Una española en Corea del Sur explica en qué nos parecemos y nos diferenciamos: "Ambos lo veneramos"

Carmen, una ciudadana española afincada en Corea del Sur, ha revelado algunas similitudes culturales sorprendentes entre su tierra natal y su país de residencia.

Aunque los desafíos climáticos marcan una diferencia notable, descubre que, en numerosos aspectos, los coreanos muestran paralelismos con los españoles.

Similitudes en la vida social

En una entrevista, Carmen explica: "Lo que más me sorprendió fue el clima, pero en cuanto a las personas, son tan similares a los españoles". Según sus observaciones, ambos pueblos comparten un fervor comparable por la vida nocturna y un gran aprecio por las bebidas y la diversión, aunque con matices en el comportamiento social.

"Creo que en España son más intensos, la primera vez que se conocen, ya están besándose"

Con respecto a las interacciones iniciales, Carmen percibe una diferencia en la intensidad de las relaciones personales: "Creo que en España son más intensos, la primera vez que se conocen, ya están besándose".

Por contra, en Corea, la aproximación a las relaciones es más medida y respetuosa: "Aquí son un poco más caballerosos y tratan de ir más despacio".

Valoración de las tradiciones culturales

Aparte de la vida nocturna, Carmen valora cómo los coreanos, al igual que los españoles, veneran sus tradiciones culturales y su historia. Este respeto se manifiesta en las celebraciones y en la conservación de las costumbres, que actúan como un puente cultural entre ambas sociedades, a pesar de las diferencias evidentes.

La experiencia de Carmen en Corea del Sur proporciona una perspectiva enriquecedora sobre cómo los estereotipos culturales pueden disiparse al encontrar terrenos comunes en las prácticas sociales y los valores familiares.

Su testimonio subraya la importancia de enfrentar nuevas culturas con una mente abierta y un espíritu receptivo a descubrir lo familiar en lo desconocido.