Demasiado antirracista para un antirracista

Hombres y mujeres de raza negra encadenados, expuestos como mercancía, exhibidos como los animales de un zoo, sin apenas rastro de dignidad humana. Sus miradas confusas y silenciosas se tendrían que haber encontrado con las de los londinenses durante esta semana bajo las bóvedas del puente de Waterloo, en el espacio multidisciplinar The Vaults, donde estaba previsto que se interpretara la performance Exhibit B.

Pero esta obra, inspirada en los antiguos zoos humanos en los que durante la época colonial se exponía a “los salvajes” y donde esclavos del siglo XIX, especímenes de hombre y buscadores de asilo político modernos habrían compartido el espacio por el que la audiencia se habría paseado, ha sido cancelado, en medio de una gran polémica, por el centro cultural que la organizó, el Barbican, uno de los más importantes –y en general atrevidos- de la ciudad.

No se tratade algo real, obviamente eran actores de raza negra interpretando las ideas concebidas por el director de escena Brett Bailey, un sudafricano de raza blanca. Este detalle es importante en la historia porque Exhibit B es una crítica sin remilgos al racismo y así lo han entendido a lo largo del último año docenas de críticos teatrales, que la han aplaudido a su paso por 12 ciudades, incluida una escocesa, Edimburgo, hace apenas un mes. La obra se representó en el Fringe Festival de esa ciudad y de ella se dijo que era “desasosegante pero poderosa, un trabajo importante y provocador”, entre otras muchas cosas.

Pero como si se tratara de una broma surrealista, tanto el autor como el Barbican han sido acusados de racismo por un grupo de activistas… ¡de raza negra! “Estamos muy ofendidos pero no sorprendidos de que el colonialismo que esta pieza aparentemente denuncia no haga más que reforzar su efectividad y mantenerlo como un instrumento de control de los supremacistas blancos”, proclama una petición firmada por 20.000 personas y con la que en las últimas semanas se pedía la cancelación de la obra por considerarla ““un acto escandaloso de complicidad con el racismo”.

Artistas censurados

Los detractores, miembros de colectivos pro derechos sociales de los británicos de raza negra, acudieron en masa a la primera representación de la performance el martes y tras bloquear la entrada e impedir el acceso del público, provocaron una trifulca que acabó con la policía porra en mano. El Barbican ha optado por la vía fácil y ha decidido suspender las representaciones alegando que las protestas eran “de naturaleza extremadamente violenta” y el centro no podía garantizar la seguridad ni del público ni de los actores.

El Barbican ha defendido su decisión en un comunicado en el que acusa a los manifestantes de “silenciar a los artistas e impedir a la audiencia ver un trabajo importante” y se defienden de las acusaciones de racismo: “No somos neutrales ante el racismo, estamos en contra y jamás habríamos permitido que se mostrara una obra a favor del racismo. Exhibit B plantea de forma responsable preguntas sobre el racismo. Busca mostrar la cosificación del ser humano y las espantosas actitudes históricas hacia la raza durante la era colonial, y se pregunta cuánto ha evolucionado la sociedad desde entonces”.

Sin embargo, la institución ha preferido cerrar la herida sangrante poniendo una burda tirita en lugar de permitir que sangre y aplicar puntos de sutura. “Los manifestantes deberían poder manifestarse fuera y que los actores pudieran seguir trabajando dentro” ha declarado Matthew Xia, director artístico del Manchester Royal Exchange, quien vio los ensayos de la obra y asegura que no tiene nada de racista.

Según ha explicado en la BBC Stella Odunlami, que en Exhibit B interpreta al ‘objeto numero 2’, “esta obra es un comentario sobre cómo hemos sido subyugados y hemos sufrido terribles injusticias por ser percibidos como ‘el otro’. Si quieres saber lo que ocurrió, cómo Europa se construyó sobre la degradación y la deshumanización de los africanos tienes que estudiarlo sólo, no te lo enseñan en el colegio y por eso creo que esta obra es importante porque cambia el nivel de la conversación. Cómo joven de raza negra, educada y londinense que ha trabajado para buscar una alternativa a la narrativa sobre nuestra raza que me digan que soy una vendida y una marioneta es insultante”.