Vocento confirma el cese de su consejero delegado, José Manuel Vargas

Ya es historia. El consejo de administración de Vocento que se reunió ayer lunes por la tarde aprobó el cese de José Manuel Vargas como consejero delegado. De esta manera, los accionistas del grupo de medios confirmaban una decisión que hacía ya varias semanas que estaba tomada, tal como adelantó este diario. Desde entonces, sólo ha transcurrido el tiempo necesario para que el primer ejecutivo negociara las condiciones de su salida, tras algo mas de tres años y medio al frente del cargo.

A finales del pasado mes de mayo, una vez presentados los resultados correspondientes al ejercicio de 2010, la conjura dentro del consejo de administración por poner fin al mandato de Vargas estaba consumada. Las diferentes corrientes accionariales que comparten intereses en el seno de Vocento (Luca de Tena, Ybarra, Urrutia y Bergareche) alcanzaban al fin un punto de acuerdo, sobreponiéndose a rencillas y diferencias personales otras veces insalvables.

A partir de esa fecha, el propio Vargas tenía asumido que su futuro en Vocento había llegado a su fin. Su cese lo había cocinado la Comisión Delegada, compuesta por el propio presidente, Diego del Alcázar, y los consejeros Santiago Bergareche, Soledad Luca de Tena, Víctor Urrutia, Álvaro Ybarra e Ignacio Ybarra, de la que también forma parte el propio afectado, y su aprobación por parte del consejo de administración era un mero trámite. Faltaba negociar el finiquito.

En principio, según las fuentes consultadas, las funciones ejecutivas de Vargas serán asumidas por el propio presidente Diego Alcázar, aunque de manera temporal e interina. En principio, esta la misión del día a día estaba reservada para otros hombres de la casa, Iñaki Arechabaleta, director general de Medios Regionales, e Ignacio Bernabéu, director general de Recursos. Sin embargo, según fuentes accionariales, está previsto buscar un sustituto fuera de Vocento.

El final de Vargas ha estado marcado por dos hechos determinantes. En primer lugar, la salida de José Luis Sainz, su número dos, que puso rumbo a Prisa sin cláusula de rescisión alguna que se lo impidiera. Por otro lado y de manera complementaria, los últimos nombramientos realizados por el primer ejecutivo tampoco se han entendido entre los consejeros de la casa, pues entienden que “ha buscado a leales y no a competentes” para dirigir el rumbo de Vocento.

A la política de recursos humanos de Vargas se suma la parte operativa de la compañía. El esfuerzo de digitalización impulsado, asociándose con Prisa para combatir la plataforma Orbyt de Unedisa, no ha terminado por satisfacer a los accionistas. Por si fuera poco, los números tampoco salen. Vocento perdió 9,6 millones de euros en 2010, lastrado sobre todo por la centenaria cabecera ABC. En total, el rotativo se ha dejado más de 120 millones en los últimos tres años.

Aunque el negocio de medios atraviesa por una coyuntura especialmente negativa, agravado por la debacle publicitaria, el balance de los tres últimos años no ha superado el examen de los accionistas. Desde su salida a bolsa, hace cinco años, Vocento ha perdido un 76% de su valor, a pesar de haber vendido algunos de sus activos más rentables, como su participación en Telecinco, o su patrimonio inmobiliario, y ha incrementado su deuda neta hasta los 125 millones de euros.