Don Quijote, el hidalgo de lanza en ristre y puntas de ballet

Ya dijo José Carlos Martínez que quería volver a traer el clásico a la Compañía Nacional de Danza. Pero han tenido que llegar las conmemoraciones por el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote para que la CND estrene su primer ballet clásico completo en más de dos décadas. 'Don Quijote' llega sobre puntas y más español si cabe al Teatro de la Zarzuela (del 16 de diciembre al 3 de enero y después, gira por España).

"Es un reto y un paso muy grande después de cuatro años y medio de trabajo. Vuelve la tradición a la CND", anuncia el director de la compañía tras pasar los 20 años que estuvo dirigida por Nacho Duato centrada en la danza contemporánea. "Hemos elegido este título porque es español, no sólo por el V Centenario de la segunda parte de 'El Quijote', sino porque corresponde a la personalidad de los bailarines que tenemos. Un ballet como 'Don Quijote', donde se pone en esencia a la gente de la calle y del pueblo, corresponde con ese trabajo de la CND para tener un cuerpo de baile", añade.

Para esta versión clásica de la novela cervantina, Martínez se ha inspirado en las piezas original de Marius Petipa y la posterior adaptación de Alexander Gorski. "Será un 'Don Quijote' totalmente clásico pero con un toque español. Vamos a hacer el 'Don Quijote' que Petipa hubiera soñado tras su viajes por España pero él era un francés en Rusia. Aquí vamos más lejos. No es flamenco porque sigue siendo clásico y cada paso corresponde al ritmo que tiene que ser pero hemos hecho un vestuario y una puesta en escena más española. Le hemos quitado el polvo a la versión de Petipa respetando la esencia", garantiza el coreógrafo.

La pieza se centra en los capítulos XX y XXI de las Bodas de Camacho y por tanto, además de incorporar episodios como la lucha contra los molinos de Don Quijote y Sancho de una manera mucho más fiel, se centra en las desdichas de Basilio y Quiteria. Asimismo, explica Martínez, ha querido darle más profundidad a personajes como Don Quijote, que en la versión de Petipa rozaba más "la pantomima" y aquí será más fiel al creado por Cervantes; contextualizar la obra en La Mancha (el original comienza en Barcelona) o la dualidad entre Quiteria -la mujer real- y Dulcinea -la idealizada que representa los sueños inalcanzables-.

Hacer este 'Don Quijote', asegura, "es un paso hacia delante porque la danza clásica se puede bailar de muchas maneras, pero lo que es un paso atrás es hacerlo como se hacía hace cien años. Creo que hay demanda de ver ballet clásico. Y mi misión como director de la CND es dárselo al público, aunque no por ello vamos a dejar de hacer danza contemporánea. Lo atípico es que aquí se dejó de hacer clásico y ahora vuelve. Ahora se está sumando y uniendo ambas". De hecho, entre sus próximas citas están dos programas mixtos en el Liceu (en marzo) y el Teatro Real (julio).

Martínez también lleva a la práctica en este 'Don Quijote' otra de sus grandes apuestas para la CND: que los bailarines españoles que están triunfando en el extranjero vuelvan a casa para bailar como invitados. Por eso, en esta puesta de largo del clásico estarán algunos como Joaquín de Luz (que bailará en el estreno y los días 19 y 20 de diciembre), María Kochetkova, Elisa Badenes o Cristina Casa. Junto a ellos, también tendrán su oportunidad las jovenes promesas como Aitor Arrieta o Haruhi Otani.

El futuro

Con este 'Don Quijote', José Carlos Martínez firma el "colofón" de su etapa al frente de la CND. En julio del año que viene se cumplirán los cinco años del contrato y su renovación estará determinada por lo que pase en las elecciones y la implicación con su proyecto. Eso sí, garantiza, prorrogar los tres años que puede seguir por contrato dependerá "de la evolución de la compañía y de si puedo continuar con mi proyecto. Si la música suena a mi ritmo, seguiré", explica también aludiendo a las tentativas -"ninguna sobre papel"- de otras compañías de danza internacionales.

La sede estable de la CND es otra de las grandes (y recurrentes) peticiones de Martínez y, aunque segura que no será una de las "condiciones indispensables" para resolver este asunto, sí sería necesario llegar a un acuerdo estable. Martínez señala que espera reunirse en breve con Daniel Bianco, el nuevo director del Teatro de la Zarzuela, para intentar organizar temporadas estables y que, poco a poco, se convierta en su sede. "Lo veo viable y creo que es una cuestión de dirección artística".

De igual modo, destaca sobre la buena disposición mostrada en los últimos tiempos por Nacho Duato para que vuelvan a montarse sus coreografías en la CND (hasta ahora lo prohibía pero en su última visita a España ya aseguró que estaría dispuesto siempre que se lo pidiera el Ministerio de Cultura) que "se ha abierto una puerta". "Me gustaría que de nuevo estuvieran en el repertorio piezas de Nacho Duato. Ahora hay voluntad y es una cuestión de agendas".