Chéjov nunca abandona las tablas
Aunque su faceta de escritor de relatos sea muy poderosa, lo cierto es que Anton Chéjov es un dramaturgo al que todos los directores de teatro
Aunque su faceta de escritor de relatos sea muy poderosa, lo cierto es que Anton Chéjov es un dramaturgo al que todos los directores de teatro acuden como osos a la miel. Tio Vania, La gaviota, Las tres hermanas y El jardín de los cerezos son sus obras más destacadas, pero la cartelera madrileña acaba de acoger su primera pieza teatral. Es Platonov un ejercicio de juventud en el que se reclama el derecho de vivir plenamente, por más que las convenciones sociales nos lleven a lo contrario.
Aunque su faceta de escritor de relatos sea muy poderosa, lo cierto es que Anton Chéjov es un dramaturgo al que todos los directores de teatro acuden como osos a la miel. Tio Vania, La gaviota, Las tres hermanas y El jardín de los cerezos son sus obras más destacadas, pero la cartelera madrileña acaba de acoger su primera pieza teatral. Es Platonov un ejercicio de juventud en el que se reclama el derecho de vivir plenamente, por más que las convenciones sociales nos lleven a lo contrario.