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Querido Antonio: "Me atraen la tiranía y la hipocresía de las relaciones laborales"
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entrevista al humorista y dibujante

Querido Antonio: "Me atraen la tiranía y la hipocresía de las relaciones laborales"

El colaborador de 'El Intermedio' publica ‘Todos los hijos de puta del mundo’, un demoledor catálogo de las miserias de políticos, deportistas y empresarios

Foto: Viñeta del nuevo libro de Querido Antonio.
Viñeta del nuevo libro de Querido Antonio.

Muchos conocimos a Alberto González Vázquez, alias Querido Antonio, por su brutal corto de animación titulado 'Los reyes magos' (2012). Otros le descubrieron con el rotundo vídeoclip de 'Ratonera' (Amaral).

Pero, en realidad, gran parte de su público ignora su nombre, aunque se ría a diario con sus montajes para 'El intermedio' (La Sexta). Tras debutar con el libro ‘Humor cristiano’ (2012), Querido Antonio da un paso adelante en ‘Todos los hijos de puta de mundo” (Astiberri), recopilación de historias y viñetas para las publicaciones 'Orgullo y Satisfacción' y 'El Mundo Today'. El libro no tiene desperdicio.

'Los reyes magos'

PREGUNTA. En ‘Todos los hijos de puta del mundo’ criticas a los políticos, pero también el sistema laboral que padecemos. Lo presentas como una especie de esclavitud en versión 'light' (pienso en la brutal viñeta de la página 56). ¿Estamos tan centrados en los abusos de los políticos que nos olvidamos de los del sector privado? 


RESPUESTA. El sistema laboral es algo que todos conocemos muy de cerca. Un político te diría que "los que tenemos la suerte de tener trabajo”. Ese recordatorio constante es una perversidad, porque implica que el trabajo debe recibirse como una bendición sin cuestionar sus condiciones. Supongo que me atraen esa tiranía y la hipocresía de las relaciones laborales como contexto para algunas historias.

P. Retratas a Pedro Sánchez con especial crueldad, como un candidato desesperado por conectar con los votantes. Explicas que utiliza clichés del cine, tipo “llevaba un discurso escrito, pero soy tan honesto y espontáneo que no lo voy a leer”. ¿Nos trata como a idiotas? 


R. Lo verdaderamente inquietante no es que lo haga, sino que crea que va a funcionar. Alguien que piensa que el electorado puede caer en una trampa tan zafia como esa está cometiendo un error de juicio muy grave. Está demostrando una percepción de la realidad completamente errónea. Estamos hablando de un hombre que ha estado lo más cerca que se puede estar de convertirse en presidente del Gobierno. ¿Deberíamos esperar el mismo criterio irracional si tuviera que evaluar un problema complejo?

"Probablemente el idiota sea yo por no tener la capacidad de disfrutar de la alegría colectiva"

P. Supongo que tendrás tus convicciones y afinidades políticas personales. Me gustaría saber si te pones algún límite para intentar ser objetivo o si, de alguna manera, te lo ponen tus jefes o quienes te hacen encargos. 


R. Mi único propósito es divertirme. Pienso que si logro eso es más fácil divertir a otros. Es posible que mis afinidades se manifiesten en mi trabajo, pero si eso ocurre, es de manera inconsciente.

P. ¿Crees que el panorama humorístico está más o menos equilibrado? ¿O los medios prefieren humoristas prosistema, que den menos problemas que los que cuestionan el estado de las cosas?


R. No tengo una calculadora a mano y la verdad es que no es un asunto que me preocupe. Supongo que en los medios hay cierta tendencia a la afinidad editorial y es natural. Pero lo que encontramos en los medios solo es una fracción de un panorama cada vez más rico, diverso y relevante.

P. ¿Se ha ido ensanchando la libertad de expresión en el medio desde el 15-M? ¿O más bien tiene que ver con la aparición de nuevas cadenas?

"La audiencia es cada vez más impermeable al pensamiento único"


R. Lo que hay ahora es más confusión. Hubo un cambio de paradigma con la consolidación de las redes sociales. Los medios todavía intentan asimilarlo. Ya no es tan fácil imponer una visión de la realidad frente a canales de comunicación tan fragmentados que resultan ingobernables. La audiencia es cada vez más impermeable al pensamiento único porque dispone de más recursos y esto ha provocado cierto nerviosismo. Hay una especie de efecto Titanic: la brecha es cada vez mayor y nadie sabe durante cuánto tiempo se mantendrá el barco a flote, pero parece que más tarde o más temprano se hundirá y no habrá salvavidas para todos.

P. Eres de los pocos humoristas que se animan a meterse con las estrellas del deporte. Hay una viñeta con Rafa Nadal levantando un trofeo, pensando para sus adentros que la victoria va a servir para que durante unos días no se hable de la crisis y de la corrupción. ¿Ves cierta estupidez colectiva en la manera en que vivimos los triunfos de los dioses del deporte como si fueran nuestros?


R. No me atrevería a calificar ese comportamiento de estúpido por no compartirlo. Probablemente el idiota sea yo por no tener la capacidad de disfrutar de la alegría colectiva. Pero lo cierto es que esas comuniones de júbilo me aterran. Es un miedo a lo incomprensible. Hay algo primitivo y sobrenatural en el comportamiento de una masa que celebra un gol o que hace la ola en un estadio y que actúa como un único organismo de células sin conciencia de su individualidad. No hay nada malo en celebrar un éxito deportivo, pero es un ejemplo del mismo tipo de ceguera contagiosa que puede conducir al horror al servicio de una idea.



'Ratonera'

P. ¿Cuál es el contenido, gráfico o audiovisual, que más conflictos te ha acarreado o que más debate ha generado en una redacción?


R. La verdad es que no recuerdo un solo conflicto que merezca la pena señalar.

P. ¿Quiénes son los compañeros de profesión que te parecen más estimulantes o inspiradores ahora mismo?


R. Tengo suerte porque muchos están en mi entorno. En 'El intermedio', en 'El Mundo Today' o en 'Orgullo y Satisfacción'. Me interesan Cavestany, Cobeaga, Vigalondo, Vermut, Alcázar, Brieva, Cornellà, Noguera... Es curioso: conozco a casi todos los que he mencionado y he colaborado con algunos de ellos, así que no sé si se trata de admiración o de síndrome de Estocolmo.

Muchos conocimos a Alberto González Vázquez, alias Querido Antonio, por su brutal corto de animación titulado 'Los reyes magos' (2012). Otros le descubrieron con el rotundo vídeoclip de 'Ratonera' (Amaral).

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