Los sindicatos de TVE piden la cabeza de su director, Javier Pons, por el fiasco del himno

Luis Fernández canceló a primera hora de la mañana las reuniones que tenía previstas. El presidente de la Corporación RTVE se subía por las paredes. La no emisión del himno nacional durante la final de la Copa del Rey que disputaron el miércoles Athletic de Bilbao y Barcelona no sólo le deja a él en una posición difícil de forma innecesaria; también pone contra las cuerdas al director de TVE, Javier Pons, cuya dimisión pidieron ayer con insistencia los sindicatos. Nadie se cree en la cadena que, como argumentó inicialmente la televisión pública, se tratara de “un error humano” y la pregunta más repetida ayer fuera y dentro de la casa es quién intercedió para evitar que se escuchara la pitada al himno en presencia de los Reyes.

“En 50 años de retransmisiones en TVE nunca había pasado algo así. Los profesionales de la casa tienen una experiencia de muchos años en este tipo de eventos”, explicaba a este periódico un técnico de la cadena. Fuentes sindicales iban más allá, no sin ironía: “Nosotros no somos tan malos haciendo las cosas. Pero es que, además, lo que prueba  que había una directriz es el hecho de que, cuando finalmente se emite el himno en el descanso, no sólo está trufado de imágenes de gente que lo aplaude o hasta se lleva la mano al pecho, sino que el sonido aparece distorsionado, rebajado el de ambiente y elevado el del himno”.

Todo el mundo tenía su hipótesis. Un consejero de la casa, bajo condición del anonimato, apuntaba ayer a El Confidencial que lo más probable es que se produjera un exceso de celo motivado por un comentario “en algún punto de la cadena de mando”. El penúltimo eslabón, Julián Reyes, director de Deportes, pagó los platos rotos y fue destituido. “Probablemente preguntó o le dijeron que tuviera precaución porque iba a haber bronca y tuvo un exceso de celo. Si se hubiera querido ocultar lo que pasaba en el campo, hay otras fórmulas más sencillas de hacerlo. A mí me cuesta pensar que el director o el presidente han planteado algo así. Luego, la emisión del himno en el descanso es un error sobre otro error”, apuntaban estas fuentes.

Mientras los trabajadores de la cadena se manifestaban por la mañana contra el anteproyecto de ley que eliminará la publicidad en la TVE, las carreras y reuniones se sucedían en la zona noble de la televisión pública. Había que comparecer. El director de la cadena intentó salir al paso de la polémica hacia la una de la tarde. Antes ya se había comunicado la destitución del director de deportes, para muchos un mero chivo expiatorio. Pons señaló que Reyes le había explicado que se había producido “una descoordinación entre la persona que tenía que aplicar la escaleta y los operadores de cámara". Asimismo, el director de la televisión pública relató que él mismo dio orden, una vez se produjo el error, de retransmitir el himno en el descanso. Un vídeo que se emitió después de haber sido más que tratado.

‘Pinchar’ los puntos calientes

Fuentes del sector no ven clara la jugada. “La escaleta es una pauta, un guión en el que está medido todo al segundo. Sabes exactamente lo que va ocurrir para pinchar con los puntos calientes. Está todo tasado y más que tasado. De hecho, en competiciones como la Champions League, donde todo va al segundo, el realizador sabe que si se produce una agresión, no puede repetirla más de una vez o dos veces. Está todo muy controlado. No parece muy normal que el himno, que era el principal foco de atención del partido, no estuviera preparado en la retransmisión. Es más, puede darse el caso de que se te pase el arranque de la interpretación, pero en cuanto te das cuenta, pinchas Mestalla, no sigues en Bilbao”, subrayan.

El representante del Comité General Intercentros (CGI), Teo Altieri, pidió la destitución del director de TVE, Javier Pons, y calificó de “despropósito” achacar la resonsabilidad a Julián Reyes. “Resulta obvio que lo ocurrido responde a decisiones de alto calado”, dijo. Lo que no dice Altieri es que la indignación sindical se corresponde con el hecho de que Reyes es un hombre de la casa y en los sindicatos existe un enorme enfado porque entre diciembre de 2006 y septiembre de 2008 el número de ejecutivos contratados de fuera por RTVE para la dirección y las distintas subdirecciones ha crecido un 68%. De hecho, desde que Fernández tomó posesión del cargo el 15 de enero de 2007, se habría pasado de 26 contratados ajenos a la casa a nada menos que 81, según los datos que maneja la propia Corporación.

Los sindicatos tiran por elevación para explicar lo sucedido el miércoles. “Todo el dinero se va a las productoras privadas, pero para la producción propia se mira la peseta. Cada vez hay más recortes y luego, cuando pasa algo, los que pagan las culpas son siempre de la casa”, explican. Otras fuentes sindicales apuntaban directamente a la Dirección de Informativos. Su director, Fran Llorente, no atendió la llamada de este periódico para explicar su participación, si la hubo, en el fiasco del himno. Una de sus colaboradoras sí aseguró que lo sucedido "no depende de su Dirección", añadiendo que cualquier cosa que él pudiera expresar sería sólo su opinión.