El 'minibar' del zar: rescatan del fondo del mar 900 botellas de alcohol para Nicolás II
Tras más de un siglo sumergidas, dos empresas han rescatado el cargamento de 50 cajas de coñac y 15 de licor destinadas a la corte del último zar, Nicolás II
En julio de 1914, Nicolás II prohibió el consumo de alcohol en toda Rusia. La Primera Guerra Mundial acababa de comenzar y el zar no quería que la ebriedad distrajera a sus soldados y a los trabajadores de las fábricas de armamento de lo importante entonces: defender su Imperio.
Sin embargo, la medida no tuvo mucho éxito: los rusos comenzaron a destilar vodka de manera ilegal y las arcas públicas perdieron dinero. La prohibición, por supuesto, no afectaba a la familia real. El zar siguió 'matando la sed' con coñacs de importación y licores varios, hasta que los revolucionarios acabaron matándole a él en julio de 1918.
Pero antes de eso, en diciembre de 1916, un cargamento de 900 botellas partió desde Francia hacia San Petesburgo a bordo del Kyros, pero el barco fue hundido por el submarino alemán UC58, que tenía como misión impedir la llegada de víveres a la Madre Rusia durante la Gran Guerra. El capitán del sumergible creía que el buque iba a suministrar mercancías de contrabando a su enemigo.
El buque mercante se fue al fondo del mar y la aristocracia zarista, en un acto de justicia poética, se quedó sin reservas de alcohol para pasar el frío invierno.
Descubierto en 1999
A 77 metros de profundidad, entre Suecia y Finlandia, las botellas permanecieron ocultas hasta 1999, cuando fueron descubiertos los restos del naufragio. Tras 20 años de labores de exploración por parte de buzos y vehículos no tripulados, el cargamento ha emergido de nuevo: las empresas Ocean X y iXplorer han rescatado las 50 cajas de coñac y 15 de licor de las marcas "De Haartman & Co" y "Benedictine", ambas propiedad hoy de Bacardi.
Y, tras el rescate, la firma de bebidas espirituosas se declara "ansiosa" por comprobar cómo ha tratado el paso del tiempo y el agua marina al cargamento que no llegó al paladar del zar.
En julio de 1914, Nicolás II prohibió el consumo de alcohol en toda Rusia. La Primera Guerra Mundial acababa de comenzar y el zar no quería que la ebriedad distrajera a sus soldados y a los trabajadores de las fábricas de armamento de lo importante entonces: defender su Imperio.