Vasile cede la gestión y no invertirá más en Caribevisión, su gran apuesta en EEUU

Telecinco y el Grupo Burillo Azcárraga se han rendido en Caribevisión, la que fue gran apuesta de Paolo Vasile para competir por la audiencia latina en EEUU. El pasado 24 de julio constituían una joint-venture con America TeVe por el que cedían a esta cadena radicada en Miami y a su presidente, Omar Romay, la gestión de la cadena. Según ha podido saber este diario, la semana pasada ya no quedaban ni los equipos en la sede de Caribevisión. “Los socios no querían seguir invirtiendo y han buscado una solución rápida”, explica a El Confidencial su fundador, Carlos Barba, cuando no hace todavía ni dos años desde que Telecinco anunciara a bombo y platillo una inversión de 32 millones de euros para adquirir el 28,3% de la cadena.

Barba, ex presidente de Univisión y fundador de Telemundo, no se muerde la lengua. “Una televisión no es un supermercado. Querían hacer break-even en el primer año, sin dar un plazo razonable de cuatro o cinco. Es más, Romay tardó cinco años en equilibrar las cuentas de su empresa. En mi opinión, nos hemos apurado en hacer esa joint-venture 50%-50% con America TeVe, cuando nosotros aportamos más canales que ellos. El único objetivo de los accionistas ha sido reducir los costes al mínimo, y lo entiendo, pero soy escéptico”. La sociedad de Alejandro Burillo, Telecinco y la estadounidense Quantek conforman Pegaso TV, que atesora un 83% de Caribevisión.

El fundador de la sociedad y ex máximo ejecutivo también se refiere al consejero delegado de Telecinco. “Es un caballero y se metió en este negocio porque le gustó. Pero al final, con el visto bueno de los accionistas, se terminó cambiando hasta el nombre de la cadena”, que pasó de Caribevisión a CV Network, expone Barba. “Así es imposible fidelizar al público. Es lo mismo que ha pasado con la programación. En Telecinco han demostrado no conocer ni el negocio ni los hábitos del público americano. Barreira [Xosé Manuel Barreira, director de programación] cambiaba de programación como yo de camisa”, remacha. La semana pasada, de los tres ejecutivos de Telecinco que se enviaron desde Madrid para supervisar la inversión y ayudar en el desarrollo de la cadena, sólo quedaba el director financiero, Ángel Santamaría. “Liquidando”, asegura Alfredo Fraile, cabeza visible de los accionistas minoritarios.

 

Desde Telecinco, siempre se ha rechazado dar una versión oficial sobre los evidentes problemas que atraviesa la inversión de Caribevisión. Fuentes próximas a la cadena explican, sin embargo, que el acuerdo con America TeVe simplemente buscaría desarrollar posibles sinergias. Para Barba, “America TeVe y su canal 41 ha tenido bastante éxito en la comunidad cubana y Omar Romay, su creador, es un buen productor de telenovelas. Ahora bien, se pensó que uniendo la fuerza de los dos canales se podría tener más peso comercial, pero se corre el riesgo de que pierden imagen ante las agencias de publicidad”. Los minoritarios, muy críticos con Barba, aplauden la entrada de Romay: “Nos gusta porque al menos sabe y trabaja, no como los anteriores, que pasaban más tiempo jugando al golf”.

 

Todo el poder para Romay

De momento, Burillo y Vasile le dan todo el poder. Según el documento firmado en julio por Romay, Barba y Alejandro Orvañanos –hasta entonces responsable ejecutivo de Caribevisión y mano derecha de Burillo Azcárraga-, el dueño de America TeVe no sólo llevará el día a día de la compañía, sino que puede nombrar de forma discrecional a todo el equipo de dirección. Se da la paradoja de que el Grupo Caribevisión puede designar a un representante del management, pero siempre que tenga el visto bueno de Romay. Según explican a este periódico los minoritarios, Romay habría realizado una due diligence y no se responsabilizaría de los incumplimientos de los anteriores gestores.

Para Fraile, la cuestión es todavía más clara. Se ha llegado a este acuerdo para no declarar quebrada la cadena, tras la pésima gestión durante año y medio del propio Barba, Telecinco y Burillo. “La joint-venture constata su fracaso. Se han gastado el dinero de la compañía sin consideración alguna con los pequeños accionistas”, asegura el que en otro tiempo fuera asesor de Silvio Berlusconi. A mediados de julio, Barba ya tuvo que frenar en el último momento la declaración del procedimiento concursal de la compañía, que estudiaba acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras.

Fraile y el productor mexicano Carlos Vasallo aglutinan ese grupo de minoritarios, cuya inversión rondaría los cuatro millones de euros. La inversión volatilizada podrían superar los 100 millones de dólares, según apuntan diferentes fuentes conocedoras de la casa. Ambos mantienen abierto el frente judicial, después de que ampliaran al núcleo de accionistas la demanda inicial presentada contra Barba por fraude y violación de los deberes fiduciarios. “Estoy seguro de que lo pagarán en los tribunales, pero lo triste es lo que ha pasado con la cadena, en la que se ha incrementado el tiempo de espacios comerciales, se ha despedido a casi todo el mundo…”, zanja Fraile.

La idea con la que nació el proyecto no podía ser más ambiciosa: competir con Univisión y Telemundo, cadenas líderes en la audiencia latina en Estados Unidos. El objetivo era acceder, sobre todo, a la audiencia cubana y puertorriqueña. La señal puede actualmente captarse en Miami, Nueva York y Puerto Rico. A finales de 2006 entró en el proyecto el Grupo Burillo Azcárraga. Alejandro Burillo –primo y enemigo íntimo del todopoderoso Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa- se convirtió en el hombre fuerte de la sociedad. A principios de 2008 Barba consiguió atraer la atención a Antena 3 y Telecinco. En ambas cadenas se estudió el proyecto con atención. La primera no le vio viabilidad. Vasile se metió de lleno.