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La veloz muerte del toro: la mitad de corridas desde 2010 y sin espacio en los medios
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LA SER HA CANCELADO EL PROGRAMA MÁS ESCUCHADO

La veloz muerte del toro: la mitad de corridas desde 2010 y sin espacio en los medios

La tauromaquia ha perdido prácticamente toda su exposición mediática en solo 25 años, cuando todas las radios y televisiones tenían espacios dedicados

Foto: Una de las últimas corridas en la plaza de toros de Barcelona, apenas con público (Efe)
Una de las últimas corridas en la plaza de toros de Barcelona, apenas con público (Efe)

La tauromaquía ha perdido otro de sus pilares. Hace unos días, la cadena SER anunció que cancelaba el programa Los Toros, el espacio de referencia taurina en los medios de comunicación, que llevaba emitiéndose sin interrupciones desde 1980. "Han sido 49 años fantásticos (sic), no fallé ni un sólo día", se despidió Manuel Molés, de 79 años, al frente del programa desde el comienzo. Cada domingo, de madrugada, Molés enchufaba su viejo tocadiscos y, a base de pasodoble y tonadilla verbenera, evocaba junto a sus oyentes unos tiempos mejores para el toro.

A lo largo de la última hora y media de toros en la SER, Molés dio la palabra a ganaderos, toreros, empresarios y corresponsales, la mayoría viejos colaboradores, que no dudaron en expresar su sorpresa por la cancelación del programa. Algunos incluso vinculan el cese de la cuadrilla de Molés con la llegada del nuevo Gobierno, pero lo cierto es que el fin de Los Toros era un secreto a voces en los pasillos de la SER. El programa de Molés llevaba varios años en caída libre. Desde el millón de oyentes que tuvo en su mejor momento hasta los 122.000 de la última oleada hay una sangría que se extiende más de una década. "Si el programa se mantenía", dice un trabajador de la SER, "es por la gran profesionalidad de Molés, y por respeto a su trayectoria, no por la audiencia".

El cierre de Los Toros en la SER se suma al de una larga lista de espacios taurinos cancelados en los últimos años. Por resumirlo rápido: entre 1992 y 1995, todas las cadenas, públicas y privadas, incluido Canal+ en codificado, y todas las radios tenían espacio para los toros. Veinticinco años después, solo un puñado de radios y televisiones regionales tienen en antena este tipo de contenido, mientras que una mayoría opta por liberarlo en podcast, un formato que las radios utilizan para públicos minoritarios.

¿Se están quedando los toros sin audiencia? Responde Miguel Ángel Moncholi, subdirector de Los Toros en sus primeros años e histórica voz de la tauromaquía en Telemadrid: "Hay una crisis de audiencia de los medios de comunicación en general. Los jóvenes consumen cosas muy concretas que son de su interés y no acuden tanto a medios generalistas, si acaso a través de las redes sociales, y las radios, por ejemplo, esto lo están notando mucho. También sucede que hay aficionados que se informan en los portales taurinos de internet, con millones de visitas y una audiencia global".

En 1995, todas las cadenas de televisión y las radios tenían un espacio para la información taurina

"Pero hay un factor que también es muy importante", continúa Moncholi, "y es que ni los aficionados ni los profesionales levantan la voz cuando se cierran programas como Los Toros. El taurino es un aficionado que va a la plaza, pero no es reivindicativo, cree que los toros son una religión que ha sobrevivido a reyes y papas y que no pasa nada, sin darse cuenta de que esto es una cuestión política, de crear una corriente de opinión favorable a la Fiesta y que tenga reflejo en los medios, porque la situación es crítica".

Moncholi es otro afectado por el desplome del interés en la tauromaquia. Como a tantos compañeros, Telemadrid le despidió en 2018, después de 29 años en la cadena, y se encuentra en juicios para que se reconozcan sus derechos laborales. Caídos Molés y Moncholi, solo queda Zabala de la Serna en El Mundo, el últimos de la época dorada de los toros en los medios: "Cuando llegaron las cadenas privadas había toros en todas las televisiones, y eso hizo que creciesen los festejos populares. Si no hay toros en los medios, no hay interés en los toros. Es un círculo vicioso. No hay toros en televisión, la afición decae, los festejos taurinos decaen, el interés por la Fiesta decae y también el interés de las televisiones en programarlo", explica.

Al respecto, fue crucial la decisión de Televisión Española de dejar de emitir corridas en 2011. Pese a que han existido tímidos intentos por reinstaurarlas, la ausencia de toros en televisión ha generado una fuerte caída de aficionados. Pronto se sumaron ciudades como Lleida, Girona, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas o Melilla, que desde entonces no celebran ningún tipo de festejo taurino. En consecuencia, y desde 2007, el número de festejos taurinos en toda España ha caído un 60%, un 50% en el caso de las corridas. Sin embargo, crecen exponencialmente los festejos populares, los que incluyen correr delante de las reses pero sin dar muerte al animal en la plaza.

Según los datos del ministerio de Cultura, caen también otros indicadores importantes de los toros, como el número de profesionales del sector o el de asistencia media a las plazas. Se mire como se mire, la evolución de la tauromaquía en la última década es una hoja de cálculo en rojo. Por regiones, tan solo Madrid, Andalucía y las dos Castillas gozan de cierta salud taurina, mientras que plazas fuertes históricamente como País Vasco o Murcia ven cómo la presencia de los toros se reduce año tras año.

placeholder Evolución de las corridas por Comunidad Autónoma (Ministerio de Cultura)
Evolución de las corridas por Comunidad Autónoma (Ministerio de Cultura)

"No nos engañemos, la tauromaquia en España es una afición minoritaria que se mantiene viva con respirador, gracias a las subvenciones públicas y al apoyo de las instituciones", dice Laura Duarte, presidenta de Pacma, el partido animalista más crítico con los toros. "Si cada vez tienen menos presencia en los medios de comunicación es por reflejo de la sociedad, ahí están los datos: solo el 8% de los españoles acudió a una corrida de toros durante el año pasado. Es, a todas luces, una afición minoritaria y es lógico que se haya eliminado de la televisión pública, no solo por su bajo interés, sino para proteger a los niños de este contenido", continúa. Por contra, Televisión Española es la única emisora nacional que mantiene un espacio de toros, Tendido Cero, con audiencias medias de 200.000 espectadores.

Los toros es una afición minoritaria que se sostiene por las subvenciones públicas

En Pacma no contemplan otro final para los toros que la prohibición: "Hay corrientes que dicen que es mejor no hacer nada porque los toros se acabarán solos, y otros que piden la retirada de subvenciones, pero nosotros no podemos sino exigir que la tauromaquia sea considerada un delito. Lo que se hace en las plazas y en algunos pueblos debe ser considerado maltrato animal y se ha de aplicar la ley, no puede ser que todo dependa de que tengan o no dinero para hacerlo", dice Duarte.

En 2013, cuatrocientos años después de que empezase a practicarse en España, el toreo fue regulado por primera vez y clasificado como Bien de Interés Cultural. Fue una medida del ejecutivo de Rajoy para blindar a los toros frente a la avalancha de ayuntamientos que estaban prohibiéndolos. Tampoco sirvió para frenar la hemorragia: "Fue una medida correcta y es verdad que blinda la Fiesta frente a alcaldes políticamente contrarios", dice Moncholi, "pero llega muy tarde. En Francia este asunto se legisló en los años 50 y desde entonces lo tienen claro: los que quieren van a los toros y los demás les respetan. Estamos muy retrasados con respecto a los franceses".

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Moncholi defiende la presencia de fondos públicos en la tauromaquía, comparándolo con otras actividades culturales con mejor prensa: "Tenemos la tradición de pensar que solo es cultura la literatura, la pintura o la escultura, y no es verdad: la cultura también es el cultivo de una tradición. Tan cultural es leer un libro como levantar una piedra de 100 kilos en el País Vasco o sacrificar a un toro en la plaza, una actividad que se viene realizando en todo el Mediterráneo desde hace 40 siglos. La realidad histórica y antropológica está ahí y el toro tiene tanto derecho a recibir subvenciones como un museo".

Precisamente con las subvenciones podría llegar la puntilla a la tauromaquia. El punto 3 del acuerdo firmado entre el PSOE y Podemos para el gobierno de coalición habla del "trato digno a los animales", un detalle que muchos han interpretado dentro del mundo del toro como un aviso para navegantes. El vicepresidente Iglesias ha repetido en varias ocasiones que su plan pasa por retirar la financiación pública de la Fiesta como forma de dejarla morir. "Iglesias utilizó los toros durante la campaña para captar el voto de los animalistas y desde Pacma esperamos que cumpla su promesa y actúe. Es el momento de dar un paso adelante, de demostrar que somos una sociedad que avanza... y el Gobierno tendrá que demostrar de qué lado está", afirma Duarte.

¿Hay futuro para los toros?. Responde Moncholi: "Pues depende. Estamos en una situación crítica, con poca exposición en los medios y siendo atacados constantemente. Entonces, si el aficionado es capaz de darse cuenta de que está siendo atacado y, en consecuencia, se une para reivindicar la normalidad de la fiesta taurina antes de que se tomen medidas definitivas... pues tendremos un escenario mucho mejor que si seguimos así, teniendo que recurrir las prohibiciones al Constitucional".

La tauromaquía ha perdido otro de sus pilares. Hace unos días, la cadena SER anunció que cancelaba el programa Los Toros, el espacio de referencia taurina en los medios de comunicación, que llevaba emitiéndose sin interrupciones desde 1980. "Han sido 49 años fantásticos (sic), no fallé ni un sólo día", se despidió Manuel Molés, de 79 años, al frente del programa desde el comienzo. Cada domingo, de madrugada, Molés enchufaba su viejo tocadiscos y, a base de pasodoble y tonadilla verbenera, evocaba junto a sus oyentes unos tiempos mejores para el toro.

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