dudará en repetir la fórmula volviendo a hacer que opte a todos los premios. Una peculiar forma de marcar su territorio y mostrar al mundo las nuevas joyas del cine anglosajón.

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