La cara oculta de Ouka Leele

Fue uno de los grandes nombres de la 'movida' madrileña y ahora, después de que hace una año se pudiese contemplar en su muestra retrospectiva Pulpo´s Bulevar (ver artículo), el Ministerio de Cultura le ha querido dedicar una retrospectiva con motivo de su Premio Nacional de Fotografía. La obra de Ouka Leele invade las salas de exposición del Museo de Traje en Madrid: son 67 trabajos de medio y gran formato, en blanco y negro y color.

En Ouka Leele inédita la artista madrileña, que acaba de cumplir 50 años, presenta fotografías de profunda expresión anímica y plenas de madurez artística. Aunque una de las cosas por las que más se la conoce es por pintar sus fotografías, en esta ocasión sólo una de las fotos que se muestran ha sido pintada, lo cual supone un dato que sin duda despertará la curiosidad de todos los conocedores de su ingente obra.

La muestra expone fotos a color donde de nuevo se podrá apreciar el dominio que Ouka Leele ejerce sobre las nuevas tecnologías: desde las realizadas con móvil, y en las que consigue cromatismos de factura clásica, a trabajos con cámara digital y posteriormente tratados por la artista con photoshop.

Iconos de su tiempo

El comisario de la exposición, el director de cine Rafael Gordon, que prepara un largometraje de su vida y obra, está convencido de que Ouka Leele Inédita será el gran acontecimiento artístico del año: “No hay una sola foto en la exposición que no sea un icono de su tiempo; nos encontramos ante un acontecimiento único.”

El director artístico y escenógrafo Antonio Belizón es el decorador de la exposición. Ha realizado una muestra integradora de espacio y obra, alejada de cualquier elemento que impida mostrar la límpida y honda expresión de la artista. Belizón señala que “Ouka Leele vive un momento de lucidez artística, que le permite alcanzar los máximos logros esencializando fondo y forma”.

Ouka Leele Inédita hace un recorrido sentimental y artístico, pleno de vivencias y humanidad, a la manera de una 'Comedia humana' en fotografías. La muestra pretende recuperar la emoción del encuentro entre público y artista como en el Renacimiento, cuando al acabar una obra el artista la mostraba a los ciudadanos, que acudían a verla con entusiasmo y curiosidad.