Esta española se fue hace un año a vivir a Estados Unidos y no se acostumbra: "Me colapsa el cerebro"

La odisea de adaptarse a la vida en Estados Unidos ha sido un viaje repleto de descubrimientos y desafíos para Nury Calvo, una española que decidió cambiar su residencia hace un año. Esta experiencia, relatada por la protagonista en un vídeo subido a TikTok, destaca las peculiaridades y los obstáculos encontrados en su nueva cotidianidad. "Aún no me acostumbro", confiesa, reflejando la complejidad de acoplarse a un entorno diferente.

Entre los primeros retos mencionados, se encuentra la costumbre estadounidense de organizar la fecha como "mes, día, año", un detalle que parece menor, pero que simboliza una de las muchas diferencias culturales a las que se ha enfrentado. "Se me colapsa el cerebro", comenta, evidenciando la dificultad de adaptarse a este cambio aparentemente insignificante. La dependencia del automóvil para cualquier desplazamiento es otro aspecto que la ha sorprendido. La magnitud del país y las extensas distancias implican que "las distancias son enormes y todo está como en el quinto pimiento", lo cual requiere de un vehículo para la mayoría de las actividades cotidianas.

Uno de los aspectos que más ha impactado a nuestra protagonista es la cultura de consumo y el sistema de reciclaje en EEUU. La abundancia de bolsas de plástico y el excesivo embalaje de los alimentos le parecen exorbitantes. Además, la política de reciclaje le resulta deficiente. "Para empezar, el vidrio no se recicla", indica, subrayando la marcada diferencia en la gestión de residuos entre su país natal y Estados Unidos. Este contraste cultural en cuanto a la sostenibilidad ambiental refleja no solo diferencias prácticas, sino también variaciones en la conciencia ecológica.

La adaptación en el ámbito de la alimentación también ha representado un considerable desafío. La presencia de diferentes ingredientes y conservantes en los productos alimenticios le ha obligado a modificar su dieta habitual. Esto la ha llevado a esforzarse por mantener sus tradiciones culinarias, privilegiando la cocina mediterránea y el uso de aceite de oliva. "He cambiado todos los productos que yo compraba", afirma Nury, destacando su esfuerzo por adaptarse sin renunciar a sus raíces gastronómicas.

La persistencia de las raíces culturales

A pesar de las adversidades y los desafíos encontrados, la experiencia en Estados Unidos no ha estado exenta de aspectos positivos, los cuales la protagonista promete detallar en próximas narraciones. Su historia no es solo un testimonio de resiliencia y adaptación frente a la diversidad cultural, sino también un recordatorio de la importancia de conservar nuestras tradiciones y raíces, independientemente del lugar en el que nos encontremos.

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La vivencia de esta española en suelo estadounidense nos enseña que la adaptación a una nueva cultura está llena de sorpresas y desafíos, pero también ofrece la oportunidad de valorar lo que llevamos dentro, adaptarnos y, sobre todo, crecer. Su relato continúa desarrollándose, y muchos aguardamos con interés conocer más sobre su viaje y las lecciones que este nos pueda ofrecer acerca de la vida en un país tan vasto y diverso.