La revolución social de Robert Redford

Ha tenido que venir un hombre de 77 años para que la gente abra los ojos, para decir que desde el sofá de casa no se cambian las cosas, y que si se quiere solucionar la situación actual de esta sociedad hay que comenzar una pequeña revolución. Ese señor que ha llegado para echar un rapapolvo no es otro que Robert Redford, el mismo que lavó el pelo a Meryl Streep y que ahora saca su faceta más política en su nueva película, Pacto de silencio (The company you keep).

El filme cuenta la historia de varios activistas radicales que ahora viven en la clandestinidad treinta años después de atracar un banco y disparar (y matar) al vigilante del mismo, y de cómo el peso de la conciencia hace que uno de ellos confiese poniendo en peligro a los demás.

Redford envuelve esta historia en forma de thriller para que el gran público digiera mejor sus dos horas de metraje, pero sin embargo el suspense aquí es lo de menos. No importa si cogerán o no al personaje que interpreta el propio realizador, lo que importa es que durante su trayecto expondrá a la audiencia diferentes puntos de vista de estos activistas. Desde su experiencia, y al confrontarlos con un joven periodista se dibujará un paralelismo claro entre esos tiempos difíciles, con la guerra de Vietnam lastrando una generación, y los actuales, con la crisis acabando con la juventud.

En este punto es interesante ver que ninguno de los personajes que en la década de los 70 lucharon hasta exceder lo legítimo reniegan de lo que hicieron. Todos coinciden en una cosa: era necesario actuar, moverse, gritar, provocar. Desde casa no se consigue nada. La película no defiende la violencia que emplearon sus personajes (y que se muestra en imágenes documentales en un gran comienzo) pero sí deja claro que volverían a manifestarse y a clamar por lo que consideraban justo.

Se echa de menos que no cargue más sus tintas con el momento actual de EEUU y no haga referencias más explícitas a los movimientos Ocuppy y a como la juventud parece que vuelve a esa senda que comenzó hace tres décadas. Hubiera sido una forma de establecer un círculo entre dos épocas que ahora se vinculan.

Poco aporta en este sentido que Redford comparta el protagonismo con Shia Labeouf, que se mete en la piel de un periodista que se jugará su trabajo buscando la verdad de la historia, en un alegato por la importancia de la prensa veraz y arriesgada que resulta forzado.

A pesar de sus errores y de su potencial para haber ido más allá, Redford consigue que entres en su historia y que las dos horas de película no se antojen largas, a pesar de que uno acaba un poco cansado de verle corriendo como si fuera Usain Bolt en vez de alguien que ya supera los setenta.

Pero todo se le perdona al bueno de Redford, que sigue teniendo carisma a pesar del estropicio que se hizo en la cara. Y si encima se acompaña de un reparto en el que aparecen en pequeños papeles Julie Christie, Susan Sarandon, Chris Cooper o Richard Jenkins, entre otros, más aún.

Una buena forma de retomar el contacto con el actor y director, que en los próximos meses dará mucho que hablar. Próximamente se estrenará All is lost, en la que bajo las órdenes de J.C Chandor encarnará al único personaje del filme, un marinero luchando contra las condiciones más adversas. El resultado: Robert Redford ha vuelto a renacer y apunta al Oscar.

Pacto de Silencio (The company you keep)

Director: Robert Redford

Duración: 125 minutos

Género: Thriller

Nacionalidad: EEUU

Reparto: Robert Redford, Shia Labeouf, Julie Christie, Susan Sarandon, Chris Cooper, Nick Nolte, Richard Jenkins