Soy arquitecta y este es el motivo por el que hay tuberías rosas en lo alto de las calles de Berlín

A primera vista, las sinuosas tuberías de color rosa que adornan las alturas de Berlín podrían ser confundidas con una expresión artística contemporánea o, quizás, una extravagancia metropolitana. Sin embargo, este característico elemento del paisaje urbano berlinés esconde una respuesta arquitectónica ingeniosa frente a un desafío geológico particular de la capital alemana.

El origen de esta peculiar red de conductos se encuentra en el desafío que representa el elevado nivel freático sobre el que se asienta Berlín. "El nivel freático del agua aquí es muy alto. ¿Sabes qué pasa con nosotros cuando vamos a construir? Con esa agua no se puede construir. Porque claro, los cimientos entonces no se quedan en el lugar que queremos que estén enclavados y se mueven" explica Celia.

Ante este obstáculo, la solución adoptada ha sido tan práctica como visualmente impactante: evacuar el exceso de agua hacia la red de lagos de la ciudad y el caudaloso río Spree, mediante un complejo sistema de tuberías. Pero, ¿por qué estas vías de evacuación prefieren el recorrido aéreo a uno más terrestre y directo? La razón es tan lógica como fascinante.

Una solución adaptativa a los cambios de temperatura

"La clave está en que claro, aquí a veces hay -15 grados o -20. En Berlín hace un frío que te mueres. Entonces, ¿qué pasa? Que los materiales, cuando hay grandes cambios de temperatura, se contraen y se dilatan" señala la arquitecta. Estos conductos aéreos, con sus curvas y vueltas, no son un capricho estético, sino una necesidad estructural que permite a las tuberías adaptarse a las fluctuaciones térmicas sin correr el riesgo de ruptura.

Lejos de ser una mera curiosidad, las tuberías rosas de Berlín narran una historia de ingenio y adaptabilidad arquitectónica, evidenciando cómo la ciudad supera las limitaciones geográficas para mantenerse firme y seca. Este laberinto en el cielo no solo define el horizonte de la ciudad, sino que también subraya la resiliente innovación de Berlín frente a los desafíos de su entorno natural.

Así, estas vías rosadas no solo conforman un elemento distintivo del 'skyline' berlinés, sino que representan un ejemplo palpable de cómo la arquitectura y la ingeniería pueden trabajar juntas para superar obstáculos naturales, transformando un problema geológico en una característica urbana única y funcional.