Polémico artículo de un colaborador de TV3: "Quiero comerme la papada de Zoido"

Jair Domínguez, colaborador de TV3, ha publicado un polémico artículo titulado "Quiero comerme la papada de Zoido" en el que relata de forma detallada cómo procedería para llevar a cabo semejante acción. "Quiero cogerlo y atarlo, tumbarlo sobre una mesa de neurocirujano y estacarle la cabeza con tornillos y cordeles para que no se mueva un milímetro", señala al tiempo que puntualiza que se la comería "a la brasa".

En el texto, publicado en la revista 'Esguard', el articulista también indica que cortaría la papada "en redondo" con un cúter y con cuidado "para no profundizar demasiado y seccionarle una arteria" importante. "Disfrutaría de ese manjar exquisito como si fuera un guerrero 'koroway' absorbiendo la fuerza del enemigo". Domínguez explica que "no es un criminal ni un loco sin escrúpulos" y que lo único que le interesa del ministro de Interior Juan Ignacio Zoido es "su papada, toda aquella grasa palpitante y jugosa, tierna metáfora de una época que aún palpita".

"Entre mordisco y mordisco, rezaré para que el tiempo se detenga, para que la comunión entre pueblos me acompañe en ese momento. Tal vez me servirá para entender qué quieren decir aquellos que aseguran que catalanes y españoles somos el mismo pueblo, la misma gente, la misma cosa", concluye.

En declaraciones a Europa Press, un portavoz de Interior ha señalado que "no ofende quien quiere sino quien puede" y ha declinado hacer más comentarios. Por su parte, el portavoz del Gobierno Íñigo Méndez de Vigo ha señalado que el artículo es "una prueba más de la ruptura de la convivencia en Cataluña".

Un colaborador polémico

No es la primera vez que este colaborador causa polémica. En 2012, simuló un atentado contra el rey Juan Carlos I, el periodista Salvador Sostres y el expresidente del Palau de la Música Fèlix Millet. Con una pistola en la mano y tras explicar porqué merecían ser disparados, se escuchaba una detonación y acto seguido las caricaturas de los tres aparecían manchadas de sangre.

Tras la emisión, la directora del programa, Mai Balaguer, presentó su dimisión y la cadena se vio obligada a emitir un comunicado de disculpa.