RTVE encarga la tasación de más de 100 inmuebles para 'limpiar' sus cuentas

RTVE mueve ficha para sanear de una vez su controvertido balance. Y es que la Corporación acaba de lanzar un concurso para contratar a una empresa que acometa la tasación de más de un centenar de sus inmuebles, cuya sobrevaloración podría estar desvirtuando las cuentas de la sociedad. Al menos, ese es el reproche que la auditora de la cadena, KPMG, ha reiterado a los gestores de la casa vía salvedades desde el año 2009. Una crítica que hacía suya recientemente Ramón Aguirre, presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), a la sazón principal accionista de la televisión pública.

En concreto, el objeto de los pliegos publicados por RTVE en su web y a disposición de los proveedores es “recoger las prescripciones técnicas que regirán la contratación del servicio de tasación o valoración de centros y edificios propiedad de la Corporación Radio Televisión Española”. El expediente plantea un ‘informe de valoración’ de 30 inmuebles y una ‘certificación de valoración’ de 107 enclaves. Y corre cierta prisa. No en vano, la empresa que se alce con el contrato contará con cuatro semanas de plazo (20 días laborales) para realizar las estimaciones pertinentes, que deberán referirse a dos fechas: el 31 de diciembre de 2011 y el 31 de diciembre de 2012, con la auditora también en mente.

“La empresa adjudicataria vendrá obligada a facilitar a la auditoría externa de cuentas de la Corporación RTVE la información que ésta solicite, a fin de verificar la metodología aplicada a los trabajos objeto del contrato”, establecen los pliegos. Precisamente mañana, día 28, concluye el plazo para la presentación de ofertas, siendo de 75.000 euros -IVA no incluido- el presupuesto máximo de licitación. En ese escenario, el presidente de la cadena pública, Leopoldo González-Echenique, debería tener en su mesa las nuevas tasaciones en los primeros meses del año. La relación de inmuebles se recoge en dos anexos, a disposición de las empresas interesadas en Prado del Rey previa firma de un acuerdo de confidencialidad.

Fue Ramón Aguirre quien dio la señal de alarma durante una comparecencia en el Congreso a principios de octubre. El político popular aseguró entonces sin ambages que la contabilidad de la Corporación estaba manipulada y los balances sobrevalorados. “Sería muy bueno que los anteriores responsables de RTVE, que ya no están, hubieran tenido a bien hacer un balance verdadero, ajustar los precios de sus deudas a lo que realmente son, ajustar los precios de sus inmuebles a lo que realmente son”, subrayó, a la vez que instaba a González-Echenique a “hacer los ajustes pertinentes”. Aunque la crítica iba dirigida a los anteriores gestores, el actual presidente de la televisión pública recogió el guante.

Salvedades también en 2011

Dos semanas más tarde, el primer ejecutivo de RTVE admitía que las cuentas de 2011 –que a día de hoy, y a punto de acabar el año, no están disponibles en el Registro Mercantil por vía telemática- también contenían la reprobación de la auditora. “Hay salvedades contables”, concedía, una admisión que no aporta ninguna novedad. Y es que desde hace tres años, KPMG cuestiona los números de la televisión pública por no ajustar el precio de sus activos –por ejemplo, sus terrenos o inmuebles- a su valor real. A tenor de las palabras del directivo, los reproches de 2011 insisten en esa dirección. “Son criterios que se vienen reiterando”, dejó caer.

Las advertencias de la auditora enlazan con la gestión de Alberto Oliart y Luis Fernández, que precedieron a González-Echenique en el cargo. No podían ser más claras en su informe a las cuentas de 2010: “Al 31 de diciembre de 2010, el epígrafe de Terrenos y construcciones del balance de situación de la Corporación RTVE incluye activos por un valor neto contable de 818.054 miles de euros (…) De acuerdo con el marco normativo de información financiera que resulta aplicable a la sociedad, es necesario evaluar al menos al cierre del ejercicio, si existen indicios de que algún elemento del inmovilizado material o intangible (…) puede estar deteriorado, en cuyo caso, deberán estimarse sus importes recuperables efectuando la correcciones valorativas por deterioro que procedan”.

Un trabajo que los gestores de la casa también obviaron para las cuentas de 2009. Según expone KPMG, “la sociedad no nos ha proporcionado la mencionada evaluación relativa al deterioro de dichos terrenos y construcciones a la fecha de emisión de este informe ni a la del informe de auditoría sobre las cuentas anuales del ejercicio anterior, lo que motivó la inclusión de una salvedad al respecto. En este sentido, no hemos dispuesto de evidencia suficiente que nos permita concluir sobre la razonabilidad de la valoración de los terrenos y edificios al 31 de diciembre de 2010”. Lo peor es que llovía sobre mojado, en tanto que las cuentas de 2008, con Luis Fernández como presidente de la sociedad, también recibían la reprimenda de la auditora.

“Al 31 de diciembre de 2008 el valor neto contable que figura en los epígrafes de balance inmovilizado intangible, inmovilizado material, inversiones inmobiliarias e instrumentos de patrimonio asciende a 1.316.355.611 euros –rezaba el informe en cuestión-. Aunque durante el ejercicio 2008 la sociedad ha generado pérdidas significativas que pudieran ser indicativas de la existencia de deterioro del valor de dichos activos, no ha llevado cabo un cálculo de sus valores recuperables al considerar (…) que el Estado le aportará las transferencias necesarias que le permitan continuar con su actividad y cubrir sus costes y debido a que entiende que el valor de mercado de los activos es superior a su valor neto contable”.