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Los recortes en RTVE quitan al cine español 25 millones de subvenciones
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LA TV DESTINA A LA INDUSTRIA EL 6% DE SUS INGRESOS

Los recortes en RTVE quitan al cine español 25 millones de subvenciones

El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, no es insensible a las penurias económicas que atraviesa Radio Televisión Española (RTVE). “Estamos preocupados por

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Los recortes en RTVE quitan al cine español 25 millones de subvenciones

El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, no es insensible a las penurias económicas que atraviesa Radio Televisión Española (RTVE). “Estamos preocupados por el deterioro progresivo que está sufriendo. (…) España se merece una televisión pública con los recursos necesarios para, además de ser competitiva, cumplir su esencial función social”, arreció durante la ceremonia de entrega de los premios Goya, celebrada el pasado domingo. Un discurso que, en todo caso, está lejos de ser inocente. No en vano, la televisión pública tiene que dedicar por ley un 6% de sus ingresos a la producción audiovisual nacional. Y a menor presupuesto, menos dinero para el cine español.

Los números cantan. Lejos quedan los 72 millones que recibió la industria audiovisual española cuando RTVE manejaba un presupuesto de 1.200 millones, allá por el año 2010. Un montante que le garantizaba la ley de financiación del año 2009. Los recortes, que dejarán los fondos de la Corporación entre 800 y 850 millones en 2013, supondrán al sector entre 45 y 50 millones. Un descenso considerable. Desde ese prisma deben entenderse las palabras de González Macho. “Durante muchos años, la colaboración entre Televisión Española y la industria cinematográfica ha sido, cuando menos, muy beneficiosa para ambas partes. Es esencial que esto siga siendo así”, aseguró sin ambages.

La ceremonia fue presenciada con gesto adusto por el presidente de la Corporación, Leopoldo González-Echenique, que ha lidiado desde su llegada al cargo a mediados de 2012 con unas severas restricciones económicas. “Tal vez faltó que González Macho hiciera una mención más entusiasta del enorme esfuerzo que está haciendo RTVE con respecto al cine español. No hay que olvidar que se emiten películas nacionales hasta en el prime time de La 1. Faltó ese reconocimiento”, explican fuentes de la industria presentes en el acto. “El único momento en que González-Echenique cambio el rictus fue cuando Eva Hache, al final de la gala, dijo que probablemente sería su última ceremonia como presentadora”, añaden con ironía.

Como publicó ayer El Confidencial, la algarada del domingo amenaza con dinamitar las negociaciones que el Gobierno mantiene con productores, exhibidores y televisiones para alumbrar un nuevo modelo de financiación para el cine nacional. Y en ese contexto no es accesorio que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, criticara ayer abiertamente a los actores y acusara a algunos de no pagar impuestos en España. “No hemos tenido a nuestro Depardieu. No nos ha hecho falta”, lanzó, sin dar nombres. Claro que no es buen enemigo. Hacienda –con Cultura, Industria y Economía- forma parte de la representación del Ejecutivo en la comisión negociadora con el sector. Y ese Ministerio –con Montoro a la cabeza- es el que maneja la pecunia. 

Los ‘engañosos’ pilares de RTVE

Los fondos que maneja anualmente RTVE llegan por dos vías. La primera, los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Una dotación que mengua año a año por la crisis. Y es que los 547,59 millones que las cuentas públicas recogían para la cadena en 2010 se veían reducidos de forma dramática con la llegada del Partido Popular al Gobierno. De hecho, uno de los primeros anuncios del Ejecutivo fue su intención de ajustar en más de 200 millones el presupuesto de la Corporación. Finalmente, la cadena pública contó con apenas 342,74 millones vía PGE en 2012 –un recorte que no ha podido absorber y provocará un déficit de 105-, y se tendrá que conformar con 292,74 millones en 2013.

Además, la ley de financiación de RTVE, aprobada en 2009 por el Gobierno de Zapatero para eliminar la publicidad de la cadena pública, obligaba a los operadores de telefonía a aportar una tasa para sostener la Corporación equivalente al 0,9% de sus ingresos. Dicho canon supuso a las telecos 243 millones en 2010. De acuerdo con las liquidaciones publicadas por la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), ese montante se situó en 218,72 millones en 2011. Y va a menos en tanto que cae el negocio de las compañías por la crisis. Además, el sector asumió en 2010 un 72,5% -equivalente a 266 millones- del total recaudado por la tasa del espectro radioeléctrico. RTVE también recibe por ley el 80% de esa partida, hasta un máximo de 330 millones de euros.

Según evolucionen esas partidas, el dinero del que dispondrá este año RTVE se situará entre los 800 y los 850 millones. “Es un engaño plantear que el cine español se lleva un porcentaje de los ingresos de la televisión pública porque, en realidad, no hay facturación como tal desde que se eliminó la publicidad. Todo está en manos del Gobierno”, exponen fuentes internas de la casa. Según reza la Ley General de la Comunicación Audiovisual, aprobada en marzo de 2010, las cadenas privadas “deberán contribuir anualmente a la financiación anticipada de la producción europea de películas cinematográficas, películas y series para televisión, así como documentales y películas y series de animación, con el 5 por 100 de los ingresos devengados en el ejercicio anterior conforme a su cuenta de explotación”. En el caso de los medios de titularidad pública esa tasa se va al 6%.

El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, no es insensible a las penurias económicas que atraviesa Radio Televisión Española (RTVE). “Estamos preocupados por el deterioro progresivo que está sufriendo. (…) España se merece una televisión pública con los recursos necesarios para, además de ser competitiva, cumplir su esencial función social”, arreció durante la ceremonia de entrega de los premios Goya, celebrada el pasado domingo. Un discurso que, en todo caso, está lejos de ser inocente. No en vano, la televisión pública tiene que dedicar por ley un 6% de sus ingresos a la producción audiovisual nacional. Y a menor presupuesto, menos dinero para el cine español.

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