Vargas negocia con Vocento su indemnización y sus 'stock options' de un millón de euros

Tensa calma en Vocento después de que su consejero delegado, José Manuel Vargas, planteara oficialmente su relevo al frente de la compañía en una Comisión Delegada celebrada el lunes. El primer ejecutivo del grupo negocia en estos días la compensación que recibirá por abandonar la firma. Además, su salida se produce con tres planes de stock options abiertos que podrían reportarle hasta un millón de euros en acciones en los próximos ejercicios. Fuentes internas de la compañía aseguran que su indemnización no se aproximará ni de lejos a los tres millones que recibió su antecesor, Belarmino García, por apenas seis meses en el cargo.

Según la información remitida por la sociedad a la CNMV, Vargas percibió en 2010 una retribución de 989.000 euros, cifra que suponía un 8,2% menos que el año anterior. El salario fijo del primer ejecutivo de Vocento se elevó a 550.000 euros, mientras que se le abonaron 300.000 euros como retribución variable, completados con dietas y aportaciones a planes de pensiones. Además, el consejero delegado estaba incluido en tres planes de opciones sobre acciones que podían reportarle hasta 334.253 acciones de la compañía si cumplía con los objetivos fijados. Unos títulos valorados en más de un millón de euros.

El primer plan en liza fue aprobado por la Junta General de Accionistas en abril de 2009. El período de medición de objetivos se prolongaba desde el 1 de enero de 2009 hasta el 31 de diciembre de 2011. “En el caso del consejero delegado, el 100% del incentivo será en acciones de la sociedad”, rezaba el acuerdo. El segundo, correspondiente al año 2010, analizaba objetivos planteados entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de diciembre de 2012. El tercero abarca los años 2011, 2012 y 2013. Cuando Vargas accedió al cargo en enero de 2008, la acción rondaba los 11 euros. Cuando se va, tres años después, supera ligeramente los 3 euros.

Rosario de candidatos

Entretanto, se ha abierto la veda. Las diferentes facciones de un Consejo eternamente dividido sondean posibles candidatos para remozar la cúpula de la sociedad. Víctor Urrutia tuvo sus opciones hace algunas semanas. Su nombre sonó pero problemas familiares alejaron siquiera la opción.  Alejandro Alechu Echevarría, presidente de Telecinco e histórico del Grupo Correo, ha sido el último de los escrutados como hombre de consenso para presidir la casa. Ya ha dicho no. “Hace diez años se lo hubiera pensado. Ahora mismo no es una opción”, aseguran fuentes próximas al ex consejero de Vocento y pariente de la familia Bergareche.

No son los únicos en liza. La consulta a Echevarría es una gestión más de las muchas que se están haciendo por los pesos pesados del grupo. Paradójicamente, en la mayor parte de los casos las conversaciones se mantienen con el desconocimiento del resto del cónclave. El acercamiento a Urrutia o Echevarría también demuestra que no sólo está en juego el puesto de primer ejecutivo. La permanencia de Diego del Alcázar como presidente de Vocento también tiene los días contados. En el peor de los casos, abril de 2012 es el deadline que él mismo ha puesto para su salida. Con la mitad del Consejo en su contra, podría incluso ni llegar.

Como publicó El Confidencial el pasado martes, la salida de Vargas es cosa hecha, a falta de que el Consejo de Administración ratifique una decisión ya cocinada en Comisión Delegada. La revolución en la casa estaba planteada hace ya tres semanas, cuando consejeros de Vocento daban por segura la salida de Vargas e incluso del presidente. “La única duda es cómo hacerlo. Hay consenso sobre la decisión”, aseguraban a este periódico fuentes internas de la casa. La marcha del primer ejecutivo plantea un auténtico cambio de ciclo en la empresa, en la que ha liderado un drástico ajuste financiero y de plantilla.

La transición será liderada de forma interina por Iñaki Arechabaleta, director general de Medios Regionales, e Ignacio Bernabéu, director general de Recursos. No obstante, fuentes internas de la compañía admiten que el grupo necesita soluciones de envergadura con rapidez para relanzar el grupo, que desde hace meses vive en una situación de impasse por la propia división existente en el Consejo. Los números tampoco han ayudado. Vocento perdió en 2010 un total de 9,6 millones de euros, lastrado por las cifras de ABC, cuya condición de buque insignia del grupo ha defendido Vargas hasta su postrera marcha.