David Safier cambia humor por horror

“No he dejado de escribir novelas de humor, pero éste es un libro que quería escribir desde hace más de veinte años”, responde uno de los autores con ventas sobrenaturales, David Safier, que en estos días publica una obra atípica en su alegre y complaciente producción: 28 días (Seix Barral). Es la historia de Mira, judía de 17 años en el gueto de Varsovia, en 1943, que se ha convertido en una persona “tristemente, madura”. Ha dejado el menudeo de contrabando para resistir como sea a los medios a los nazis. Como sea. “Es una historia sobre la humanidad, sobre lo peor de lo que los humanos son capaces y lo mejor que pueden conseguir”, explica a este periódico el autor de Maldito Karma.

Entró en contacto con el levantamiento judío cuando era periodista en Radio Bremen, debía contar algo sobre los jóvenes de la Resistencia del gueto para un discurso. Recuerda que al investigar le llamó la atención las historias de la “grandeza y la cobardía humana”. Desde entonces no dejó de pensar en cómo convertir el documento en ficción. Lo ha hecho en la piel de Mira, con una primera persona con más acción que digresión. La novela vuela gracias a las miserias y el drama que hace tragar a su personaje.

“Me acostumbré a los combates diarios, al peligro, también a matar, e incluso a que década operación volvieran menos. Sin embargo, no era capaz de acostumbrarme a seguir viva día tras día. Si al inicio del levantamiento eso me estimulaba, ahora, sobre todo, me producía cansancio”, cuenta Mira, desesperada, desahuciada. Safier cuenta que la infancia y la adolescencia son protagonistas en esta historia, porque empuñaron las armas para acabar con los nazis.

Esto le permite plantear un debate inagotable: dignidad o supervivencia, lucha o resistencia, muerte o vida. Mira termina abanderando la lucha armada, Daniel la resistencia pacífica. “La Resistencia era más importante ahora que antes: esos hombres que me habían quitado todo cuanto tenía, y que habían estado a punto de quitarme también la dignidad, debían morir”, Safier en voz de Mira.

Contra la resignación

Ha tomado conciencia de su pertenencia –el pueblo judío- y de su combate – no dejarse llevar al matadero sin defenderse. Una experiencia extrema, cruel e incómoda, en una ciudad fantasma, saqueada y arrasada, tanto para la protagonista como para el lector.Mira es un personaje ficticio que no limita al autor al trasgredir los hechos reales de aquellos días. Todas las situaciones de tensión, las muertes y las –escasas- alegrías sucedieron en el gueto, sólo ella es producto de la imaginación del ocurrente Safier.

Safier ha escrito, con telón de Segunda Guerra Mundial, una novela sobre la Resistencia, oportuna contra el desaliento y la resignación actual. Una novela sobre el ánimo de cambiar el mundo, sin condiciones: “Si el relato fuera sólo sobre el pasado no tendría ningún interés. Esta es una historia que vuelve a las eternas preguntas importantes: ¿te sacrificarías por otros o sacrificarías a los otros para salvar tu vida? ¿Qué clase de ser humano quieres ser?”, responde aEl Confidencial.

A un lado de esa pregunta está la policía judía que trabajaba para los alemanes condujo a los trenes a sus propios padres para alargar su propia vida. Al otro, el pedagogo Janusz Korczak, asesinado en el campo de exterminio de Treblinka, en 1942, junto a doscientos niños del orfanato que dirigía. Safier se detiene a recrear cómo debió ser aquella dantesca escena, en la que todos son obligados a abandonar el edificio, camino del tren. “Los huérfanos se dispusieron en filas de cuatro, se cogieron de las manitas y se pusieron en marcha con sus cuidadores. A la cabeza iba Korczak, con el chico que iba agarrado a su sucio osito de peluche, con el que ahora se tapaba media cara, y la niña, que seguía hablando con su muñeca y de vez en cuando le daba un besito”.

Como explica el autor a este periódico, “Korczak es uno de los grandes héroes de la Historia por su defensa de la infancia hasta el último momento, incluso dando la cara ante los mayores peligros y la muerte”. Quizá por eso asegure que esta novela también es un libro “para gente que no está interesada en la Historia”. Es decir, que los hechos no son más que un decorado sobre el que el autor tiende tramas y motivos morales.

Una película de acción y amor

La última parte del libro se centra en los 28 días de resistencia y levantamiento que organizaron 1.200 judíos supervivientes en Varsovia, después de una razia de 400.000 deportados, de 450.000 habitantes. Es entonces cuando el autor carga las tintas –su abuelo murió en Buchenwald y su abuela en el gueto de Lodz- sobre las emociones de los personajes, donde la espita sentimental salta por los aires, mezclando una historia de amor, con el hambre, la muerte y el asesinato.

Todo en medio de las llamas. Hay que reconocer que Safier, a pesar de todo, tiene mucho oficio para convertir un hecho histórico en un guion de película con todos sus ingredientes. “El libro ha tenido un gran éxito en Alemania y por la respuesta que he visto durante la promoción, sólo un 30% eran lectores de mis novelas humorísticas. Muchos, muchos de ellos me han dicho que esta les parece la mejor. El resto, son nuevos lectores que no estaban interesados en mis otros libros”, dice el autor para explicar que siempre habrá alguien dispuesto a leer una buena historia.