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Vermut: "Rodé con 20.000 euros, fue un infierno y pensé que no volvería a hacer cine"
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estrenará su nueva película en 2018

Vermut: "Rodé con 20.000 euros, fue un infierno y pensé que no volvería a hacer cine"

El cineasta madrileño ha desvelado algunas claves de su próximo proyecto, 'Quién te cantará', protagonizado por Najwa Nimri, Eva Llorach y Natalia de Molina

Foto: Carlos Vermut habla con la prensa sobre 'Quién te cantará'
Carlos Vermut habla con la prensa sobre 'Quién te cantará'

Pocos directores podrían presumir de, con sólo dos largometrajes estrenados, tener el poder de convocatoria de Carlos Vermut, con todo el mundillo del cine pendiente de cada uno de sus pasos. Con su ópera prima, 'Diamond Flash' (2011) conquistó a la crítica especializada y se destapó como el último terremoto del cine español: una película pequeñita, tan libre como extraña y con apenas 20.000 euros de presupuesto se convertía en la gran sorpresa del año. Con 'Magical Girl' (2014), tras otra odisea para financiar la película, Vermut ganaba la Concha de Oro a Mejor película y la Concha de Plata a Mejor director en el Festival de San Sebastián y alcanzaba una proyección internacional que lo llevó a salas comeciales y certámenes en todo el mundo. Ahora, con 'Quién te cantará' se enfrenta a la presión de, si no superar, al menos cumplir las expectativas.

Acaba de terminar "un rodaje instensísimo de seis semanas" que ha llevado al cineasta y a su equipo, con un reparto encabezado por Najwa Nimri, Eva Llorach y Natalia de Molina, hasta Cádiz y Málaga. Con un presupuesto de aproximadamente dos millones de euros, Netflix metida en la ecuación, Alberto Iglesias -nominado tres veces al Oscar- a cargo de la banda sonora y una distribución internacional ya cerrada con países como Francia, 'Quién te cantará' aspira a ser la consagración de un director alrededor del cual se ha creado "un pequeño círculo de culto", en palabras de su productor, Enrique López Lavigne.

"Ésta es la historia de una cantante que tiene un accidente y tiene amnesia [Nimri]. Tiene que empezar a cantar y a dar un concierto pero no recuerda nada, ni quién es, ni se reconoce", explica Vermut en un encuentro con la prensa para presentar algunas de las claves de su nueva película, rodeada todavía de mucho secretismo. "Entonces descubre a una imitadora [Llorach] y quiere que la imitadora le enseñe otra vez a ser ella misma. La pregunta es, ¿quién es ella misma?". 'Quién te cantará' "no se podría catalogar en un género en concreto", prosigue. "Empezó como un melodrama, en el que hay momentos en los que rodamos una peli de terror, al día siguiente una comedia y al día siguiente un 'thriller'".

¿Y cómo ha sido el paso, en menos de seis años, de manejar presupuestos mínimos a rodar con dos millones de euros? "Yo hice una película con 20.000 euros que fue un infierno en la tierra y tras la que pensaba que no iba a hacer cine nunca más", recuerda Vermut. "Y con ésta he tenido más libertad. Me encanta cómo es la estética de la película, el trabajo que han hecho Edu Grau [director de fotografía], Laia Ateca [diseñadora de producción] y Ána López [vestuario]… Sí noto la diferencia con respecto a 'Magical Girl' en relación a la realización, la estética y la fotografía. Sí se nota el dinero bien invertido. Pero también te digo que cuanto más dinero tienes más quieres gastar", bromea. "Esta película está más ligada al universo, a las sensaciones y a la atmósfera de 'Diamond Flash' -más rosácea, más dorada, más amarillenta- que a 'Magical Girl', que es más sobria en el sentido de colores, más grisácea. Tiene un rollo más onírico", desvela.

Yo hice una película con 20.000 euros que fue un infierno en la tierra y tras la que pensaba que no iba a hacer cine nunca más

"Lo único que no queríamos es que fuera una película de nuevo rico", añade el productor López Lavigne. "Carlos ha podido rodar dos semanas más que en 'Magical Girl', ha podido cobrar por reescribir, ha podido cobrar por dirigir y el equipo ha sido pequeñito y la gente ha cobrado un poquito más. O ha cobrado", explica. "Bueno, quiero aclarar que yo sí que cobré por 'Magical Girl'", apunta Vermut.

Al director madrileño no le gusta demasiado que puedan catalogar su cine como críptico ni dirigido a un público demasiado sofisticado o elitista. "Yo admiro mucho a J. Bayona a veces. Hacer una película y que vaya tanta gente a verla", admite. "Pero lo que siempre me pregunto es, ¿cuánto tengo que sacrificar para llegar a hacer un millón o dos de espectadores?". Vermut reconoce que le encantaría participar en Cannes, Berlín o en otro gran festival, pero que tampoco se obsesiona con ello. "La Concha de Oro y de Plata me hicieron muchísima ilusión, porque es San Sebastián, pero son premios que te da un grupo de cinco o siete personas. En estos tres años he visto mucho cine clásico y tiene que haber un punto intermedio. Tiene que haber algo que sea ese volver a las películas de Douglas Sirk: esas grandes historias que iba la gente a ver".

Tiene que haber algo que sea ese volver a las películas de Douglas Sirk: esas grandes historias que iba la gente a ver

Aun así, "yo hago películas para la gente, me gusta recibir el 'feedback' y no soy inmutable", continúa Vermut. "Me gusta saber lo que la gente piensa, porque estoy aprendiendo a hacer cine. No me pongo a escribir un guión pensando en que voy a hacer una película para el lector de 'Cahiers', el público de 'Fotogramas' o para mi madre; yo lo hago pensando en que es una historia que me va a emocionar a mí en principio y luego la hago accesible para cualquier tipo de público. Es una pulsión mucho más primaria, mucho más infantil". Eso sí, es innegable que todo "tiene un componente muy personal porque estoy detrás del guión, de los componentes artísticos, de la música, del vestuario, de la foto..."

Además, la historia "tiene bastante de autobiográfico, porque en muchas entrevistas que hacía y las leía entonces y pensaba 'pero, ¿qué has dicho?, '¿quién es este tío?', '¡qué imbécil!'. De parte de ese no reconocerte a veces surgió la idea, mezclado con una película de terror que quería hacer, mezclado con una película sobre la fama que quería hacer…", añade. A eso, hay que añadirle un pasado como ilustrador en el mundo del cómic. Por eso, en sus películas se sienten la referencias al manga; 'Quién te cantará' también nace en parte a partir del cómic japonés 'DMC (Detroit Metal City)', de Kiminori Wakasugi, en el que un introvertido joven que aspira a convertirse en estrella del pop sueco acaba metido en una banda de death metal con la que triunfa, a pesar de odiar ese tipo de música.

La película tiene relación con Almodóvar, con Bergman, con Fassbinder, con toda la gente que admiro

Entre sus referencias más obvias también se encuentra el cine de Pedro Almodóvar, con quien se reunió tras el éxito de 'Magical Girl' para estudiar que El Deseo se hiciese cargo de la producción de 'Quién te cantará', unos planes que al final no se materializaron. Un contratiempo que no empaña la fascinación de Vermut por la filmografía del manchego. "Es una película sobre alguien que admira a alguien, así que la película tiene relación con Almodóvar, con Bergman, con Fassbinder, con toda la gente que admiro". La película no podrá verse antes de un año y todavía queda el trabajo de posproducción -montaje, sonido, etalonaje, etc.-, unos meses claves para que Vermut redondee el metraje filmado y para poder a aspirar a compartir olimpo con ellos, con los Almodóvar, Bergman y Fassbinder que tanto le han marcado.

Pocos directores podrían presumir de, con sólo dos largometrajes estrenados, tener el poder de convocatoria de Carlos Vermut, con todo el mundillo del cine pendiente de cada uno de sus pasos. Con su ópera prima, 'Diamond Flash' (2011) conquistó a la crítica especializada y se destapó como el último terremoto del cine español: una película pequeñita, tan libre como extraña y con apenas 20.000 euros de presupuesto se convertía en la gran sorpresa del año. Con 'Magical Girl' (2014), tras otra odisea para financiar la película, Vermut ganaba la Concha de Oro a Mejor película y la Concha de Plata a Mejor director en el Festival de San Sebastián y alcanzaba una proyección internacional que lo llevó a salas comeciales y certámenes en todo el mundo. Ahora, con 'Quién te cantará' se enfrenta a la presión de, si no superar, al menos cumplir las expectativas.

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