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Otra vuelta de terror y sueños
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Otra vuelta de terror y sueños

Otra vuelta de tuerca. El estatus. Alberto Olmos. La nueva novela de Alberto Olmos tiene todos los ingedientes de una convencional narración de misterio. La protagonizan dos

Otra vuelta de tuerca. El estatus. Alberto Olmos.

 

La nueva novela de Alberto Olmos tiene todos los ingedientes de una convencional narración de misterio. La protagonizan dos mujeres solas, madre e hija, que pasan a habitar un territorio que, para ellas, es inhóspito: el primer piso de Schmelgelme 34, donde aguardan la llegada del marido y padre. Han cambiado su cómoda villa campestre, repleta de criados, por ese retazo urbano y una criada inexperta y deslenguada, indiferente ante las diferencias de clase entre ella y su señora, que sin embargo las tiene muy bien presentes. La hija, Clarita, que está en la edad de las primeras menstruaciones, traba una peregrina amistad con el no menos extraño portero del inmueble, Jesualdo, un gigante discapacitado cuyas inclinaciones se hacen pronto evidentes. Junto a las nuevas inquilinas y su criada, parece ser el único habitante del edificio, en el que sin embargo pronto comienzan a suceder episodios inexplicables.

La apariencia de convencionalidad se disipa pronto. En seguida aparecen dos voces junto a la del narrador: la de las protagonistas, que dialogan desde algún lugar fuera del tiempo, y la del portero, un monólogo interior –recurso que emplea profusamente el autor, especialmente hacia el final del volumen– que evoca al Benjy Compson de Faulkner. Olmos hace, en cada uno de sus proyectos, algo nuevo, pero dentro de sus coordenadas narrativas y estéticas. Aquí emplea esos ingredientes del relato de fantasmas para cocinar un guiso que, conservando la atmósfera inquietante, da una vuelta de tuerca al género, explora la soledad que aqueja a unos personajes que, por mor de su estatus, permanecen aislados, incomunicados, aun madre e hija: “admitámoslo, en nuestra familia nunca ha sido costumbre quererse” (pág. 108). La desolación del edificio, que se va revelando por las excursiones de Clarita –un edificio que “por fuera es un palacio, pero por dentro es la ruina total”– es la extensión física de la propia desolación y descomposición emocional de los personajes. El ordenado piso que habitan no deja de ser un decorado que terminará por ser engullido por la nada circundante.

La novela tiene ese aire de la gran narrativa centroeuropea de principios del siglo XX y hace gala de una complejidad constructiva que, sin embargo, esconde sus andamios, ofreciendo un aspecto pulido, acabado. Es la mejor novela de Olmos hasta ahora, que redunda en sus mejores cualidades, a las que ya se hizo referencia en anteriores ocasiones, perfeccionándose en una progresión casi ininterrumpida que llena de expectación a quienes disfrutamos de su escritura.

 El estatus. Ed. Lengua de Trapo. 176 págs. 15,95 €. Comprar libro.

La vida es sueño. El vendedor de pasados. José Eduardo Agualusa

 

El vendedor de pasados es una novela fragmentaria, narrada por un geco y protagonizada por un negro albino cuyo oficio es inventar pasados y para quien “Eça [de Queiroz] fue mi primera cuna”. Si su curiosidad no se ve ya un poco excitada no sé qué más les puedo decir. Esta obra ha recibido el Independent Foreign Fiction Prize (2007) y su autor, José Eduardo Agualusa, es uno de los principales representantes de la nueva literatura africana. Nacido en Angola, de familia portuguesa y brasileña, salta a la vista que el mestizaje va a jugar un papel relevante en su escritura que, si bebe literariamente de la tradición portuguesa –como justifica su protagonista, Félix Ventura, en la cita anterior–, se ve muy influida por la cultura angoleña –también confiesa, al final de la novela, que es animista–.

La novela es una exploración de la memoria y la ficción en relación con eso que convenimos en llamar “realidad” –y que, según los estudios de Jeffrey M. Zacks, se procesan en los mismos lugares del cerebro; ergo, como ya sabía Hegel, todo es espíritu–. Y ello se plantea, tanto en los sueños que Ventura sueña a través de su geco Eulálio –“hay verdad, aunque no haya verosimilitud, en todo lo que un hombre sueña”–, como con la invención de la vida de José Buchmann, como a través de la literatura que tan importante es en la vida del vendedor de pasados y en su reptil amigo, que en su vida previa humana, recibió de su madre el consejo de que “entre la vida y los libros, elige los libros”.

El vendedor de pasados. Ed. Destino. 164 págs. 17,50 €. Comprar libro

Otra vuelta de tuerca. El estatus. Alberto Olmos.