Hallan en Pompeya un espectacular salón de banquetes con frescos de la guerra de Troya

Un espectacular salón de banquetes, con las paredes pintadas en elegante y práctico color negro (para tapar las machas dejadas por el humo de las lámparas de aceite) y de las que emergen bellísimas representaciones mitológicas inspiradas en la guerra de Troya. Es el penúltimo descubrimiento llevado a cabo en Pompeya y que ahora puede ser contemplado en toda su impresionante majestuosidad.

La estancia en cuestión tiene unas dimensiones importantes: mide alrededor de 90 metros cuadrados (15 metros de longitud y 6 de ancho) y se abre a un patio exterior del que sale una escalera que lleva al primer piso de la vivienda. Los expertos consideran que ese salón era escenario en el siglo II de relevantes citas sociales, como lo demuestra el que estuviera decorado con frescos en las paredes y un mosaico de más de un millón de teselas en el suelo.

El tema dominante de los frescos es el de la heroicidad, con representaciones de héroes y divinidades de la guerra de Troya, pero también el de la posibilidad del ser humano de cambiar su propio destino. “Las parejas de representaciones míticas, de naturaleza solo aparentemente amorosa, en realidad hablan de la relación entre el individuo y el destino y daban pie para discutir sobre el pasado y la vida”, subraya Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya.

En uno de los frescos se ve por ejemplo a Apolo tratando de seducir a la sacerdotisa Casandra, quien según el mito pagó su rechazo al dios con el castigo de que sus profecías no fueran creídas. Otro fresco muestra un episodio estrechamente relacionado con el anterior: el encuentro entre París y Helena, cuyo amor “maldito”, como profetizó Casandra, desencadenó la guerra de Troya.

"Las paredes eran negras para evitar que se viera en las paredes el humo de las lucernas. En esta sala se celebraban banquetes después de la puesta del sol, y la luz parpadeante de las lámparas hacía que las imágenes parecieran moverse, especialmente después de unas copas de buen vino de Campania”, destaca Gabriel Zuchtriegel.

El descubrimiento de este nuevo salón lleno de frescos de valor incalculable ha tenido lugar en la denominada Región IX de Pompeya, una amplia zona comercial y residencial de la ciudad que en el año 79 fue destruida a causa de la erupción del Vesubio. Esa zona ha permanecido desde entonces sepultada bajo metros de cenizas y escombros, y solo recientemente han empezado a llevarse a cabo excavaciones. Un tercio de toda la ciudad de Pompeya está aún por descubrir.

“Pompeya es realmente una caja de tesoros que no deja de sorprendernos y despertar nuestro asombro porque, cada vez que excavamos, encontramos algo hermoso y significativo. Pompeya es única y por eso en la Ley de Presupuesto hay financiación para nuevas excavaciones”, aseguraba tras el descubrimiento de este nuevo salón el ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, en declaraciones recogidas por la agencia Ansa.