Cuatro estudia fórmulas para compartir los derechos del Mundial de fútbol

Sogecable anunció a bombo y platillo en mayo del año pasado la adquisición de todos los derechos audiovisuales para España del Mundial de fútbol que se celebrará en 2010 en Sudáfrica. Sin embargo, 18 meses después y atenazado por la deuda, el Grupo Prisa analiza fórmulas para compartir esos derechos y paliar el impacto en sus cuentas de una inversión que podría rondar los 90 millones de euros para la retransmisión de los partidos en abierto y en pago por visión. “En la casa se entiende que hubo precipitación en la compra y buscan la forma de salir del atolladero. Ya han empezado a tantear a operadores informalmente para ver cómo sacar el mayor partido al desembolso”, explican a El Confidencial fuentes del sector.

Dos son las opciones que están sobre la mesa. La más fácil para Prisa es negociar para sublicenciar algunos de los partidos a otras cadenas, una estrategia que ya llevó a cabo en su día La Sexta con las televisiones autonómicas durante la celebración del Mundial de Alemania en 2006. “Eso podría reportarle entre 15 y 20 millones en función de lo que se ceda”, aseguran estas fuentes. La segunda posibilidad, mucho más compleja, sería la venta de los derechos en sentido estricto. “Ese es el escenario que más gustaría en Prisa, donde el objetivo sería sacar al menos 50 millones por el abierto. El problema es que las cosas han cambiado mucho en año y medio y nadie va a pagar ese dinero por un evento tan reducido en el tiempo”, matizan.

La FIFA también sería un problema en un planteamiento de reventa de los derechos. “Podría aceptarlo, pero Prisa tendría que pagarle el dinero que acordaron y no va a convencer a ninguna televisión española para que iguale la oferta que Sogecable hizo en su día. Es posible revender los derechos a pérdida, pero no parece muy lógico”. Fuentes oficiales de la compañía de los Polanco explicaron ayer que Cuatro está preparando ya la cobertura del Mundial, en el que la cadena tiene intención de volcarse. En este sentido, añadieron que este tipo de eventos, mientras no sean un descalabro económico, también implican “una imagen de marca, un posicionamiento en el exterior y un prestigio que van más allá de la rentabilidad”.

Más 10 millones de producción

Y es que a la ingente inversión en los derechos debe sumarse una producción que, según calcula el sector, no bajaría de los 10 millones de euros. “A los enviados especiales ya les han dicho que se olviden de hoteles y busquen apartamentos”, apuntan estas fuentes, un ejemplo de que Prisa quiere amarrar los costes. La compañía ya tiene experiencia en un evento similar, como fue la Eurocopa de Austria y Suiza, en la que la selección española se hizo con el triunfo. Cuatro alcanzó entonces un 21% de audiencia media en el prime time durante la competición. Un resultado que ayudó a que la cadena registrara una audiencia media del 13,1% en el mes de junio. Pero la Eurocopa no tuvo el efecto arrastre deseado y esa cuota no se consolidó. La cadena cerraba el año con un share del 8,4% y el pasado septiembre apenas alcanzaba el 7,4%.

“Es una inversión altísima que compromete decididamente las cuentas de la sociedad, si no este año el que viene”, se asegura, recordando que la Eurocopa implicó unas pérdidas de entre 45 y 50 millones de euros, una horquilla que se maneja en el sector aunque la compañía nunca ha hecho oficiales los datos. Los resultados de Prisa en el pasado ejercicio sí reflejan en todo caso el lastre que supuso Cuatro en el conjunto del ejercicio. Sogecable obtuvo un ebitda de 320,83 millones de euros, fruto de unos beneficios antes de impuestos de 367,34 millones de Digital Plus y unas pérdidas de 46,5 millones por parte de la cadena en abierto de Prisa. No cabe duda de que, desde el punto de vista financiero, la Eurocopa no ayudó.

La situación económica de Prisa es asfixiante. La compañía tiene que pasar este mes la primera reválida seria después de que sus bancos acreedores le dieran en marzo un año más para saldar el crédito de 1.950 millones por la opa de Sogecable. En estos meses, Prisa se ha ido desprendiendo de participaciones en algunas de sus divisiones para parchear su roto financiero, superior en total a 5.000 millones de euros. Primero fue la venta del 25% de Santillana al fondo DLJ South American Partners por 247 millones. Después la desinversión en Media Capital, su filial portuguesa; colocó un 35% por 157,5 millones al grupo luso Ongoing Strategy Investments. El objetivo ha sido siempre el mismo: deshacerse de participaciones minoritarias sin ceder el control de las sociedades.