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Laura Borràs, de experta en literatura digital a brazo del independentismo e imputada
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Laura Borràs, de experta en literatura digital a brazo del independentismo e imputada

La diputada de JxCat está siendo investigada por el Tribunal Supremo por fraude y malversación cuando era directora de la Institución de las Letras Catalanas

Foto: Laura Borràs en el congreso (EFE)
Laura Borràs en el congreso (EFE)

Algunos años antes de que el procés lo copara todo y de que Laura Borràs, la actual portavoz del JxCat en el congreso de los diputados, apareciera en los periódicos como política e imputada por el Tribunal Supremo, era una comentarista habitual en las revistas y secciones de cultura... de algunos diarios nacionales. Borràs era profesora de literatura en la Universitat de Barcelona, especializada en literatura medieval, y además era la directora del Máster en Literatura en la Era Dgital de esta universidad y del Grup 62. Una de las primeras en hablar del uso del libro electrónico. A finales de la década de los 2000 aquel era uno de los asuntos omnipresentes en la prensa cultural. Amazon, el Kindle, el ebook, la literatura transmedia y mutante. Y Borràs siempre contestaba. Estaba a la vanguardia de estos movimientos. Luego desparecieron el ebook, Borràs, alguno de esos periódicos y llegaron la crisis económica y el procès. Y en el horizonte, la profesora reconvertida en política y en una de las voces principales del independentismo.

Y también investigada por corrupción. En diciembre de 2019, cuando ya era diputada -y por tanto aforada-, el Tribunal Supremo abrió una causa contra Borràs por presuntas irregularidades en 18 contratos cuando era la directora del Instituto de las Letras Catalanas (ILC). El alto tribunal apreció que entre 2013 y 2017 “abusó” de su condición de directora para adjudicar “directa o indirectamente de manera arbitraria todos los contratos de programación informática”, cuyo importe total es de 259.283 euros sin IVA, a favor de su amigo Isaías Herrero.

En diciembre de 2019, cuando ya era diputada el Tribunal Supremo abrió una causa contra Borràs por presuntas irregularidades en 18 contratos cuando dirigía la ILC

Borràs siempre ha negado la acusación, pero justo esta semana se encontró con que incluso la CUP presentó una batería de preguntas en el Parlamento de Cataluña para que se aporten todos los documentos de las adjudicaciones que Borràs realizó hasta el año 2016. Como contaba El Confidencial este miércoles, la instrucción de este caso había empezado en Barcelona. El auto de la jueza ya detallaba el modus operandi fraudulento que se aplicaba en la ILC y aportaba correos y conversaciones de la propia Borràs con su amigo Isaías Herrero en las que ella le explicaba cómo falsear facturas para llevarse el dinero público. Herrero también participaba en varios másteres y posgrados de la Universitat de Barcelona como docente, curiosamente en los que estaban dirigidos por Borràs.

Esta imputación puede ser el fin de un viaje que empezó hace una década y que recorre una cadena bastante llena de fango en la era del procés: de la universidad catalana, donde conoció a Herrero, a las instituciones culturales catalanas, donde presuntamente cometió fraude y malversación de dinero público, y de ahí a las altas esferas de la Generalitat, donde se ha convertido en una de las máximas defensoras del independentismo. Todo un viaje mutante.

Un viaje que empieza en las revistas culturales

A finales de la década de los 2000, en la revista 'Quimera', especializada en corrientes literarias contemporáneas (había mucho de lo que se llamó Generación Nocilla en aquel entonces), Borràs participó en algún número como el de 'Nuevas Tecnologías Narrativas' con artículos como 'La literatura en tiempos de internet', de enero de 2008 y el de 'Literatura Digital 2010. La Incubadora', en diciembre de 2010. “Laura es experta en literatura medieval, es una comparatista de formación que, en cierto momento, y tras varias becas nacionales e internacionales y reconocimientos académicos importantes, dio el salto a otra especialización, en literatura digital. En este terreno se ha convertido en una referencia mundial, y prueba de ello es que fue la primera española que fue invitada a formar parte del comité director de la Electronic Literature Organization (ELO), la organización que se encarga de crear una especie de 'canon en marcha' de la literatura digital de nuestro tiempo. Es la institución más importante, con mucha diferencia, en ese campo. Laura es muy conocida y respetada en ese terreno”, comenta una persona que estuvo muy cercana a ella en esa época y que ha preferido no ser citada. Esta persona también insiste en que daba numerosas conferencias, incluso dos al día, en colegios e institutos en los que animaba a leer a los chavales los grandes clásicos de la literatura. Y no solo los catalanes sino de El Cid al Lazarillo, el Quijote, Shakespeare y Dante. “Sabe muchísimo de literatura y es políglota”, añade. Eran otros tiempos.

No obstante, en aquellos años en los círculos culturales catalanes no era una persona muy conocida. “Quizá sí lo era en el académico, aunque no creo porque solo la defienden ahora los palmeros”, afirma otra fuente que también prefiere mantenerse en el anonimato. No hay quien, desde el mundo de la cultura, quiera expresarse abiertamente sobre la actual diputada. Hay quien lo achaca a su poder, otros a su perfil político.

No era muy conocida en el ámbito cultural. Quizá sí lo era en el académico, aunque no creo porque solo la defienden ahora los palmeros

La profesora universitaria comenzó a participar con las administraciones públicas cuando en 2012 fue designada como comisaria de los homenajes dedicados a los escritores Joan Sales, Pere Calders i Avel.lí Artís, Tísner a propuesta del ayuntamiento de Barcelona, entonces en manos de Xavier Trias (CiU). A Borràs también se la reconocía como una experta en literatura catalana y para entonces el Procès comenzaba a estar bien engrasado.

La aparición de Ferrán Mascarell

Otra fuente destaca que una de las personas más importantes en la trayectoria de Borràs fue el conseller de Cultura, Ferrán Mascarell, que había estado en este puesto con Pasqual Maragall en 2006 (después de haber sido concejal de cultura en Barcelona también con Maragall), y después, cuando abandonó su militancia en el PSC, con Artur Mas entre 2010 y 2016. “Entra en la política de la mano de Mascarell. Fue su mano derecha cuando era conseller de cultura. Y se convirtió en intocable, Mascarell la protegía a muerte”, reconoce esta fuente que señala que el conseller solía manifestar que Borràs era una persona intachable.

placeholder GRAF5944. BARCELONA, 26 01 2019.- El proclamado sccretario general Antoni Morral (c) y las conselleras Elsa Artadi (i) y Laura Borràs, durante el acto de clausura del congreso constituyente de la Crida Nacional per la República celebrado este sába
GRAF5944. BARCELONA, 26 01 2019.- El proclamado sccretario general Antoni Morral (c) y las conselleras Elsa Artadi (i) y Laura Borràs, durante el acto de clausura del congreso constituyente de la Crida Nacional per la República celebrado este sába

Fue entonces, en 2013, cuando fue designada, a propuesta de Mascarell, como directora de la Institución de las Letras Catalanas, un organismo que depende del departamento de Cultura de la Generalitat y que vela por la obra de los autores que escriben en catalán. Según señalaba 'El Periódico de Cataluña' el día de su nombramiento, el conseller destacó "el profundo conocimiento de la literatura catalana y la calidad en la gestión que ha demostrado en la organización de las conmemoraciones y actos de reconocimiento al patrimonio literario catalán, y de una manera muy especial el dominio en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para obtener proyección local y global del patrimonio literario catalán". El titular de los periódicos aquel día era que Borràs llegaba para actualizar la ILC con las nuevas tecnologías y adentrar la institución en la era digital. Hoy está imputada por el Supremo por malversación, prevaricación y fraude en su época de directora de la ILC. A priori no parece precisamente una modernización de la institución.

Borràs llegó a la ILC de la mano de Ferrán Mascarell para adaptarla a las nuevas tecnologías, según se dijo. Acabó con una imputación

Borràs se mantuvo al frente de la ILC hasta enero de 2018. Pasaron unos cuantos consellers de cultura mientras tanto: Mascarell, Santi Vila, Lluis Puig. Pero apareció otra figura que también llegaba desde el ámbito de la cultura, el editor Quim Torra, y que también es fundamental en su trayectoria.

“Torra era un editor que no era malo. Había recuperado clásicos de la literatura catalana, textos periodisticos. No era un intelectual, pero sí se puede decir que era un hombre cultivado”, afirma una fuente cercana al ámbito editorial en Cataluña. Torra había fundado su editorial A Contra Vent Editors en 2008 y sus movimientos en los círculos culturales más catalanistas le habían llevado a ser vicepresidente de Omnium Cultural en 2011, director del Born Centro Cultural en 2015 -donde presentó la novela ‘Victus’, de Albert Sánchez Piñol, muy polémica a posteriori por la cancelación de la presentación en el Instituto Cervantes de Utrecht- y finalmente presidente de Omnium Cultural hasta diciembre de 2015 cuando fue sustituido por Jordi Cuixart.

En 2017, cuando ya se ha producido en 1-O y se han convocado elecciones para ese diciembre, Borràs se presenta con la candidatura de JuntxCat y resulta elegida. Ya está en la órbita de Carles Puigdemont, aunque de momento desde los márgenes de una institución cultural. Falta poco para que eso cambie. En junio de 2018, Torra, el editor que también estaba por ahí y que acaba de llegar a la presidencia, la nombra consellera de Cultura.

Es una persona que entra dentro del estereotipo de procés y que escribiera reseñas en revistas en unos años muestra lo que era la cultura catalana en esa época

La transición desde la profesora universitaria hacia la política defensora de los postulados independentistas parece estar hecha pasando por una institución sobre la que ahora se ciernen los juevces. Desde el ámbito cultural en Cataluña más relacionado con la escritura en castellano, sin embargo, nunca se la acabado de ver como una de las personas de la órbita “cultureta”. “Digamos que era más bien un perfil como Clara Ponsatí, de perfil académico medio-bajo. Pero entra dentro del estereotipo de procés y que escribiera reseñas en revistas en unos años muestra lo que era la cultura catalana en esa época”, afirma una fuente periodística. Para muchos, que hoy conocen bien el círculo literario de Barcelona, “Borràs era una reseñista más”.

Además desde él ámbito de la cultura en castellano, las críticas hacia la gestión cultural de Borràs al frente de la ILC y como consellera son constantes. Se le achaca haber “generado odio al castellano” al firmar manifiestos como el del Grup Koiné, que defendía el catalán como única lengua oficial en Cataluña, en 2016 y no haber apoyado nunca a un escritor catalán que escriba en castellano.

Lo que mejor resume a Borràs es que ha supeditado la cultura a la política y eso siempre es terrible

La reseñista hace diez años, la que desmenuzaba la buena nueva de la llegada del ebook como si aquello nos fuera a cambiar la vida, ahora apuesta por la llegada de otro advenimiento mientras se enfrenta una grave imputación. “Mira, lo que mejor resume a Borrás es que ha supeditado la cultura a la política y eso, claro, siempre es terrible”, zanja una de las fuentes consultadas para trazar este perfil.

Algunos años antes de que el procés lo copara todo y de que Laura Borràs, la actual portavoz del JxCat en el congreso de los diputados, apareciera en los periódicos como política e imputada por el Tribunal Supremo, era una comentarista habitual en las revistas y secciones de cultura... de algunos diarios nacionales. Borràs era profesora de literatura en la Universitat de Barcelona, especializada en literatura medieval, y además era la directora del Máster en Literatura en la Era Dgital de esta universidad y del Grup 62. Una de las primeras en hablar del uso del libro electrónico. A finales de la década de los 2000 aquel era uno de los asuntos omnipresentes en la prensa cultural. Amazon, el Kindle, el ebook, la literatura transmedia y mutante. Y Borràs siempre contestaba. Estaba a la vanguardia de estos movimientos. Luego desparecieron el ebook, Borràs, alguno de esos periódicos y llegaron la crisis económica y el procès. Y en el horizonte, la profesora reconvertida en política y en una de las voces principales del independentismo.

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