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El infierno de Tina Turner: abusos, intento de suicidio y la muerte de un hijo
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SE PUBLICA SU AUTOBIOGRAFÍA

El infierno de Tina Turner: abusos, intento de suicidio y la muerte de un hijo

La cantante publica su autobiografía 'My love story'; en ella relata la crueldad de su primer marido, la mala relación que siempre tuvo con su madre o su último encuentro con David Bowie

Foto: Tina Turner durante una actuación en el O2 World en Berlín en 2009 (EFE)
Tina Turner durante una actuación en el O2 World en Berlín en 2009 (EFE)

“Mi sueño es poder llenar un estadio como los Rolling Stones”, era lo que Tina Turner más veces le repetía a su “pobre manager” Roger Davies. Empezó su carrera desde muy joven, actuó junto a sus ídolos en estadios repletos, pero su oportunidad individual llegó en 1985, durante la gira de 'Private Dancer'. Ahí, Tina tenía 46 años y acababa de escapar de un infierno que le secuestró su juventud. Su infierno tenía nombre propio: Ike. La "autobiografía definitiva" de Tina Turner, ‘My love story’ (Indicios), lo cuenta ahora.

placeholder 'Tina Turner, My love story' (Indicios)
'Tina Turner, My love story' (Indicios)

Tina comenzó desde muy joven a subirse a escenarios de pequeñas salas y coqueteaba con la idea de estudiar enfermería. En aquel entonces, aún no era Tina, sino Anna Mae Bullock, nacida un 26 de noviembre en Tennesse. Tuvo su primer hijo, Craig, con 18 años. El padre era Raymond Hill, un saxofonista que huyó a Mississippi para curarse un tobillo torcido y que no volvió a aparecer en su vida. Dos años después, se quedaría embarazada del segundo forzada por Ike Turner, su manager, descubridor y futuro marido que la llevó a un burdel en su noche de bodas. Ike era un hombre que no dudó en sacar tajada de su talento y que se permitió bautizarla con un nombre de su invención. Ahí nació Tina Turner. “¿Qué hay en un nombre? Todo. Con esas dos palabras me convertí en su propiedad”.

Ike le pegaba constantemente, hasta el punto de hacerla sangrar, y le escupía cuando no estaba de acuerdo con su forma de hacer las cosas antes de una actuación. Tina se pasó los meses de embarazo de gira con Ike y el grupo y dos días después de dar a luz ya estaba cantando y bailando sobre los escenarios. La gira, por si fuera poco, se desarrolló con episodios racistas cada vez que el grupo entraba en algún restaurante. “Eres una perra negra” le dijo una camarera a la artista. Tina Turner le respondió: “Pero soy una perra negra bonita”.

Tras los constantes maltratos de Ike, Tina intentó suicidarse una noche de 1968

Vivir constantemente en la cuerda floja en la que se había convertido su vida, marcada por Ike y su maltrato, hizo que Tina intentara suicidarse en 1968. “Había tres mujeres en la casa en ese momento e Ike mantenía relaciones sexuales con todas. Una estaba embarazada de su hijo”. Una noche se decidió a acabar con su vida y se tomó cincuenta píldoras para dormir, pero la llevaron al hospital antes de que fuera demasiado tarde. “Deberías morir, hija de puta”, le dijo Ike al día siguiente. Pero la mentalidad de Tina había cambiado: “Salí de la oscuridad convencida de que estaba destinada a sobrevivir”.

Las cosas continuaron igual durante un tiempo. Cuando Ike aumentó su consumo de drogas, comenzó a maltratar aún más a Tina. “Una vez me arrojó café caliente a la cara provocándome quemaduras de tercer grado. Usó mi nariz como saco de boxeo tantas veces que podía saborear la sangre corriendo por mi garganta mientras cantaba”. Tina comenzó a volar un poco por su cuenta. Consiguió aparecer como la Reina Ácida en 'Tommy' de los Who (1975) o acudir de invitada al programa de televisión de su amiga Ann Margret. Eso le dio fuerzas para, una noche, tras una pelea que le cubrió el vestido de sangre, recoger sus cosas y escapar de un hotel justo antes de una actuación. Esperó 37 años para empezar de nuevo.

Volver a empezar a los 40

Fueron unos años de demandas por actuaciones no realizadas, poco dinero e incluso amenazas de muerte. Ike contrató a unos matones que llenaron de balazos el coche de Rhonda, su amiga y provisional representante, y la casa de la propia Tina. Una noche tuvo que dormir en el armario de su habitación por miedo a ser disparada por la ventana. El rechazo por parte de su madre empeoró la situación: para ella, Tina nunca fue alguien a quien tener en cuenta, a pesar de lo mucho que su hija se esforzaba por complacerla. De hecho, se posicionó del lado de Ike hasta que la fama de Tina fue demasiado grande como para ser obviada.

placeholder Keith Richards, Tina Turner y David Bowie después del show de Ritz (Bob Gruen); el libro recoge una de las fotos de la sesión.
Keith Richards, Tina Turner y David Bowie después del show de Ritz (Bob Gruen); el libro recoge una de las fotos de la sesión.

Uno de los pasos clave fue cuando convirtió a Roger Davies en su representante, lo que la llevó a actuar en el club Ritz del East Village de Nueva York. Tina ya tenía 40 años y su momento acababa de llegar. La noche de su actuación, David Bowie se encontraba en Nueva York y rechazó cenar con los ejecutivos de EMI para celebrar el lanzamiento de 'Let’s dance' porque tenía que ir al Ritz a ver a su “cantante favorita”. “La recomendación de David fue una avalancha”, recuerda Tina. Bowie llevó a rastras a Keith Richards y más tarde, tras beber y charlar de música en el camerino, se trasladaron al hotel Plaza. Esa noche se tomó la conocida fotografía de los tres. Más tarde llegó Ron Wood y, con Bowie al piano, cantaron ‘I keep forgetting you don’t love me no more’ mientras el representante de Tina Turner iba a la habitación contigua a llamar por teléfono emocionado, llamando a sus amigos para decirles con quién estaba.

Después de ‘Whats’s love got to do with it’, el éxito fue inmediato. Un jovencísimo Bryan Adams le suplicó que grabara una de sus canciones y Spielberg le ofreció el papel de Shug Avery para ‘El color púrpura’ pero Tina lo rechazó: le recordaba demasiado a su vida con Ike. Sí actuó en ‘Mad Max, más allá de la cúpula del trueno’. “A Mel Gibson lo llamaré siempre Melvin porque parecía un chico pequeño que me recordaba a uno de mis hijos”.

placeholder Tina Turner en 'Mad Max 3' (1985)
Tina Turner en 'Mad Max 3' (1985)

Enseñó a bailar a Jagger

Mick Jagger y David Bowie tomaron a Tina Turner bajo su protección. “En ese momento no había mujeres que bailaran como yo, mujeres que pudieran ser sexis sin que eso fuera algo sexual”, se explica Tina en el libro. “Salía en zapatos de tacón y con vestido corto, riendo y divirtiéndome, sin hacerles sentir a las mujeres del público que estaba intentando conquistar a sus hombres. Nunca había energía negativa procedente del escenario. Beyoncé tiene ese mismo tipo de energía hoy, pero yo era la única en ese entonces.”

Al cantante de los Rolling ya lo había conocido años atrás, cuando Ike y ella consiguieron ser sus teloneros en el Royal Albert Hall. Después del concierto, Tina y las coristas de su grupo enseñaron a Jagger unos pasos de baile que más tarde añadió a sus shows. “Nunca nos dio las gracias, a día de hoy a Mike le gusta decir que su madre le enseñó a bailar. Pero yo sé la verdad”.

Su admiración por David Bowie, quien compuso 'Girls' para ella, traspasa las páginas del libro. “Todavía se me pone la piel de gallina cuando pienso en el dúo que hicimos”. Y asegura no recordar lo que le susurró el duque blanco en el vídeo de ‘Tonight’. “No dijo nada obsceno, si no claro que lo recordaría”. La última vez que Tina vio a Bowie fue tras una actuación de él en Bruselas. “Era tan reservardo sobre su enfermedad que yo no sabía que ese sería nuestro ‘último baile’”, recuerda. "Lo último que le dije fue 'te quiero'".

Nunca nos dio las gracias. A día de hoy a Mike le gusta decir que su madre le enseñó a bailar, pero yo sé la verdad

En varias entrevistas con Oprah en sus ya años de gloria, la presentadora siempre le hacía la misma pregunta: “¿Recuerdas la primera vez que Ike te golpeó?” Al acabar el programa se acercaba a ella: “Sabes por qué sigo preguntándotelo”. Y Tina, años después, todavía acepta responder para intentar acercarse a las mujeres maltratadas. “Si me escuchaban hablar honestamente sobre mis experiencias podían encontrar el coraje de hacer algo acerca de su propia situación”.

placeholder Tina Turner y su marido Erwin Bach en 2015 (reuters)
Tina Turner y su marido Erwin Bach en 2015 (reuters)

¿Y la Tina actual? Ahora, la Tina de 78 años es “feliz”. Lo repite tanto en su biografía como en recientes entrevistas. Tenía 73 años cuando se casó por segunda vez, en esta ocasión con alguien a quien de verdad quería. A Erwin Bach lo define como el amor de su vida. Un amor que ha durado más de tres décadas. En julio de este año, su hijo mayor Craig, al que tuvo con 18 años, se suicidió. Poco antes había llamado a su madre: “Solo quiero escuchar tu voz y esa risa tuya”. Ella, tres meses después, saca fuerza de debajo de las piedras: “Con 78 años, la gente normalmente sufre por ser mayor o por enfermedades”, ha contado a la cadena británica BBC. “Yo he alcanzado la felicidad”.

“Mi sueño es poder llenar un estadio como los Rolling Stones”, era lo que Tina Turner más veces le repetía a su “pobre manager” Roger Davies. Empezó su carrera desde muy joven, actuó junto a sus ídolos en estadios repletos, pero su oportunidad individual llegó en 1985, durante la gira de 'Private Dancer'. Ahí, Tina tenía 46 años y acababa de escapar de un infierno que le secuestró su juventud. Su infierno tenía nombre propio: Ike. La "autobiografía definitiva" de Tina Turner, ‘My love story’ (Indicios), lo cuenta ahora.

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