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La serie que debes ver | 'The Confession Killer', disponible en Netflix
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RECOMENDACIÓN CINEMATOGRÁFICA

La serie que debes ver | 'The Confession Killer', disponible en Netflix

No busquen nada sobre Henry Lee Lucas. Entréguense vírgenes a uno de los casos criminales más estrambóticos e impredecibles de la historia reciente de EEUU

Foto: Foto: Irene Gamella.
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Estrenada a finales de 2019 en Netflix sin hacer demasiado ruido, 'The Confession Killer' es mucho más que una miniserie documental de asesinos al uso, ahora que el género está de moda y que se está explotando hasta la saciedad: cualquier suceso lúgubre, por insustancial que sea, parece hoy susceptible de convertirse en producto de plataforma. Estados Unidos, un país con una superficie tan vasta como una demografía interior tan dispersa, ha sido cuna y escenario de tantos criminales en serie como maneras estrambóticas de matar existen y el ansia de espectáculo los ha convertido en celebridades macabras y magnéticas.

'The Confession Killer' se centra en la figura de Henry Lee Lucas, un 'redneck' nacido en Virginia que en los años 80 llegó a considerarse el asesino más prolífico de la historia de Estados Unidos después de confesar más de 300 víctimas. Sin embargo, esta serie documental de cinco capítulos trasciende la narrativa habitual del género, en el que el director se centra en el modus operandi del asesino y la investigación criminal, porque el caso Henry Lee Lucas trasciende sus propios crímenes y se convierte en el retrato aberrado de la sociedad americana, en el que la lupa magnifica los defectos colectivos.

Foto: Imagen: Rocío Márquez.

No busquen nada sobre Henry Lee Lucas. Entréguense vírgenes a uno de los casos criminales más estrambóticos e impredecibles. Quizás hayan visto 'Henry: retrato de un asesino', la polémica ficción que dirigió John McNaughton en 1986 y que, debido a lo descarnado de sus imágenes, tardó cuatro años en encontrar una ventana de estreno. Pero el sumario ha pegado muchos volantazos desde que Lucas confesó su primer crimen, el de su madre, en 1960, por el que la justicia lo condenó a 40 años de cárcel, aunque terminó cumpliendo sólo 10.

Fue en 1983 cuando, tras la desaparición de Becky, una adolescente de 15 años con la que Lucas mantenía una relación -él tenía 50-, y de Kate Rich, una anciana de 82 años con la que la pareja había convivido, los Rangers de Texas detuvieron a Lucas, que durante el juicio confesó haber matado a ambas mujeres, para finalmente añadir: "¿Pero y qué pasa con las otras 100?".

Llama la atención la cantidad ingente de metraje rodado en la época: la fascinación que suscitó el asesino hizo que una cámara de vídeo lo siguiese en todos sus movimientos. Lucas, que venía de una familia paupérrima, poco cultivada y muy desestructurada -su madre era una prostituta maltratadora y su padre un mutilado de guerra alcohólico-, era el centro de atención de los medios y por fin podía hacer tres comidas al día, aunque fuese entre rejas. Junto a él siempre estivo Jim Botwell, un ranger de Texas con delirios de grandeza que vio a Lucas como un trampolín para la gloria policial.

Durante los cinco capítulos, 'The Confession Killer' se convierte en un tiovivo imprevisible en el que es difícil predecir el final: Lucas se autoinculpa como autor de cientos y cientos de crímenes por todo el país, hasta que las incongruencias y las imposibilidades de sus confesiones revelan que, probablemente, él no haya cometido todos los crímenes de los que presume. Pero, ¿por qué iba alguien a admitir crímenes que no ha cometido y que podrían llevarlo a la silla eléctrica?

'The Confession Killer' se convierte en un tiovivo en el que es difícil predecir el final: ¿por qué iba alguien a admitir crímenes que no ha cometido?

La serie cuenta también con entrevistas actuales de quienes participaron en el caso Lee y que, casi cuarenta años después, reinterpretan las supuestas certezas de la época, que luego se han demostrado más que inestables. 'The Confession Killer' toca todas las aristas posibles: la infancia abusiva del asesino, la incapacidad de, ya adulto, controlar ciertos impulsos, la voracidad de los medios de comunicación con la carnaza, los muchos defectos del sistema judicial americano y la evolución de las técnicas forenses, que han hecho que hoy sea posible la resolución de crímenes que llevan décadas sin cerrar o erróneamente cerrados.

La ambición, la fama, la incultura, la necesidad de amor, el prestigio de la justicia, la necesidad de las familias de cerrar las heridas: el caso Lucas fue el resultado de una tormenta perfecta difícil de reproducir. El trabajo de los directores Robert Kenner -nominado al Oscar en 2010 por 'Food Inc.'- y Taki Oldham en la confección del puzzle conduce al espectador por todos los vericuetos posibles, sin anticipar y racionando la información para conseguir la sorpresa continua. 'The Confession Killer' es un prodigio narrativo y un ejemplo de sofisticación en un género tan trillado como el 'true crime'. Háganme caso, no se la pierdan.

Estrenada a finales de 2019 en Netflix sin hacer demasiado ruido, 'The Confession Killer' es mucho más que una miniserie documental de asesinos al uso, ahora que el género está de moda y que se está explotando hasta la saciedad: cualquier suceso lúgubre, por insustancial que sea, parece hoy susceptible de convertirse en producto de plataforma. Estados Unidos, un país con una superficie tan vasta como una demografía interior tan dispersa, ha sido cuna y escenario de tantos criminales en serie como maneras estrambóticas de matar existen y el ansia de espectáculo los ha convertido en celebridades macabras y magnéticas.

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