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Presidente Sánchez: RTVE no debe ser un botín de nadie
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Presidente Sánchez: RTVE no debe ser un botín de nadie

¿Cómo es posible que un potente medio de comunicación público que pagamos entre todos los ciudadanos haya sido objeto de un infame “pasteleo” entre Gobierno/PSOE y Podemos?

Foto: Pablo Iglesias da la mano a Pedro Sánchez en el Congreso. (EFE)
Pablo Iglesias da la mano a Pedro Sánchez en el Congreso. (EFE)

Cuando se publique este artículo estaremos a mitad del proceloso camino para elegir a un presidente de RTVE “provisional”. Ponemos comillas en lo de provisional, pues hasta ahora han sido necesarios cuatro plenos, dos en el Congreso y otros dos en el Senado, y aún faltan otros tres, previsiblemente esta semana, y siempre antes del 18 de julio, para culminar este bochorno. Siete plenos marcados a capón en un decreto que ha vaciado de representatividad al Senado, devolviendo la pelota al Congreso para que sea este quien elija a la totalidad de los miembros, diez, y que según ha trascendido se repartirán de la siguiente manera: cinco PSOE, cuatro Podemos y uno el PNV.

Sumando los parlamentarios que estos grupos tienen en las dos Cámaras -244 de un total de 616- resulta que más del sesenta por ciento de los parlamentarios no estará representado en el órgano gestor de RTVE. Para culminar esta chapuza el Presidente del Gobierno ha tenido que ofrecer a ERC concesiones que nada tienen que ver con el correcto funcionamiento de la Corporación. Está siendo todo tan fatigoso y ajustado que pronto escucharemos voces pidiendo convertir el desenlace provisional en definitivo, abandonando la promesa de dotar a la televisión pública de pluralidad, profesionalidad e independencia

Todo comienza en la última semana de junio. ¿Cómo es posible que RTVE, un potente medio de comunicación público que pagamos entre todos los ciudadanos haya sido objeto de un infame “pasteleo” entre Gobierno/PSOE y Podemos? ¿No se trataba de buscar un amplio consenso para elegir a una persona competente que se ocupara de la Corporación mientras se ponía en marcha el proceso de elección parlamentaria?

¿Acaso no está escrita la 'Ley por la independencia de RTVE y el pluralismo en la elección parlamentaria de sus cargos'? (BOE, 30 de septiembre de 2017). Esa misma ley que sólo el bloqueo de la derecha ha conseguido boicotear durante meses hasta la mismísima llegada del nuevo Gobierno…

¿Y cómo es posible que cuando el presidente Sánchez llega al poder -legítima moción de censura mediante- decida ceder a Podemos al control de RTVE sin consultar a ningún otro Grupo Parlamentario?

¿No es Podemos el partido cuyo líder, Iglesias Turrión, dijo que “molaría tener un programa de televisión si fuera presidente del Gobierno”? ¿No es este el hombre quien, para hacer jefe de Gobierno al propio Sánchez, allá por enero de 2016, pidió ser vicepresidente (y responsable además de la Secretaría de Estado de Comunicación, RTVE, la Agencia EFE y el CIS), además de las carteras de Economía, Justicia, Interior, Defensa, Asuntos Exteriores y ese engendro que llamó Ministerio de la Plurinacionalidad?

¿No ha sido un disparate tal que -después de filtrar y quemar a varias personas- se lanzó a proponer un candidato, Andrés Gil, afín a Podemos, que no sabe una palabra de radio, ni de televisión, ni de cómo gestionar una empresa con 6.400 trabajadores y mil millones de euros de presupuesto? Él mismo tardó 24 horas en reconocerlo, al retirar su candidatura. Como otra de las candidatas, que se declaró utilizada, desveló que la oferta se la hizo Pablo Iglesias, tras el compromiso adquirido por el Presidente del Gobierno para que fuera él quien decidiera el nombre del responsable de RTVE.

Un proceso endiablado

Tomás Fernando Flores es el último candidato, y ya ha pasado el trámite de ser elegido consejero, a la espera de completar el endiablado proceso. Aún saliéndoles bien, este lamentable episodio Gobierno/PSOE/Podemos apunta maneras que nada tienen que ver con el respeto a los medios públicos de Comunicación, a sus trabajadores y, en primera instancia, a los ciudadanos que se sientan frente a la pequeña pantalla.

Un paréntesis para recordar que “el otro” Medio público es EFE -por cierto, la cuarta agencia internacional del mundo- para la que no hay previsto aún ley parlamentaria que valga… Tan dejada está de la mano de Dios que su presidente sigue siendo nombrado por el Gobierno de turno desde su fundación, en 1939, por el propagandista de Falange Ramón Serrano Suñer, el famoso cuñadísimo de Carmen Polo (de Franco). ¿Habrá para ella control parlamentario, un Consejo de Administración profesional, o pondrán al mando a un podemita sin la menor experiencia para seguir con las dádivas?

El episodio que comentamos ha demostrado la irresponsabilidad de nuestros gobernantes y su ignorancia y desprecio por un medio que tanta influencia debe tener en la información, la educación y el entretenimiento de los ciudadanos; por no hablar de las posibilidades que la RTVE ofrece para promocionarnos en el extranjero.

Si Pedro Sánchez y sus asesores hubieran simplemente leído el ‘Código de Ética y Conducta’ de la propia RTVE, creado, aprobado y ratificado por gobiernos anteriores de diferente signo y los propios trabajadores de la Casa, habrían tenido claro qué tipo de responsables necesita. La frivolidad que han demostrado los señores Sánchez e Iglesias merece la censura de cualquier persona con un mínimo sentido común.

Amarillismo y baja calidad

Una empresa pública como RTVE requiere un primer ejecutivo y un Consejo de Administración con experiencia para liderar equipos eficaces en la práctica de producción y programación que compitan en buena lid y encuentre su lugar ante la proliferación de nuevos medios -los Netflix, Amazon, HBO, Movistar de turno junto a los tradicionales privados- y que huya del amarillismo y baja calidad al que recurren en demasía algunos de los grupos de radio y televisión.

El Gobierno de España está obligado a facilitar los medios, los recursos humanos y la tecnología para poner en marcha estos objetivos.

TVE debe ser, además -y de esto algo sabemos los Furtivos- la locomotora de la producción del cine español. Y no sólo programando catálogos de películas del pasado, que también, sino propiciando la creación y distribución de nuevos títulos que representen nuestra historia y nuestra cultura.

Las televisiones privadas vienen demostrando la rentabilidad de estos objetivos, aunque en su caso buscando unos beneficios inmediatos que, a nuestro juicio, puede mejorar una buena empresa pública ofreciendo calidad, eficacia en el mercado y dimensión internacional.

Sobre la insensata intentona sociata-podemita de colocar con fórceps al frente de RTVE a un responsable -que está bien donde está-, piénselo bien, señor Sánchez, y si de verdad se trata de provisionalidad, acudan al párrafo redactado en el decreto de marras y nombren un administrador único, un gestor, por un tiempo mínimo y aceleren el concurso tal como usted mismo exigía. Siéntense los grupos parlamentarios -ninguno libre de culpa- y por una vez pónganse de acuerdo en elevar el tono actuando con la grandeza que requiere este empeño. Los Furtivos les garantizamos que merece la pena. En nombre del bien común.

(Continuará...)

Cuando se publique este artículo estaremos a mitad del proceloso camino para elegir a un presidente de RTVE “provisional”. Ponemos comillas en lo de provisional, pues hasta ahora han sido necesarios cuatro plenos, dos en el Congreso y otros dos en el Senado, y aún faltan otros tres, previsiblemente esta semana, y siempre antes del 18 de julio, para culminar este bochorno. Siete plenos marcados a capón en un decreto que ha vaciado de representatividad al Senado, devolviendo la pelota al Congreso para que sea este quien elija a la totalidad de los miembros, diez, y que según ha trascendido se repartirán de la siguiente manera: cinco PSOE, cuatro Podemos y uno el PNV.

RTVE Pedro Sánchez Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
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