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De la Vega frena la aprobación de las ayudas a prensa tras las críticas de los editores
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ESTABAN PREVISTAS PARA ESTE CONSEJO DE MINISTROS

De la Vega frena la aprobación de las ayudas a prensa tras las críticas de los editores

De la Vega montó en cólera cuando abrió los periódicos el jueves. El Mundo, La Vanguardia y Abc rechazaban de plano el plan de ayudas a

Foto: De la Vega frena la aprobación de las ayudas a prensa tras las críticas de los editores
De la Vega frena la aprobación de las ayudas a prensa tras las críticas de los editores

De la Vega montó en cólera cuando abrió los periódicos el jueves. El Mundo, La Vanguardia y Abc rechazaban de plano el plan de ayudas a la prensa que preparaba el Gobierno y que tenía pensado aprobar en el Consejo de Ministros de ayer mismo. “Yo no voy a hacer el ridículo”, llegó a transmitir la vicepresidenta a alguno de sus interlocutores durante una larga jornada de teléfonos. De la Vega pidió explicaciones al consejero delegado de Vocento, José Manuel Vargas; al director de El Mundo, Pedro J.Ramírez, y al consejero delegado de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano. También habló con responsables de Godó y Prisa, éstos últimos los menos beligerantes. ¿Resultado? Frenazo al plan y relaciones al borde la ruptura.

Según ha podido saber El Confidencial, el último episodio de la larga senda de desencuentros entre la vicepresidenta y los editores arranca a finales de mayo. De la Vega mantiene una reunión con la presidenta de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (Aede), Pilar de Yarza. Como telón de fondo, el plan de ayudas a la prensa que lleva casi un año sobre la mesa. El encuentro es cordial y se prolonga por espacio de tres horas. La número dos de Zapatero esboza las líneas maestras que tendrá el proyecto que prepara para la prensa. De Yarza no está muy convencida con algunos de los planteamientos y le pide a la vicepresidenta que le haga llegar el documento definitivo antes de la junta directiva que Aede tiene convocada para el 10 de junio con el fin de poder posicionarse.

Los días pasan y el papel no llega. La Aede tampoco lo reclama. La vicepresidenta les ha advertido que hasta después de las elecciones europeas no irá a Consejo de Ministros. Al final, la junta de editores del miércoles 10 se celebra sin ninguna propuesta del Ejecutivo y los editores temen enterarse de las medidas por el Boletín Oficial del Estado (BOE). Alguno sospecha que ese mismo viernes. Deciden remitir un burofax a Vicepresidencia en el que solicitan que el plan no se apruebe en el próximo Consejo de Ministros y que se les dé un margen para tener acceso y analizar las medidas concretas. Se acuerda no tomar ninguna acción editorial concertada a no ser que el Gobierno haga caso omiso del burofax y apruebe el viernes un plan de ayudas no consensuado y que no les gusta.

Borrador publicado antes de tiempo

Como se temen lo peor, los editores trabajan en paralelo en un borrador de comunicado para ser publicado el sábado si De la Vega anuncia el plan tras el Consejo de Ministros. El texto de Aede, aún pendiente de pulir, llega a los periódicos el mismo miércoles por la tarde. Vocento, Unidad Editorial y Godó deciden no esperar a ver qué hace el Ejecutivo y se hacen eco del malestar existente en las ediciones del mismo jueves. El enfado de De la Vega es monumental. Acusa De Yarza de no saber controlar a los suyos y entiende que hay una falta de comprensión grande por parte de los periódicos: “Es el único sector al que el Gobierno quiere ayudar y del que recibimos este pago”, se les hace llegar. El plan queda en stand-by. La presidenta de la Aede y De la Vega acuerdan retomarlo en los próximos días para salvar un pacto de mínimos.

El problema de fondo es que las principales medidas propuestas por el Gobierno no convencen. De la Vega ha planteado la puesta en marcha de líneas específicas del ICO por valor de 300 millones de euros, más el aplazamiento de las cuotas a la Seguridad Social durante un año a aquellas empresas no inmersas en expedientes de regulación de empleo. “El Ejecutivo nunca ha creído en este plan –no se muerde la lengua un editor-. Sólo buscaba salvar la cara después de las ayudas a las televisiones privadas al eliminar la publicidad en TVE y poder decir que su plan es más ambicioso que el de Sarkozy, que alcanza los 600 millones. Lo que pasa es que aquí es financiación y aplazamiento, dinero que luego hay que devolver. En el caso de Francia es una inyección directa”.

Según los cálculos que han efectuado los editores, “en ayudas directas puede haber 20 millones en cositas pequeñas. Por mucho que nos intenten convencer de que el plan de Sarkozy es en tres años y el nuestro es sólo para uno…”. No les convencen las ayudas postales, las suscripciones de emancipación para jóvenes o el apoyo al Kindle DX, el lector electrónico de periódicos. “Nos hacía más servicio que todo lo que han planteado la reducción del IVA a un tipo mínimo, que podía implementarse a través de un convenio en el que Ejecutivo aportara 60 millones de euros”, añade.

Diez meses en una montaña rusa

El enquistamiento no era del todo imprevisible. El 17 de febrero, la Aede se reunía para celebrar su 30 aniversario. Javier Godó (La Vanguardia), José Manuel Vargas (Vocento), Juan Luis Cebrián (Prisa) y Antonio Fernández Galiano (Unedisa) acordaban mandar una carta a Moncloa para solicitar una reunión con el presidente del Gobierno para pedir auxilio ante la crisis del sector. Zapatero se lavaba las manos y trasladaba el problema a la Secretaría de Estado de Comunicación, ante lo que los editores se enrabietaban.

No eran los únicos. También lo hacía la vicepresidenta primera, que veía como los editores se olvidaban de ella y le ponían a los pies de los caballos frente a Zapatero, cuando había sido ella misma quien había encauzado las negociaciones con el sector. Fue en una reunión mantenida en julio de 2008, cuando los editores ya le expresaron las dificultades por las que atravesaba el sector. Pasaron siete meses sin respuesta y los editores se sintieron legitimados a recurrir a Zapatero al no obtener contestación alguna por parte de su mano derecha.

Tras el desaire, De la Vega cogió las riendas de las conversaciones y retomó los contactos con De Yarza. Sin embargo, a mediados de mayo, la junta directiva de Aede constataba indignada el olvido en que había caído el plan de ayudas. “Antes de Semana Santa se hizo llegar a Presidencia un borrador con las propuestas que se hablaron en un encuentro mantenido entre De la Vega y De Yarza a finales de marzo. Desde entonces, ni palabra. Ni nos han contestado”, aseguraba molesto uno de los presentes.

De la Vega montó en cólera cuando abrió los periódicos el jueves. El Mundo, La Vanguardia y Abc rechazaban de plano el plan de ayudas a la prensa que preparaba el Gobierno y que tenía pensado aprobar en el Consejo de Ministros de ayer mismo. “Yo no voy a hacer el ridículo”, llegó a transmitir la vicepresidenta a alguno de sus interlocutores durante una larga jornada de teléfonos. De la Vega pidió explicaciones al consejero delegado de Vocento, José Manuel Vargas; al director de El Mundo, Pedro J.Ramírez, y al consejero delegado de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano. También habló con responsables de Godó y Prisa, éstos últimos los menos beligerantes. ¿Resultado? Frenazo al plan y relaciones al borde la ruptura.

AMI (Asociación de Medios Informativos)