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Estas son las primeras embarcaciones neolíticas que surcaron el Mediterráneo
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hace 7.000-7.500 años

Estas son las primeras embarcaciones neolíticas que surcaron el Mediterráneo

Un estudio sobre las cinco únicas canoas neolíticas descubiertas en el Mediterráneo muestra la capacidad de esas sociedades para la navegación y su alto nivel tecnológico

Foto: Canoa neolítica expuesta en el Museo delle Civiltà de Roma. (Museo delle Civiltà)
Canoa neolítica expuesta en el Museo delle Civiltà de Roma. (Museo delle Civiltà)

Las primeras embarcaciones neolíticas que surcaron el Mediterráneo lo hicieron hace unos 7.000-7.500 años y muestran la capacidad de las sociedades neolíticas para la navegación y su alto nivel tecnológico.

Esa es la conclusión a la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigación liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Museo delle Civiltà (Roma) y la Università di Pisa (Pisa) que ha analizado y datado las cinco únicas piraguas neolíticas descubiertas hasta la fecha en el Mediterráneo, que fueron halladas en el asentamiento de La Marmotta (Italia). Según la datación por Carbono 14, realizada en el Centro Nacional de Aceleradores (CNA) de Sevilla, las canoas tienen una antigüedad de entre 7.000 y 7.500 años.

Esas cinco piraguas son excepcionales tanto por su tamaño (la mayor mide cerca de 11 metros de largo) como por su conservación y por ser únicas en su periodo en todo el Mediterráneo. “Estamos hablando de los primeros grupos de agricultores y pastores que ocupan el centro de la península italiana, entre los años 5620 y 5300 aproximadamente antes de nuestra era”, señala Juan Gibaja, investigador del CSIC en la Institución Milà y Fontanals de Investigación en Humanidades (IMF-CSIC).

placeholder Excavación de una de las cinco canoas en el yacimiento de La Marmotta. (Museo Arqueológico de Roma).
Excavación de una de las cinco canoas en el yacimiento de La Marmotta. (Museo Arqueológico de Roma).

“Son las canoas más antiguas del Neolítico en toda Europa”, destaca Mario Mineo, del Museo delle Civiltà. Aunque hay piraguas más antiguas, de hace 9.000 años pertenecientes a los últimos cazadores-recolectores del Mesolítico, “las de La Marmotta sorprenden no sólo por su tamaño, sino también por la complejidad técnica con la que se elaboró tanto el casco de la embarcación como ciertos elementos a ella asociados. Sin duda estamos ante el trabajo de verdaderos ingenieros navales”, subraya Mineo.

Las cinco canoas y los objetos náuticos vinculados a ellas muestran la capacidad de las sociedades neolíticas para la navegación y su alto nivel tecnológico. Esta tecnología náutica fue parte esencial en el éxito de su expansión, teniendo en cuenta que en pocos milenios ocuparon todo el Mediterráneo, desde Chipre hasta la costa atlántica de la península ibérica.

Una de las canoas tiene en su base refuerzos que habrían aumentado la durabilidad del casco, protegiéndolo y mejorando su maniobrabilidad

Una de las canoas, la denominada Canoa Marmotta 1, está excavada en un tronco de roble y tiene 10,43 metros de longitud, 1,15 metros de ancho en la popa y 0,85 metros de ancho en la proa, y una altura de 65 a 44 centímetros, dependiendo de la parte de la canoa. La base de la canoa tiene cuatro refuerzos transversales, con forma trapezoidal, hechos a partir del mismo tronco. Estos refuerzos habrían aumentado la durabilidad del casco, protegiéndolo y mejorando su maniobrabilidad.

Además de su gran tamaño, esta canoa, que actualmente se exhibe en el Museo delle Civiltà (Roma), es de especial interés debido a tres objetos asociados con su lado de estribor. Tienen forma de “T”, con una parte superior ogival, y 2, 3 y 4 agujeros respectivamente. Fueron encontrados insertados en la pared de la canoa a distancias y alturas similares. Los agujeros visibles estaban en la parte exterior de la pared de la canoa.

“Las características y posición de estos objetos sugieren que podrían haberse utilizado para sujetar cuerdas atadas a una posible vela o para unir otros elementos, como un estabilizador o, incluso, otra embarcación, para crear un doble casco en forma de catamarán. Estas estrategias habrían proporcionado una mayor seguridad y estabilidad, así como una mayor capacidad para el transporte de personas, animales y mercancías”, apuntan los investigadores.

Las primeras embarcaciones neolíticas que surcaron el Mediterráneo lo hicieron hace unos 7.000-7.500 años y muestran la capacidad de las sociedades neolíticas para la navegación y su alto nivel tecnológico.

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