Guardiola tenía razón: "Mourinho es el puto amo" pero hoy lo debe demostrar en el césped

Pep Guardiola lo dijo en la previa de la ida de las semifinales de la Champions del curso pasado: "Mourinho es el puto amo". El técnico del Barcelona se refería al mensaje que el portugués transmite en cada una de sus apariciones ante los medios de comunicación. Siete meses después, todo lo dicho por el entrenador azulgrana se ha convertido en realidad. Nadie puede negar a estas alturas de la película que 'Mourinho es el puto amo'. Y es que el entrenador del Real Madrid ha conseguido todo el poder en la entidad madridista y lo ha puesto de manifiesto en las dos semanas previas al Clásico, preparando el choque tal y como él ha diseñado, sin injerencia alguna.

La guinda del pastel la puso en la mañana del viernes, cuando a su llegada a Valdebebas a eso de las ocho. Con el resumen de prensa calentito encima de su mesa, confirmó que Karanka iba a ser el encargado de dar la rueda de prensa. Tal y como adelantó El Confidencial dos semanas atrás, no tiene ninguna intención de hablar en todos los partidos cuando haya tres encuentros en una semana. Habló en la víspera del Sporting, en Amsterdam y por tanto no tocaba. Y en el club todos de acuerdo. Nada que objetar. Ya saben que es el amo, el jefe.

Lo del silencio de los jugadores no es novedad. Tampoco lo de trabajar a puerta cerrada, algo que lleva sucediendo desde que aterrizó en el Real Madrid en el verano de 2010. Lo de la boca cerrada lo ha impuesto desde que se inició la temporada, pero en esta ocasión, prohibió a los jugadores hacer referencia alguna en las zonas mixtas de los partidos previos al Barcelona o a cualquier circunstancia que pudiera influir en el choque del Bernabéu a las diez de la noche del sábado.

Desterrar la tensión, el camino hacia el éxito

Incluso, pidió a los jugadores que midieran sus actuaciones al máximo en las apariciones publicitarias que tenían concertadas con sus patrocinadores, cada día más quemados con uno y otro equipo, por cierto. Iniciativa que choca con la universalidad anunciada años atrás desde la zona noble del Bernabéu. Quería tranquilidad, evitar enfrentamientos, rebajar la tensión vivida en los días previos a los partidos de la Supercopa y los de la pasada temporada. Cambio de táctica total y absoluta. En esta ocasión busca el éxito desde el sosiego y no desde la tensión de la pasada temporada. Como dicen en el club, "Mourinho marca el ritmo de todo, incluso el del departamento de marketing".

En este aspecto coinciden ambos entrenadores. Guardiola cerraba entrevistas en las semanas de los partidos importantes, pero el técnico catalán ha decidido pensar que el método Mou es el ideal y desde el pasado verano están prohibidas las entrevistas a los jugadores mientras están bajo la disciplina azulgrana. Siguiendo el ejemplo ha cerrado los entrenamientos por completo y en los viajes, el contacto con los jugadores es nulo. La prensa ni ve a los Messi, Xavi, Iniesta y compañía. En el Real Madrid, los periodistas hasta se han bajado del avión. En el Barcelona de momento admiten a la Prensa pero lejos de todo lo que lleve un escudo del Barcelona en el chandal. Como ven el amo, al que aludía Guardiola crea escuela.

El dominio y el poder de Mourinho ha quedado refrendado para todo el mundo esta semana con el show de Pedro Mendes. Por si alguien tenía alguna duda de quién manda en el Real Madrid, el técnico decidió convocar y alinear a un jugador recién llegado a Valdebebas que no es titular en el Castilla, pero que es representado por Jorge Mendes. En el club no ha gustado el movimiento, pero es el que manda.

Todo este poder que acumula Mourinho tiene la prueba definitiva esta noche. El portugués llegó al Real Madrid para ganar al Barcelona. Y lo hizo por un motivo, tal y como ha reconocido Florentino Pérez en más de una ocasión: "Es el mejor entrenador del mundo. Si hay alguien capaz de ganar a este Barcelona ése es Mourinho". Y éste es el motivo por el cual han permitido hacer al ex del Inter lo que nunca han permitido hacer a otro entrenador del Real Madrid, es decir, poder absoluto. Todo en la entidad madridista se hace para y por contentar al entrenador. Todo vale con tal de terminar con el dominio azulgrana. La fuente madrileña de la Diosa Cibeles, lugar habitual de celebraciones madridistas, ya está vallada para una posible celebración de los aficionados blancos.

Esquemas de contención  para el Bernabéu

El examen final tendrá lugar en mayo, pero la segunda prueba del curso llega hoy con un equipo blanco capaz de llevarse por delante al resto de rivales, tal y como prueban las quince victorias consecutivas, los 49 goles a favor, los seis triunfos en la Champions y los 3 puntos de ventaja en la tabla. En contra, la condición de invicto de Guardiola en sus cinco partidos en el Bernabéu como entrenador del equipo azulgrana. Dos victorias en Liga, un empate, por un triunfo en Champions y en Supercopa. Mourinho sabe que se la juega, por lo menos la credibilidad de su sistema.

En cuanto a lo deportivo, parece que el respeto y el miedo se impondrán al descaro. Karanka anunció ayer que el Real Madrid tirará del 4-3-3 con Lass, Xabi Alonso y Khedira como ejes del juego, que harán las veces de muro delante la portería de Casillas. Arriba, Ronaldo, Di María y Benzema serán los que actúen más cerca del área de Valdés. En el Barcelona, Guardiola parece decidido a colocar una defensa de cuatro con Álves, Piqué, Mascherano y Puyol. Xavi, Busquets e Iniesta serán los centrocampistas, con Cesc, Messi y Alexis o Villa fijando a la defensa madridista. Por cierto, pita Fernández Borbalán, el preferido de Sánchez Arminio, que será testigo del prometido abrazo de Mourinho a Tito Villanova.

Alineaciones probables:

Real Madrid: Casillas; Arbeloa o Coentrao, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso, Lass; Di María, Cristiano Ronaldo y Benzema o Higuaín.

Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal; Xavi, Busquets, Iniesta; Cesc, Messi y Villa o Alexis.

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Hora: 22.00.